El
compromiso con la sociedad
Lo
que El País hizo por la cultura
A lo largo de su historia El País ha incursionado
en áreas paralelas al periodismo, cuyo compromiso nunca se midió
en el retorno de utilidades sino en el mejoramiento de la sociedad uruguaya.
Con ese criterio es que se realizaron investigaciones históricas,
se donaron escuelas rurales, instaurado premios para actividades científicas,
artísticas y deportivas, se han realizado decenas de publicaciones
extraordinarias, se levantó un teatro, se promovieron bienales
de arte y hasta se fundó un museo, entre tantas otras cosas que
vamos a repasar en esta y las siguientes páginas.
En el
área cultural, específicamente, quizás esté
en la fundación del Museo de Arte Contemporáneo y en la
instalación del teatro del Centro (Carlos E. Scheck) dos pilares
fundamentales del aporte hecho a la comunidad, aunque hay otros hechos
también relevantes, por cierto.
Fue a través de la creación del Centro de Artes y Letras
que El País impulsó tanto a maestros consagrados como a
jóvenes promesas para que tuvieran ámbitos donde desarrollar
sus talentos en las diferentes manifestaciones del arte, como la pintura,
la escultura, el grabado, la cerámica, la orfebrería, el
tapiz, etc. Así se desarrolló la Primera Feria Nacional
de Artes Plásticas en la plaza Libertad, un suceso formidable de
donde surgieron grandes nombres de la generación del 60.
Pero las iniciativas del Centro de Artes y Letras no se agotaron en esas
ferias, sino que fueron innumerables, incluyendo hasta una Bienal
del Deporte en las Artes Plásticas que hizo participar a
los más importantes pintores uruguayos. Acaso valga también
referir, a manera de anécdota, aquel happening de la
artista argentina Marta Minujín realizado en el estadio de Cerro,
con movilización de helicópteros, no enteramente comprendido
por todos, pero que era parte de la corriente artística con rasgos
transgresores que el mundo vivía. El País, lejos de adormecerse
en lo establecido, siempre acompasó las manifestaciones artísticas
de avanzada.
MUSEO Y TEATRO. El espacio del Centro de Artes y Letras lo ocupó
luego el Museo de Arte Contemporáneo (MAC) bajo la dirección
de la Prof. María Luisa Torrens, que más tarde se mudó
al actual local de 18 de Julio entre Julio Herrera y Río Branco.
El mismo exhibe una colección permanente de pinturas pero además
a lo largo de su trayectoria ha organizado centenares de muestras temporales
de grandes artistas de todo el mundo. Paralelamente, en tiempos de su
emplazamiento en el subsuelo del edificio de plaza Cagancha, organizó
memorables ciclos de conciertos, como los del Sexteto Barroco.
En el mismo sitio, luego, se creó el teatro del Centro (más
tarde denominado Carlos E. Scheck) por cuya sala han pasado los más
prestigiosos elencos de nuestro medio teatral e incluso de la Argentina
(como Norma Aleandro) Sería imposible enumerar la cantidad de obras
y figuras que allí se presentaron desde su inauguración
por la compañía Margara WillatMartínez Mieres
con la pieza Un espíritu burlón, de Noel Coward.
ARTIGAS. La cultura es también el libro, el impreso que servirá
a las generaciones futuras a comprender el pasado. A ese respecto El País
no sólo creó Ediciones de la Plaza, una editorial que ha
publicado hasta el presente miles de obras de diversa índole (desde
la pedagogía al ensayo, desde la literatura a la ciencia y el texto
liceal), sino que, además, el diario, a lo largo del tiempo, ha
entregado con sus ediciones periódicas magníficas obras
en forma de libro. Dos de ellas se han destacado especialmente:
Una fue el Artigas editado cuando se cumplió el centenario
de la muerte del Prócer (1950) y que fue durante muchos años
un referente de consulta sobre la personalidad del Jefe de los Orientales.
Escrito por varios historiadores (Pivel Devoto, Maggi, Flores Mora, Petit
Muñoz, Narancio, Traibel, María Julia Ardao, Gross Espiel
y otros) se constituyó en un suceso de tal magnitud que debieron
realizarse varias ediciones.
El otro fue más reciente y también se refirió al
Prócer. Los tiempos de Artigas, entregado en siete
tomos en 1999, fue realizado por la historiadora Ana Ribeiro con un suceso
popular extraordinario.
Pero han sido además de esos dos ejemplos decenas los
libros que El País ha entregado con sus ejemplares a lo largo de
los últimos años, algunos en entregas semanales coleccionables
y otros en únicas entregas, desde la Historia Universal
de Carl Grimberg pasando por diversos Atlas y enciclopedias (Larousse,
Salvat) hasta las historias de la National Geographic y del Guinness.
Desde historias de los mundiales de fútbol a coleccionables de
temas uruguayos como las casas históricas (Nuestro Patrimonio),
los monumentos montevideanos o las actuales entregas sobre los Tesoros
de la Identidad Nacional.
Ha habido trabajos especiales en muchos de los aniversarios del diario
que se han entregado gratuitamente a los lectores, colecciones sobre las
grandes obras de la literatura universal pensadas para estudiantes y otras
de diversa índole, desde las magníficas fotos aéreas
de Testoni sobre el Uruguay hasta la historia del Graf Spee, de Gardel,
de la epopeya nacionalista de 1897, de Maracaná o de los grandes
enigmas de la historia.
Pero seguramente todos recuerden como un éxito popular extraordinario
los fascículos coleccionables de Historia del Uruguay en
Imágenes, que fue un rescate de la memoria visual de nuestro
país a través de una sucesión de estupendas fotografías
de época.
Siempre acompasando los avances del mundo, El País fue también
pionero en la entrega de cassettes, videocassettes y luego CDs junto
a la edición diaria, aportándole a los lectores y a la sociedad
elementos que sirvieran para elevar el nivel cultural.
EL CINE. En 1962 El País creó un Departamento de Cine, que
era algo extraño, realmente, para un diario. Pero ese departamento
sirvió para filmar noticias que utilizaban los informativos del
naciente Canal 12, para realizar comerciales de TV, para ensayar la creación
de algunos documentales de interés y para colaborar con el exitoso
Telecataplum, que encontró en aquellos jóvenes
cineastas del departamento creado por El País un apoyo visual de
inmediata repercusión popular (muchos podrán recordar las
parodias notablemente filmadas de Patrulla de caminos, El
año pasado en Marienbad y El fugitivo, entre
tantas otras).
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