La Habana - Ausente por diversas razones de las últimas
cinco Cumbres Iberoamericanas, el presidente cubano,
Fidel Castro, tampoco podrá asistir por motivos
de salud a su XVI edición en Montevideo, un distanciamiento
que podría ser definitivo.
Castro sorprendió a los cubanos el sábado,
al aparecer durante cinco minutos en la televisión
nacional desmintiendo rumores que lo hacían gravemente
enfermo o muerto, mostrando mejor semblante que en las
últimas fotos, 40 días atrás, pero
advirtiendo que la recuperación será "prolongada
y no exenta de riesgos".
El mandatario de 80 años sufrió una crisis
intestinal el 27 de julio pasado y fue sometido a una
complicada cirugía. El 31 de ese mes transfirió
provisionalmente sus poderes a su sustituto constitucional,
su hermano Raúl, y desde entonces se encuentra
convaleciente.
Aunque Castro logre recuperarse satisfactoriamente
de la actual crisis de salud, habría que ver
si estaría en condiciones de realizar viajes
internacionales.
Fue precisamente el stress de su asistencia a una Cumbre
del Mercosur en Argentina, en julio pasado, lo que,
sumado a otras tareas en la isla, provocó las
hemorragias, según explicó el propio presidente.
El pasado año, en Salamanca, España,
la delegación fue encabezada por el canciller
Felipe Pérez Roque pues, según explicaron
las autoridades cubanas, la decisión de última
hora de Castro de no asistir, no dejó tiempo
suficiente a Lage para atravesar el Atlántico
y llegar a tiempo.
Medios próximos a la cancillería cubana
han dicho que las autoridades de la isla están
satisfechas con los documentos clave que se someterán
a consideración de los mandatarios: la Declaración
final y el llamado Compromiso de Montevideo.
Al igual que en Salamanca, La Habana lleva dos temas
que espera sean refrendados en comunicados especiales:
una condena del embargo económico que mantiene
Estados Unidos hace 44 años y un enérgico
rechazo a todo tipo de terrorismo.
En cuanto al bloqueo económico, que según
cifras oficiales ha dejado pérdidas por 86.000
millones de dólares, Cuba debe tener apoyo unánime
en Montevideo, toda vez que esos mismos países
votarán el día 8 de noviembre una resolución
en la Asamblea General de Naciones Unidas que por décimoquinta
vez condena esa restricción.
El documento en contra del terrorismo también
debe ser aprobado, aunque sin todas las referencias
directas al caso del anticastrista Luis Posada Carriles,
detenido en Estados Unidos por problemas migratorios,
y acusado por Cuba de numerosos atentados, entre ellos
del derribo de un avión comercial en 1976.
En cuanto al tema central de la reunión, la
emigración, Cuba, con una comunidad de emigrados
de 1,2 millones de personas, acusará a Washington
de estimular las salidas ilegales del país mediante
la llamada ley de Ajuste Cubano, que por estos días
cumple 40 años.
Esa legislación privilegia a los cubanos que
llegan a Estados Unidos por cualquier vía con
residencia y facilidades laborales automáticas.
El tema de la XVI Cumbre Iberoamericana afloró
este lunes en la prensa cubana, cuando el semanario
Trabajadores recordó los llamados de Castro a
la unidad y aseguró que tienen "mas vigencia
que nunca".
AFP
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