Publicada en el Economía & Mercado el lunes 6 de julio

Actual período de emigración es igual o mayor al pico registrado en 1982-83

Un saldo negativo entre ingresos y salidas del país de 20.000 uruguayos por año neutraliza el crecimiento anual de la población

En Uruguay la emigración se ha vuelto estructural, con momentos de auge determinados por situaciones como la crisis económico-financiera de 1981-1982 y la extensa recesión económica que comenzó en 1999, expresó la Dra. Adela Pellegrino, demógrafa de la Facultad de Ciencias Sociales de la Universidad de la República, al ser consultada por ECONOMIA & MERCADO sobre la magnitud y características que reviste este fenómeno en la actualidad. La entrevistada señaló que no se puede cuantificar con exactitud la reciente ola migratoria porque la recolección de datos es un proceso muy extenso y complejo. Pellegrino analizó el cambio producido en el perfil de la emigración uruguaya, que evolucionó de forma acorde con las modificaciones del mercado de trabajo en el mundo, donde la mayor demanda laboral está en el sector servicios. Finalmente, se refirió a la emigración calificada o brain drain, que consiste actualmente en una selección muy exclusiva de técnicos en áreas estratégicas.

--¿Cuál ha sido el impacto de la emigración en Uruguay?

--La emigración es un fenómeno que siempre ha estado presente en la historia uruguaya. Sin embargo, desde la década de los setenta la emigración de los uruguayos ha tenido un fuerte impacto demográfico. Entre 1963 y 1985 se calculó un saldo neto negativo de 310.000 personas, equivalente al 12% de la población media del período y abarcó a aproximadamente el 20% de la población económicamente activa. En la década de 1990 mis estimaciones eran que un 10-12% del total de habitantes de Uruguay vivía en el exterior. Lo cierto es que la emigración se ha vuelto estructural, con momentos de auge determinados por situaciones como la crisis económico-financiera de 1981-1982 y la extensa recesión económica que comenzó en 1999.

--¿Hay cifras del número de emigrantes de estos últimos años?

--La reciente ola migratoria no se ha podido cuantificar pero, quizás, este fenómeno tenga tal magnitud que quede corta la estimación de que un 10-12% de la población uruguaya está residiendo fuera del país. De todos modos, no me animaría a aventurar una cifra porque la recolección de datos migratorios es un proceso muy extenso y complejo en Uruguay al igual que en otras partes del mundo. A vía de ejemplo, la gente que emigra generalmente no lo declara cuando sale del país ni existe un registro al respecto. Incluso, muchas personas viajan al exterior, especialmente a los países vecinos, sin un proyecto definido. Sólo si consiguen un trabajo conveniente se convierten en emigrantes.

--Entonces, ¿cómo se obtienen datos estadísticos confiables de las migraciones?

--Cuando hemos podido medir la migración es porque contamos con un censo de población. Esto nos permite sacar ciertas conclusiones en base a la población existente en el censo anterior y la población esperada de acuerdo con las proyecciones demográficas. De allí se puede estimar lo que se denomina el saldo residual. Si hay menos habitantes de lo previsto, es porque se produjo una emigración; si hay más población, se debe a que hubo inmigración.

La otra forma de conseguir datos migratorios surge de considerar los censos poblacionales de los países que se presumen de destino de los emigrantes. El inconveniente que tiene este tipo de información es que suele haber un sub-registro de inmigrantes en los censos de los países de recepción debido a la presencia de inmigrantes ilegales que tienden a rehuir todo tipo de control. Por otra parte, los censos se efectúan cada diez años y, en general, se cumplen en el año cero de cada década. Por consiguiente, prácticamente ninguno de los países hacia donde se dirigen mayoritariamente los uruguayos en la actualidad, básicamente Estados Unidos y España, han dado a conocer cifras de emigrantes de nuestro país provenientes de los censos del año 2000. Tampoco tenemos aún la información de los censos realizados últimamente en los dos países vecinos, Argentina y Brasil.

Por otro lado, los censos plantean un problema adicional en los países europeos, que constituyen un destino importante de la migración uruguaya, debido a que allí los datos estadísticos se presentan por nacionalidad y no por país de nacimiento de los censados. Como la mayor parte de los uruguayos que emigran a Europa lo hace previa recuperación de la nacionalidad de sus antepasados europeos, esos emigrantes se pierden de la estadística migratoria.

--¿No se pueden obtener datos estadísticos de las migraciones por otros medios?

--Sí. Algunas naciones estiman la migración a través de los registros de entrada y salida del país. En realidad, es un registro del movimiento de personas, que muchas veces se asimila a la migración porque en caso de haber muchas más entradas que salidas o viceversa, puede inferirse que ha existido una corriente migratoria positiva o negativa.

--¿Es ese un dato relativamente fidedigno?

--Difícilmente este tipo de registro es completo. Hace dos años se publicaron grandes titulares en la prensa local, destacando que unas 60.000 personas se habían ido de Uruguay en los últimos doce meses. Desde un principio sospeché que ese cálculo estaba basado en un grave error, porque la salida de esa cantidad de uruguayos, equivalente a un 2% de la población total, en un solo año hubiera sido realmente una catástrofe desde todo punto de vista. Luego de una averiguación efectuada en la Dirección de Migraciones del Ministerio del Interior, resultó que existe un problema de registro en las fronteras terrestres con Brasil. Por lo general, los uruguayos que viajan a ese país tienen mucho interés en registrarse a la salida porque necesitan una constancia para circular en Brasil; pero, a su regreso, los viajeros no pierden tiempo en informar a las autoridades uruguayas de su pasaje por la frontera. Por consiguiente, esta modalidad produce una fuerte alteración del registro de entradas y salidas.

--¿Qué cifras estimadas se pueden obtener de la emigración reciente?

--Dado que la emigración hacia los países vecinos ha declinado visiblemente, la comparación de cifras de entradas y salidas en el Aeropuerto Internacional de Carrasco resulta ser un procedimiento más confiable. Según la información que pude recabar, allí se registró un saldo negativo anual de unas 19.000-20.000 personas en 1999 y 2000. Estos números tienen visos de acercarse más a lo que ha sido realmente la migración anual últimamente.

De todos modos, es una cifra muy elevada para la población que tiene Uruguay. En nuestro país se registran aproximadamente unos 53.000 nacimientos y 32.000 defunciones cada año. Por consiguiente, el crecimiento demográfico natural está en 21.000 personas. Si tenemos una cifra similar de emigrados, significa que se ha neutralizado el crecimiento anual de la población. Por los síntomas de la situación socio-económica del país, no hay duda que estamos frente a un período de migración importante similar o quizás mayor al pico registrado luego del quiebre de la "tablita" en 1982-83.

--¿No existe la posibilidad de lograr datos más afinados antes del próximo censo de población?

--Sería conveniente que el Instituto Nacional de Estadística (INE) volviese a realizar las encuestas de migración que llevó a cabo hasta 1982. Reconozco que era un mecanismo complejo, porque no se interrogaba al emigrante sino a sus familiares. A pesar de todas las precauciones que hay que tener cuando se maneja este tipo de información indirecta, los datos recabados por aquellas encuestas de migración fueron muy buenos. Al compararse luego esas cifras con los resultados de los censos de los países de destino, surgían equivalencias muy significativas. Dichas encuestas nos permitieron estudiar mejor la emigración de los años setenta, que tuvo motivaciones políticas y económicas.

Destinos preferidos

--¿Se dirigen los actuales emigrantes a los mismos destinos que quienes los precedieron en décadas anteriores?

--Argentina y Brasil han dejado de ser polos de atracción de los trabajadores uruguayos. Se podría decir que ahora los destinos preferidos son Estados Unidos, desde que se levantó el requisito de visa de entrada a los uruguayos, y España, por lazos familiares e idiomáticos. El flujo migratorio hacia Australia, que fue muy intenso en el pasado, se ha detenido debido a que resulta muy difícil el ingreso a ese país, salvo para profesionales universitarios y técnicos muy calificados.

--¿Cuáles son las características más destacadas de la nueva generación de emigrantes?

--Si se estudian los censos de Estados Unidos de los años setenta y ochenta, se puede ver que emigraron muchos uruguayos que eran obreros industriales con un nivel educativo relativamente alto, así como también profesionales universitarios. No es una mera casualidad que se haya formado una fuerte colonia uruguaya en una zona industrial del estado de Nueva Jersey. Considero que el reclutamiento de mano de obra especializada de parte de empresas norteamericanas tuvo mucha incidencia en la captación de ese tipo de emigrante en aquella época. Pero ya en los años noventa se observó un cambio en el perfil de la migración uruguaya, que evolucionó de forma acorde con las modificaciones del mercado de trabajo en el mundo, donde la mayor demanda laboral está en el sector servicios.

--¿Cuáles son las ocupaciones más comunes de los uruguayos que han emigrado en años recientes?

--Según mi percepción en base a distintos viajes realizados en los últimos años y no en cifras estadísticas de las que carezco, los actuales emigrantes uruguayos son reclutados como mozos y meseras en restaurantes, como empleados en actividades relacionadas con el turismo, como obreros no especializados en la construcción y también desarrollan tareas como pequeños empresarios ofreciendo una serie de servicios anexos a la construcción (sanitaria, carpintería, pintura, etc.). En cambio, los que acceden a empleos calificados son un número menor, pero quizás significativo para las dimensiones de la población de Uruguay.

Fuga de cerebros

--¿A qué se considera emigración calificada?

--Existen diversas definiciones sobre el tipo de especialistas que se incluyen bajo emigración calificada, así como sobre la gama de niveles que esta denominación abarca. Hay estudios que incluyen a los obreros especializados, pero otros trabajos tienen un concepto más restringido. Por ejemplo, la National Science Foundation de Estados Unidos usa una clasificación que define como "ingenieros y científicos" en la que incluye diferentes especialidades de las ciencias básicas, naturales y las ingenierías y también a los científicos sociales. En general, la definición depende del enfoque de la investigación que se pretende realizar y también del tipo de información que se dispone.

--¿Qué magnitud tiene el brain drain o fuga de cerebros en Uruguay?

--Según mis cálculos, entre el 9% y el 10% del total de profesionales y técnicos uruguayos se encontraba en los Estados Unidos y otros once países latinoamericanos en la década de los ochenta. Estas estimaciones no tuvieron en cuenta a los residentes en países europeos o en Australia. Por su parte, el sociólogo César Aguiar estimó una cifra de 14%, en donde incluye a la emigración calificada en los demás continentes, con lo cual los resultados de ambas investigaciones son bastante coincidentes. Según los datos de censos de la década de 1990, se puede inferir que el porcentaje de emigración calificada permaneció sin cambios con respecto al número de profesionales que vive en el país, lo que constituye una cifra elevadísima.

Sin embargo, todo indica que hoy no existe una migración masiva de profesionales universitarios como ocurrió en décadas pasadas, porque la gran mayoría de las personas con títulos profesionales que habilitan a un ejercicio liberal se encuentran bien ubicadas en el plano socioeconómico. Por otra parte, en los países de recepción las colegiaturas están actuando como organismos de control muy restrictivos. Más bien, el brain drain consiste actualmente en una selección muy exclusiva de aquellos técnicos en áreas estratégicas como telecomunicaciones, informática, ciencias básicas y biotecnologías.

--¿Cuáles son las características de la emigración calificada en la actualidad?

--Los países desarrollados están llevando a cabo políticas tendientes a captar "cerebros" --técnicos y científicos-- no sólo en los países en vías de desarrollo sino también en economías de igual nivel. En los países receptores esta competencia, que se ha agudizado por el reclutamiento que realizan las empresas transnacionales, se ve reflejada en el actual diseño de políticas oficiales. En el caso de Estados Unidos, se ha aumentado a casi 200.000 el número de visas otorgadas anualmente para personas con altas calificaciones que ingresan por un período de cinco años. Este tipo de políticas se repite en prácticamente todos los países desarrollados, donde al tiempo que se cierran las fronteras para la inmigración masiva se ponen en práctica medidas para alentar el ingreso de personas con determinadas calificaciones.

--¿Se aplica el brain drain de la misma manera en todos los países?

--Existen otras modalidades que tienden a extenderse. Un caso típico de brain drain de nuevo tipo tiene lugar en la India. El enorme desarrollo experimentado por la informática en esa nación ha sido acompañado por un crecimiento de la emigración calificada hacia los Estados Unidos y otros países desarrollados. Sin embargo, cada vez se extiende más la modalidad de trabajo a distancia con los países centrales. Un número importante de técnicos en informática permanece en su patria trabajando para empresas en el Silicon Valley. Sin duda esta tendencia a una emigración virtual y no física de ese personal altamente especializado se constituirá en una modalidad cada vez más frecuente y de la cual los países con menores recursos económicos deberían aprender a sacar beneficios.

--¿Son conscientes los gobiernos de los países periféricos de los efectos del brain drain?

--Desde mediados de la década de los noventa, en gran medida a raíz del nuevo empuje de desarrollo tecnológico y de la consiguiente demanda de altas especializaciones, hay una nueva alarma a propósito de la migración de "cerebros". Esto surge de la toma de conciencia de que la disponibilidad de recursos humanos capacitados se ha convertido en un aspecto central de las estrategias de desarrollo de los próximos años y que ello afectará de manera decisiva las perspectivas de que los países del Tercer Mundo se incorporen de manera activa a los grandes cambios en la producción de bienes y servicios.

Redes de vinculación

--Ya que resulta prácticamente imposible detener el drenaje de la población calificada, ¿qué medidas podrían aliviar los efectos negativos de la emigración calificada?

--En la búsqueda de propuestas tendientes a revertir los efectos adversos de la emigración, existen hoy políticas orientadas a recuperar esa movilidad en beneficio de los países de origen. Ellas intentan sustituir la visión negativa o de pérdida, que predominaba en el enfoque sobre brain drain, por otra que tiende a reivindicar los aspectos positivos de la movilidad, en la medida que las migraciones circulares o pendulares con retornos transitorios de los emigrantes, contribuyen a la consolidación de los mercados de trabajo locales y a su desarrollo. Desde esa perspectiva, se busca transformar el brain drain en brain gain. A su vez, la denominación brain drain es complementada con la de brain exchange o brain circulation.

Hay países que han sacado mucho rédito de la emigración de sus connacionales estimulando políticas de retorno y de revinculación.

Lo que se puede decir como balance de los ejemplos de otros países es que la emigración de recursos calificados constituye una pérdida de gran impacto para los países de origen. Estas pérdidas pueden convertirse en ganancia cuando se logra el retorno o al menos la vinculación de los emigrantes con los proyectos del país de manera que trasladen las experiencias y conocimientos adquiridos. Lo que es claro es que los países que han logrado recuperar de alguna manera los "talentos perdidos" han implementado fuertes políticas en esa dirección.

Migración: Uruguay es un caso atípico

--¿Qué ventajas puede tener la emigración?

--El argumento más invocado como efecto positivo de la emigración es que actúa como una válvula de escape, reduciendo la tensión derivada del crecimiento de la fuerza de trabajo y las dificultades de creación de empleos acordes con el mismo. También puede ser un alivio en circunstancias de alto desempleo porque evita tensiones y conflictos sociales. Es claro que también es posible considerar una óptica contraria, que vea esa presión como un factor que podría contribuir a la búsqueda de soluciones creativas y a cambios importantes en los sistemas productivos y en las formulaciones políticas y argumentar que la ausencia de presión tiende a favorecer el mantenimiento del statu quo.

Asimismo, existe una corriente de economistas que considera que la emigración es positiva porque muchos de los emigrantes adquieren nuevos conocimientos y luego retornan al país de origen para aplicarlos y porque envían remesas de dinero a sus familias que no se han ido, etc. Además, en el caso de la emigración calificada, alegan que opera como un vínculo con los centros de investigación más avanzados.

--¿Resulta beneficiosa la emigración para un país poco poblado como Uruguay?

--Si bien es posible que la emigración per se sea saludable para la economía de países densamente poblados y con una elevada tasa de crecimiento demográfico como México, ese no es el caso de Uruguay, donde la población que ingresa al mercado de trabajo está estancada. En cierto modo, el Uruguay es un caso atípico con respecto a los planteos generales con que se analiza la migración internacional, ya que experimentó una fuerte emigración sin estar sometido a la presión del alto crecimiento demográfico y pese a estar ubicado entre los países de América Latina con mejores indicadores de desarrollo humano.

Nuestro país comenzó tempranamente a desarrollar una modalidad emigratoria que en sus inicios fue esencialmente regional y con el carácter de migración interna. Los movimientos se dirigían fundamentalmente a Buenos Aires, que actuó durante mucho tiempo como "metrópolis" regional. Por otra parte, el nivel educativo elevado de la población y las expectativas depositadas en la educación como mecanismo de movilidad social generaron comportamientos y aspiraciones, que se vieron frustrados por el estancamiento en el crecimiento económico.

Se estima que remesas de emigrantes uruguayos son de poco monto

--A su juicio, ¿cuál es el efecto económico más notorio de la emigración en el país de origen?

--Es el que resulta de las remesas de dinero enviadas por los emigrantes a sus familias. A pesar de que su estimación es compleja, la magnitud de los montos que han alcanzado las transferencias de los emigrantes a los principales países de emigración es muy significativa.

En muchos de ellos, como México y los países de América Central y del Caribe, las transferencias de dinero de los emigrantes han contribuido a mejorar la balanza de pagos y constituyen una fracción significativa del PBI. El aporte de las remesas al desempeño individual y familiar de los propios emigrantes es un efecto directo cuyas consecuencias son indudables; más cuestionada ha sido la contribución de estas transferencias al desarrollo nacional y a la generación de actividades económicas que contribuyan a crear empleos.

El argumento de que las remesas sólo contribuían a aumentar el consumo de las familias de los emigrantes y no se empleaban en actividades productivas fue confirmado por los resultados empíricos sobre comunidades en México, que pusieron en evidencia que entre el 60% y 90% de las remesas de los emigrantes se destinan al consumo de las familias (mantenimiento de la familia, salud, construcción o remodelación de la vivienda, bienes de consumo, etc.) Sin embargo, nuevas aproximaciones al tema analizan los efectos multiplicadores, directos e indirectos, de las transferencias de dinero por parte de los emigrantes. Los resultados estiman que por lo menos U$S 84 millones, de los U$S 2.000 millones estimados de remesas anuales a México, se destinan a la inversión directa, al tiempo que el dinero destinado al consumo contribuye a incrementar la demanda de bienes y servicios producidos en México. A esta estimación se debe agregar el impacto que la migración y las remesas tienen sobre las economías locales que benefician indirectamente a los hogares de los no-emigrantes.

--¿Se conoce a cuánto ascienden las remesas que envían los emigrados uruguayos a sus familiares que se han quedado en el país?

--Lamentablemente no se ha podido saber hasta ahora el peso real de dichas remesas en Uruguay, debido entre otras razones, a la forma en que se llevan las cuentas nacionales. De todas maneras, se sospecha que el monto es pequeño, sobre todo en proporción a la gran cantidad de emigrantes que tiene Uruguay. Por ejemplo, en algunas encuestas que hemos efectuado en zonas fronterizas como Bella Unión y lugares cercanos a Buenos Aires como Colonia, hubo un "no" rotundo a la pregunta sobre la existencia de remesas. Como hipótesis de trabajo ya que no lo puedo asegurar, considero que la modalidad de la corriente migratoria uruguaya difiere de sus similares latinoamericanas porque está basada en la emigración de núcleos familiares completos. Puede ser que en una primera etapa, el jefe de familia se vaya solo al exterior y envíe algún dinero a su cónyuge e hijos, pero al poco tiempo suele mandarlos buscar. En cambio, la emigración tiene otro sentido en sociedades con fuerte arraigo en el medio rural y con vínculos familiares muy extendidos. Por lo general, es uno de sus miembros quien emigra como forma de ayudar a la supervivencia del grupo familiar, pero su objetivo último es acumular en el país de origen.

--¿En qué medida los emigrantes uruguayos invierten sus ahorros en Uruguay?

--Mientras no haya una encuesta específica, será muy difícil saberlo con un cierto grado de exactitud. Lo único que puedo decirle, porque me enteré durante un viaje reciente que hice a Estados Unidos, es que varias inmobiliarias uruguayas tienen sucursales en Nueva Jersey y que están trabajando activamente en la venta de propiedades en Uruguay, lo cual es el reverso de lo que está ocurriendo en este país. Ello se debe a que muchos emigrantes aspiran a retornar y radicarse en su tierra una vez que se jubilen y que también aprovechan a invertir en inmuebles debido a la caída de su valor en Uruguay. Es probable que estos ingresos sean tan importantes como las remesas familiares.

Emigración .Unos 110 uruguayos se van del país y ya no regresan, según cifras del Aeropuerto de Carrasco. En 18 meses los que se radicaron en el exterior son más de 30 mil.

La imbatible industria del adiós

La ola migratoria obligó a la terminal aérea a impedir el ingreso de familiares por pedido de las aerolíneas

EDUARDO BARRENECHE

En los 18 meses previos a junio de este año, 30.727 uruguayos salieron de Uruguay con el objetivo de radicarse definitivamente en otros países y ya no volvieron, según datos oficiales del Aeropuerto Internacional de Carrasco a los que tuvo acceso El País.

Estados Unidos y España son los sitios preferidos, pero hay otros destinos que encandilan a los uruguayos en tránsito hacia el extranjero buscando nuevas oportunidades para una vida mejor.

La prueba de esta ola migratoria es el actual estado de cosas en la terminal aérea. Los lunes y jueves, días de mayor tráfico aéreo, cientos de familiares y amigos concurren al Aeropuerto de Carrasco para despedir a los emigrante. A esa situación se le suma la elevada circulación de pasajeros, provocada por el hecho de que la mayoría de los vuelos que parten del Aeropuerto de Carrasco con conexiones a Estados Unidos y Europa, se concentran en la tarde. Y que una gran parte de los arribos llegan entre las diez de la mañana y las primeras horas del horario vespertino.

El director del Aeropuerto Internacional de Carrasco, teniente coronel aviador, Richard Saurina explicó a El País que estos hechos determinan que el espacio de la terminal aérea uruguaya quede "totalmente atestado". El hecho derivó en la prohibición de permanencia para otras personas que no sean los viajeros. "Si cada uno trae diez familiares y amigos, el Aeropuerto tendrá problemas para funcionar", dijo Saurina.

Saurina dice que en otros aeropuertos del mundo ya se ha impuesto como una costumbre el dejar las despedidas para otro momento.

En una nota enviada a Saurina, las principales compañías solicitaron el cierre del acceso a la terminal los lunes y jueves a parientes y amigos.

La medida se aplicó mediante barreras que impiden el paso de los familiares y amigos al hall facilitando el tránsito de los pasajeros a las diversas oficinas de la terminal aérea de Carrasco.

La enorme cantidad de personas trae consigo problemas burocráticos variopintos. Colas en los sitios equivocados para el chequeo de pasaportes y tickets, entre otros problemas, derivaron en atrasos en los vuelos, advirtió Saurina.

Los temas de seguridad tampoco están ajenos, especialmente desde el 11 de setiembre de 2001. "Tenemos que evitar por todos los medios el estrés previo a volar de los pasajeros", agregó el militar.

La tasa de embarque cuesta 22 dólares. Con ese dinero, el viajero paga una serie de servicios, entre otros, el lugar de estacionamiento para su auto, un carrito para llevar las valijas, realizar ordenadamente los trámites relacionados con su pasaje y que las salas de embarques se encuentren calefaccionadas.

Los lunes y jueves, los vuelos de Pluna/Varig a España parten totalmente repletos de pasajeros.

Según informaciones suministradas a El País por la propia empresa, ya están completos los dos próximos vuelos directos Montevideo-Madrid de la semana entrante.

LLANTOS. Las escenas de llantos, besos y abrazos se transformó en algo cotidiano en el Aeropuerto de Carrasco.

Jacinto de Souza (42) hace cinco años que es uno de los 114 maleteros que posee el Aeropuerto de Carrasco.

Los lunes y jueves son los días que más propinas recibe: alrededor de 550 pesos en una jornada que comienza a las 5.30 y finaliza a las 17.30 horas. En una día común, sin vuelos a España, los ingresos de De Souza caen a 250 pesos promediales.

"La gente que se va a España da propinas. La mayoría viaja con verdaderas mudanzas. Vienen con cargamentos enormes y necesitan los servicios de los maleteros", explicó el trabajador.

En un grupo, un joven sacaba fotos de un amigo que partía hacia tierras lejanas. Una mujer mayor entregaba una carta a una muchacha para que la lea en el avión. Un poco más allá, una niña escondía un recuerdo entre el equipaje de su padre.

El objetivo de estas pequeñas acciones es uno solo: el que parte no debe olvidar al que se queda.

Marcela Fernández, de 38 años, es vendedora de la Librería "El Aeropuerto".

Apenas los viajeros cruzaron el umbral de la puerta del comercio, Marcela identifica al uruguayo que se va del país en busca de mejores posibilidades laborales.

"Me doy cuenta por su estado de ánimo, vienen acompañados de mucha gente y no tienen moneda uruguaya", explicó.

Generalmente, el inmigrante elige el libro y un familiar se lo regala. Los títulos más requeridos son los clásicos de Mario Benedetti y los de Galeano. La última novela de Mario Delgado Aparaín también es muy codiciada: "No robarás las botas de los muertos".

Llaveros, platería, banderines y remeras son algunas cosas que los uruguayos se llevan consigo como compras de último momento. En cierto sentido, se comportan como turistas, pero con algunas diferencias. "El negocio no mejoró con la avalancha de emigrantes. A nosotros nos sirve el turista extranjero que gasta dinero sin importarle", dijo Diego Revello, de 60 años, propietario de un conocido negocio en la terminal aérea.

Revello encontró inesperadas changas como psicólogo aficionado. El miedo a volver derrotado es un temor recurrente. Todos los días vuelven cinco uruguayos en los vuelos que llegan desde Miami. Pero al temor de los viajeros se suma el de los parientes. que sufren en silencio "Los familiares descargan mucho conmigo y relatan lo terrible y dramática que es esa situación para ellos", concluyó el comerciante.