También en este dossier:

- Después de la calamidad
- El periodismo en una jornada trágica

- Wall Street evitó el pánico

IMPRESIONANTE | El mundo nunca había asistido a un ataque terrorista de esta magnitud; las imágenes de la televisión fueron estremecedoras

El peor de la historia

El día más terrible que podía temer y presagiar Estados Unidos ocurrió ayer. Las peores pesadillas se hicieron reales.

NUEVA YORK

Los centros político y financieros de Estados Unidos fueron blanco de una ola de atentados terroristas que destruyeron las Torres Gemelas de Nueva York, causaron daños en el Pentágono y dejaron una cifra no especificada pero posiblemente catastrófica de muertos y heridos.

La televisión estadounidense proyectó escenas de pánico entre miles de empleados del centro financiero neoyorquino.

Poco después, un tercer avión se estrelló en las inmediaciones del Pentágono, en las afueras de Washington, cerca de la sede del Departamento de Defensa y núcleo vital del aparato militar de la mayor potencia del mundo.

Otra aeronave se estrelló en las inmediaciones de Pittsburgh, y al parecer estaba volando en dirección a la residencia presidencial de descanso, en Camp David.

Las explosiones provocaron el alerta nacional en Estados Unidos.

Las autoridades clausuraron todos los aeropuertos y en Washington se ordenó la evacuación del Pentágono, la Casa Blanca, el Capitolio y el Departamento del Tesoro, contiguo a la mansión presidencial.

Víctimas de los atentados contra el World Trade Center comenzaron a llegar a los hospitales, abrumando la capacidad de asistencia de los centros médicos neoyorquinos, aproximadamente una hora después de la primera explosión.

La Comisión de Valores y Bolsa de Estados Unidos suspendió las actividades de todos los mercados financieros y, tras los atentados, el dólar retrocedió en Europa y Japón.

Líderes mundiales manifestaron repugnancia ante los atentados.

La ola de atentados comenzó en torno a las 08:45 locales (1245 GMT), cuando un avión se estrelló contra una de las torres gemelas de 110 pisos del World Trade Center de Nueva York, 18 minutos antes de que la segunda torre fuese también embestida por otro avión, al parecer una aeronave comercial.

En las imágenes de la TV, el extremo meridional de la isla de Manhattan estaba cubierto por densas nubes de humo y polvo posteriores al colapso de ambas torres gemelas.

La primera torre embestida se desplomó en torno a las 10:30 locales, casi dos horas después del ataque. Una media hora antes, la segunda torre atacada también había colapsado, desconociéndose si aún había ocupantes en el interior de ambas instalaciones.

En Nueva York, empleados en el distrito financiero de la ciudad parecían pasmados por la magnitud del desastre.

"El segundo avión enfiló desde el oeste y pareció tomar rumbo directamente hacia un nivel poco más bajo del primero en impactar la otra torre", dijo Mark Wood, un testigo ocular, a Reuters.

Los atentados se registraron en momentos en que miles iniciaban sus labores matinales en el centro financiero de la ciudad. La cadena CNBC dijo que hay por lo menos 1.000 heridos.

Un reportero de Reuters en el lugar dijo que vio un cuerpo caer de una de las torres.

El presidente de Rusia, Vladimir Putin, manifestó su profunda solidaridad con el pueblo estadounidense, "en relación con este atentado terrorista, esta terrible tragedia", según lo citó el portavoz del Kremlin, Alexei Gromov.

El primer ministro británico, Tony Blair, que se apresuró a volver de Brighton, donde asistía a una conferencia, a Londres, dijo que los líderes mundiales tienen que asumir un combate denodado contra el terrorismo.

En Dubai, la televisión de Abu Dhabi informó que un grupo palestino reclamó la responsabilidad por el atentado contra el WTC, una versión que luego fue desmentida por un funcionario de la organización.

Funcionarios de la FBI dijeron a la televisión estadounidense que uno de los aviones era un Boeing 767 de American Airlines, que al parecer había sido secuestrado horas antes en Boston, Massachusetts.

Otros informes de la televisión dijeron que el otro avión también había sido secuestrado en Boston.

COMPROMISO. Las imágenes de la televisión mostraban densas columnas de humo negro emanando de un enorme boquete abierto en uno de los costados del edificio, en el tercio superior de la primera de las torres atacadas.

En los momentos en que la televisión difundía esas imágenes, las cámaras captaron cómo un segundo avión embistió la otra torre contigua, provocando una gigantesca explosión y bola de fuego apreciables desde kilómetros de distancia.

Como final de la jornada, el presidente Bush dirigió un mensaje a los estadounidenses para pedir a todos que dediquen oraciones a las víctimas y ratificó que los criminales y quienes les dieron albergue serán perseguidos y detenidos.

 


Después de la calamidad

ALGUNAS veces se tiene la sensación de vivir una fecha que no se borrará de la memoria colectiva. Esa sensación pudo tenerse en mayo de 1945 cuando Alemania firmó el armisticio, en noviembre de 1963 cuando asesinaron a Kennedy o en noviembre de 1989 cuando cayó el muro de Berlín. La sensación se repitió ayer, cuando unas alucinantes imágenes de televisión divulgaban el penacho de humo sobre el World Trade Center de Nueva York, el derrumbe de esas dos torres y el incendio en el Pentágono, asegurando al 11 de setiembre de 2001 un lugar en medio de los recuerdos trágicos de estos tiempos modernos. La gente podía tener ayer frente al pavor callejero de Manhattan una curiosa mezcla de emociones, donde intervenía la incredulidad, la confusión del paisaje real con los desplantes de la ficción cinematográfica, el dolor sobre la cifra de víctimas, el miedo de que la serie de atentados prosiguiera, el otro temor de que el incidente desemboque en una guerra de escala y potencia difíciles de calcular por adelantado.

 

Inauguradas en 1972 y diseñadas por el arquitecto finlandés Eero Saarinen --una de las figuras máximas del siglo XX en su género-- las torres gemelas ya habían sufrido un atentado de parte de grupos extremistas musulmanes, cuando un camión con explosivos estalló en sus sótanos, pero el daño fue menor. En todo caso aquel incidente de 1993 sirvió para despabilar a los norteamericanos ante la posibilidad de que su propio territorio fuera alcanzado por un coletazo de los conflictos militares o políticos que Estados Unidos mantiene a escala mundial. Manejados por organizaciones expertas en el método operativo del terrorismo, esos atentados son casi siempre imprevisibles, integrados por su naturaleza al clandestinaje de tales grupos y por lo tanto caracterizados por su curso sinuoso y secreto. Lo malo es que buscan reducir al enemigo a través de una violencia que sólo consigue encrespar los ánimos que se pretende abatir, y lo peor es que su devastación suele recaer sobre víctimas civiles y por lo tanto inocentes del torneo de diferencias irreconciliables que se libra entre los centros de poder político y esos brotes de acción directa respaldados en su ferocidad armada.

 

MIENTRAS los servicios de socorro levantaban cadáveres y heridos de las calles del Bajo Manhattan, del entorno del Pentágono o del edificio del Departamento de Estado, en medio de enormes nubes de polvo y de humo, el espectador mantenía su incertidumbre sobre lo que ocurrirá en el futuro inmediato luego de que se apaguen las llamas, se entierre a los muertos y se saquen conclusiones sobre la provocación que el episodio significa para la superpotencia norteamericana o las medidas que el gobierno de ese país resuelva adoptar al respecto. Puede ser relativamente asordinado el efecto que la catástrofe de ayer produce en observadores de países como el Uruguay, que se siente al margen de ciertas emergencias más o menos bélicas del mundo de hoy, pero quizá la impresión sea mucho más intensa en otros países que han experimentado en carne viva los efectos del terror o la violencia armada, como sucedió en Tibet, en Israel o en Jordania desde los años 50, en Vietnam desde los 60, en Afganistán desde los 70, en Panamá a fines de los 80, en Timor o Sri Lanka en los 90.

 

Para observadores norteamericanos, el episodio reviste una gravedad adicional: es el primer ataque descargado sobre territorio metropolitano de Estados Unidos desde las guerras de independencia y anexión que ese país ganó en los siglos XVIII y XIX, ya que durante la primera y la segunda guerra mundial (y luego durante las intervenciones en Corea o Vietnam) todo aquel territorio nacional se mantuvo ileso, descontando apenas el efecto de algunas bombas transportadas por globos que provenían de Japón y llegaron en pequeño número a las costas norteamericanas del Pacífico hace 56 años. Ni siquiera Pearl Harbor fue un ataque sobre suelo estadounidense, ya que las islas Hawai eran una colonia hasta ser incorporadas como nuevo Estado recién en 1959. Pero desde el 11 de setiembre ese terreno que se mantenía invicto ha recibido un impacto que no se borrará. Ya nada será igual después de la espantosa experiencia de ayer.

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NEGOCIOS | Las Bolsas europeas cerraron con ganancias generalizadas alentadas por el recorte de las tasas de interés y el resurgimiento del euro

Wall Street evitó el pánico

Wall Street sufrió una fuerte caída, como era previsible, en su primer día de actividad después de los atentados.

NUEVA YORK

Los inversores bursátiles se abalanzaron ayer sobre los títulos del sector de la defensa y la seguridad mientras vendían los de las compañías aéreas y otros que cayeron en picada.

"Estamos en guerra". El mensaje del presidente de Estados Unidos George W. Bush fue escuchado por los inversores.

La sesión se inició tras dos minutos de silencio en memoria de los miles de muertos y desaparecidos que dejaron los atentados del martes.

La campana de apertura fue tocada por bomberos, policías y miembros de los servicios de emergencia, aclamados como "los héroes" de Nueva York, y que estuvieron rodeados por el gobernador del Estado, George Pataki, y la senadora demócrata Hillary Clinton, entre otros.

Después, los corredores de bolsa, algunos de ellos con lágrimas en los ojos, cantaron "Dios bendiga a Estados Unidos".

HISTORICO. El índice Dow Jones de los 30 valores vedettes de Wall Street sufrió la mayor caída en puntos de su historia, con un retroceso de 684,81 puntos (-7,13%), descendiendo a 8.920,70 unidades en la sesión de reapertura de la bolsa de Nueva York desde el martes 11 de setiembre.

La bolsa electrónica Nasdaq, donde cotizan las empresas de la nueva tecnología, perdió 116,09 puntos (-6,85%), y se derrumbó a 1.579,28 puntos, su nivel de cierre más bajo desde el 14 de octubre de 1998 (1.540,97 puntos).

AEROLINEAS. Las compañías aéreas estadounidenses cayeron en picada en Wall Street, duramente impactadas por los atentados terroristas, lo que condujo a la Casa Blanca a prometer una asistencia federal para evitar el desastre financiero de ese sector.

Los títulos de los principales transportadores perdieron entre 20% y 50% en promedio. American Airlines y United Airlines, las dos primeras compañías aéreas americanas y mundiales, vieron sus acciones descender 40% en Wall Street hacia el cierre, con valor respectivo de 11 y 12 dólares.

Desde ayer, la firma de inversiones SG Gowen aconsejaba a sus clientes "acrecentar de manera sustancial la atención otorgada al sector de la defensa". Por ejemplo, abalanzarse sobre títulos como Raytheon, el fabricante de misiles, del cual revisó la nota al alza.

Este sector está "sostenido por la sensación de amenaza, el ambiente de guerra y la visibilidad de sus ventas. Los títulos tienen un vigoroso potencial al alza, como cuando la invasión soviética de Afganistán en 1979", estimó SG Gowen.

A media jornada, en un océano de bajas, Lockheed Martin, el primer grupo mundial de defensa que fabrica los aviones caza F16, ganaba más de 11%. Raytheon, que produce los famosos misiles Patriot pero también bombas guiadas por laser utilizadas masivamente durante la guerra del Golfo, subía más de 26%.

Sin embargo, Boeing, uno de los grandes de la defensa y United Technologies (UTC), que fabrica los motores de aviones Pratt y Whitney, no se beneficiaban de la tendencia.

Boeing bajaba más de 12%, mientras que la cotización de UTC debió ser suspendida.

"Se trata de una desorganización sin precedentes para las compañías aéreas y sus proveedores", señaló SG Cowen.

OPTIMISMO. Sin embargo, la empresa de inversiones Goldman Sachs estima que la bolsa de Nueva York dispone de tres triunfos: los cuatro días de cierre dieron dieron tiempo a los inversores para reflexionar, al sistema bancario nunca le faltó liquidez y las empresas fueron autorizadas a recomprar masivamente sus acciones.

El prestigioso banco comercial se mostró optimista: "bravo, la economía estadounidense enfrenta un estrés temporario, pero está fundamentalmente sana!", escribió a sus clientes.

Según el banco, "la debilidad de la economía podría ser seguida por una reactivación más notable gracias a una política monetaria más estimulante, una política fiscal flexibilizada y el impacto de la reconstrucción".

OTROS MERCADOS. Para evitar que la caída se situara en las cifras previstas por los analistas, antes de la reapertura, la Reserva Federal (Banco Central de los Estados Unidos) anunció por sorpresa que rebajaba en medio punto el precio del dinero, hasta el 3%. Al empezar el año la tasa estaba en el 6,50%.

Esta decisión animó a las bolsas del Viejo Continente que, a esta buena noticia, sumaron el recorte de tipos, también sorpresivo, de medio punto, hasta el 3,75% decretado por el Banco Central Europeo (BCE).

Con esas medidas, las autoridades monetarias norteamericanas y europeas querían inyectar dinero en el mercado, ya que según las teorías liberales una rebaja del precio del dinero desincentiva el ahorro y fomenta la inversión en bolsa, lo que a su vez debería reactivar la economía.

Las plazas europeas con esta estrategia acabaron con revalorizaciones medias del 3%.

Significativas también fueron las alzas de los parqués latinoamericanos, a excepción del de México, que cayó un 3,87%.

El mercado que más se revalorizó ayer fue el de San Pablo que subió un 5,08%, tras los descensos de la semana pasada de casi un 20%.

Los bajos precios de las acciones explicaron esta revalorización, según los expertos.

Otras subidas destacadas fueron las de Chile (+1,69), Caracas (+0,95) y Buenos Aires (+0,57).

MATERIAS PRIMAS

Oscilación en precios del oro y del petróleo

NUEVA YORK * Los precios del crudo, la gasolina y otro productos cerraron ayer con descensos generalizados, después de una jornada de gran volatilidad e incertidumbre en los mercados por las consecuencias que tendrán sobre la economía y los suministros los ataques terroristas de Nueva York y Washington.

Especulaciones respecto a que Estados Unidos habría solicitado a los miembros de la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP) elevar la producción y la inquietud por un incremento de la tensión en Oriente Medio fueron algunos factores que influyeron en la tendencia de los mercados del crudo al inicio de la semana.

También tuvo un notable impacto en el ánimo negociador de los operadores los fuertes descensos que registraron las bolsas de Wall Street, que recuperaron la actividad, después de permanecer cerradas desde el pasado martes.

Algunos analistas señalaron que es muy probable que los mercados se vean afectados las próximas semanas por factores como el riesgo y el temor a una escalada militar, en lugar de tener en cuenta otras cuestiones relacionadas con la oferta y la demanda de crudo.

El precio de los contratos futuros para octubre del Petróleo Intermedio de Texas, que es el de referencia en EE.UU., bajó 0,72 dólares y quedó en 28,81 dólares, después de llegar en algunos momentos casi a los 30 dólares por barril.

El precio de los contratos para noviembre del petróleo Brent que se negocian en Nueva York quedó a 28,62 dólares, después de un alza de 1,20 dólares, aunque con un bajo volumen de transacciones.

ORO. El precio del oro en lingotes continuaba subiendo ayer y registraba sus niveles más altos desde el 1º de marzo del 2000, en medio de mayores tensiones a nivel global y la fuerte caída de las acciones estadounidenses tras la reapertura de Wall Street.

El precio del oro se fijó en U$S 293,25 por onza, un alza frente al precio de la mañana en Londres, de U$S 291,00 y muy por encima del cierre del viernes, de U$S 285,75.

PAQUETE. Las aerolíneas de Estados Unidos buscan que el gobierno les otorgue una ayuda de U$S 24.000 millones para estabilizar sus finanzas tras los ataques del martes con aviones secuestrados, que terminaron de empujar a la industria a una crisis, dijo la Asociación de Transporte Aéreo ayer.

El paquete incluye U$S 11.200 millones en garantías de préstamos que serían respaldadas por el gobierno federal, U$S 7.800 millones en alivios fiscales y U$S 5.000 millones en asistencia directa en efectivo, dijo a Reuters Michael Wascon, vicepresidente de comunicaciones de la asociación.


EL AGRADECIMIENTO A LOS LECTORES DE EL PAIS

El periodismo digital en una jornada trágica

La edición especial que a partir de las once a.m. del martes comenzó a realizar EL PAIS digital, llegó a la cifra record de 45.000 lectores diferentes provenientes de 91 países al tiempo que sirvió de vehículo para facilitar la comunicación de decenas de uruguayos con sus familias.

Lea los mensajes enviados por nuestros lectores

Como decía el editorial de El País, "los hechos del martes 11 de setiembre de 2001, le aseguran un lugar en medio de los recuerdos trágicos de estos tiempos modernos". Ha sido el bautismo dramático del siglo. También la primera gran jornada trágica que debieron enfrentar los medios de la era digital.

Apenas comenzaron los ataques terroristas en Nueva York y Washington, comenzaron a llegar los mensajes angustiados de nuestros compatriotas, que vieron en EL PAIS un vínculo natural de recepción de mensajes.

Con la velocidad de las nuevas tecnologías, nuestros técnicos se abocaban a poner en acción el mecanismo ,,que permitía poner on line los mensajes que iban llegando, mientras nuestros periodistas se comunicaban con la Secretaría de Prensa de la Cancillería para ampliar el ámbito de conexión que posibilitaba sustituir o complementar a las líneas telefónicas congestionadas. La Cancillería habilitó entonces una dirección de correo que resultó ser un vínculo efectivo de comunicación.

Durante la cobertura periodística y el servicio de conexión, más de 45.000 usuarios visitaron nuestra edición especial provenientes de 91 países tan distantes como los propios EE.UU. o Burkina Faso, Turquía o China. Nuestra redacción recibió más de 150 mensajes de lectores que contaban su experiencia o daban aviso a sus familiares que estaban a salvo.

Las cifras simplemente triplicaron la lectoría habitual de la edición de EL PAIS digital y llevó a colapsos momentáneos e intermitentes de nuestras líneas. La instantaneidad de la era digital, habitualmente al servicio l pueblo norteamericano.

Sentimos que si bien la abyección descargó su furia sobre los Estados Unidos, quien realmente estaba siendo golpeada era la humanidad. De ahí el título sobreimpreso de la edición de ayer miércoles: "Ya nada será igual", extraído de la última frase del editorial del día. Porque realmente, después de aquella jornada imborrable, ya nada volverá a ser como antes.

No sólo para los Estados Unidos, sino para cada uno de nosotros. Estemos o no en condiciones de advertirlo. Lo único que nos reconforta parcialmente es saber que servimos a la comunicación y contribuimos a amortiguar aunque fuera en una mínima parte, la angustia de quienes tenían familiares en el lugar de la tragedia.
Por eso, más que aceptar pasivamente el agradecimiento de cuantos se comunicaron con nosotros, queremos manifestar nuestro propio agradecimiento.

Pocas veces tiene un medio de comunicación la posibilidad de sentirse implícitamente reconocido como lo estuvo el martes EL PAIS, como nexo natural entre los seres humanos.

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