Publicada el 7 de octubre

"Estábamos y estamos totalmente convencidos que el carácter del Uruguay permitiría al país sobrellevar y superar una dificultad que a primera vista mucha gente creía insuperable".

"El objetivo central es crear trabajo para los uruguayos"

Alejandro Atchugarry | Ministro de Economia y Finanzas


El ministro de Economía, Alejandro Atchugarry, aseguró que nuestro país está construyendo un camino de salida de la crisis que es propio, posible y que califica como "a la uruguaya", el cual se asienta en la madurez y capacidad de su gente, y en la estabilidad del sistema político. Subrayó igualmente que el tema central es conseguir oportunidades de trabajo para los uruguayos, no para el año o meses que vienen, sino para los días y semanas próximas.

En una entrevista donde se mostró distendido y afable, Atchugarry adelantó varias medidas que se están adoptando. Dijo que ya en octubre se normalizan los pagos del Estado a proveedores, que ya están los recursos para cumplir con los pagos de deuda para los próximos meses, que el viernes se eliminaron los recortes en partidas sociales (INDA, Iname, Salud Pública, Universidad y organizaciones sociales), que durante el verano las 280 escuelas de tiempo completo permanecerán abiertas y darán asistencia educacional y alimentaria, incluyendo como ahora los días sábados.

También informó que las obras de la megaconcesión se ponen en marcha este mes, que en febrero se hará la subasta de los servicios del Aeropuerto Internacional de Carrasco, que en marzo se subastará precisamente la megaconcesión, que se acaba de firmar un decreto otorgando la calidad de exportador al sector hotelero y con ello se le devolverá el IVA, que se está trabajando con todos los sectores para lograr financiamiento externo e interno, y en estos días de firma un convenio con el Banco República, la Cámara de Comercio y Cambadu poniendo en marcha mecanismos para financiar el consumo, tanto de bienes durables, como de consumo común.

Usted asumió el Ministerio en medio de una crisis que se ha calificado como la más grave en la historia del Uruguay. Han transcurrido un par de meses y sería bueno tener su visión sobre lo que ha ido pasando.

Cuando asumimos, lo hicimos porque no se podía decir que no en ese momento, no porque fuera una vocación de largo plazo lo que tuviéramos. Y porque además estábamos totalmente convencidos, y lo seguimos estando, que la naturaleza y carácter del Uruguay iba a permitir al país sobrellevar y superar una dificultad que a primera vista mucha gente decía que era insuperable.

Estábamos, y estamos, absolutamente persuadidos que en esto que es una salida a la uruguaya, que la construye la gente, las personas, junto con el gobierno, había un camino posible.

Camino que, a nuestro juicio, se apoyaba en tres conceptos que seguimos creyendo válidos.

¿Cuáles son esos conceptos?

"El primero era estabilizar la economía, que hace apenas 60 días atrás estaba en las circunstancias que todos conocemos. El segundo era cuidar de los más débiles, que es parte de la obligación moral y del sentimiento colectivo que tenemos los uruguayos. Y el tercero el convencimiento de que el camino de salida está en el crecimiento, un crecimiento ordenado cuidando naturalmente los equilibrios básicos, pero que era básicamente apostar a que el Uruguay saliera en un camino plagado de dificultades, pero un camino posible que lo volviera a colocar en la senda del crecimiento.

De entrada nomás tuvieron que tomar medidas bastante complicadas y seguramente de difícil decisión. Por ejemplo, un feriado bancario.

Sí naturalmente que difíciles, ¿verdad? Pero los uruguayos fueron construyendo el camino de salida, porque al término de ese período y con la forma de asumir esa circunstancia, fueron marcando ellos mismos ese camino de salida.

Es decir que el Uruguay es viable porque su gente tiene un grado de madurez que, a pesar de los enormes inconvenientes, es capaz de reaccionar como lo hizo. Y es ese tipo de situación la que permite al país ir construyendo su camino.

En aquel momento el primer asunto era poner a funcionar el sistema bancario, aún con una parte sustantiva pendiente de solución, asunto sobre el cual seguramente conversaremos con todos ustedes a fin de mes, que es el plazo que se ha planteado para tomar decisiones.

En segundo lugar, había que mostrar que el Uruguay como siempre estaba dispuesto e iba a cumplir con todos sus compromisos. Y pese a que había una enorme acumulación de vencimientos de deuda externa en setiembre, se cumplió puntualmente con todos ellos.

Y el tercer asunto para estabilizar era retornar a una senda de cumplir con las metas de déficit estatal, donde se debía afrontar un enorme desvío, porque ya en junio hubo que postergar el medio aguinaldo. Tomamos la decisión de pagarlo de cualquier manera en julio y agosto, porque nos pareció que era una manera de cuidar a quienes dependen de un salario.

Hubo un desvío sobre lo programado en cuanto a déficit.

Con los problemas de fin de julio y principios de agosto tuvimos una caída muy importante en la recaudación, y por lo tanto en setiembre hubo que tratar de corregir esos aspectos. Eso se ha cumplido, se han cumplido las metas de los primeros nueve meses, con una gran corrección en setiembre, a la cual no fueron ajenos la buena disposición de los organismos estatales y sus proveedores. Es claro que sabemos de las dificultades que afrontan y por eso realmente apreciamos la madurez y buen espíritu que han demostrado.

Por otra parte, permítame expresar un reconocimiento especial a la gente del Banco Central, del Ministerio de Economía y de la Oficina de Planeamiento y Presupuesto, quienes en estos dos meses han trabajado sin parar, incluso sábados y domingos hasta las 4 o 5 de la mañana, y cuyo trabajo ha sido decisivo en los momentos más difíciles para empezar a salir adelante.

¿A qué distancia se encuentra el Uruguay de alcanzar lo que usted calificó como la primera gran meta general, que es estabilizar la economía?

A partir de esa situación, donde el país logró demostrar que había un sistema bancario y que funcionaba, que los ahorristas pese a su natural y humana angustia eran capaces de proceder con esa madurez, que pese a las dudas que podían haber Uruguay cumplía como lo hizo toda la vida con sus compromisos, y que además éramos capaces en el Estado de llegar a lo que no parecía tan fácil como eran las metas de déficit, hoy podemos pensar que nos vamos acercando a esa primera gran meta.

Recuerde también que se tomaron medidas para estabilizar los precios y hubo una buena respuesta de muchas de las áreas de comerciantes. Hubo una tendencia muy acelerada hasta la segunda quincena de agosto que ha ido declinando, o sea que el aumento de los precios fue haciéndose más lento, aunque obviamente no están como uno quisiera que estuvieran.

Estamos hoy, tanto en cuanto a parámetros como tipo de cambio, inflación, obligaciones externas, con un grado de mucho mayor cumplimiento al que algunos esperaban que el Uruguay pudiera llegar. Por supuesto que no es un lugar donde ningún uruguayo queremos estar, pero estamos cumpliendo puntualmente.

¿Se podrá cumplir realmente con los compromisos externos?

Por supuesto. Así como a partir de este mes de octubre, además de cumplir con los pagos de salarios y pasividades, el Estado está retomando los pagos normales a sus proveedores, se cuenta ya con los recursos para cumplir con todas las obligaciones de carácter externo en los próximos meses, en base a un programa completamente revisado por los servicios técnicos del Banco Central y del Ministerio de Economía.

¿Y qué sucede con la segunda meta general definida por usted como la protección de los más débiles?

Justamente, lo anterior nos permite atender a la segunda gran preocupación que es el cuidado de los más débiles, y eso lo vamos haciendo mientras trabajamos en las otras áreas.

El viernes pasado, como lo contempla la Rendición de Cuentas que autoriza al gobierno a exonerar todo tipo de recortes a las partidas de carácter social, se aprobaron los decretos precisamente para eso.

Lo hemos hecho con las partidas sociales referidas al Iname, a la ANEP, a medicamentos de salud pública, de la Universidad de la República, así como con una serie de transferencias a las cuales se eliminaron los recortes e incluyen a un conjunto de instituciones de carácter social, como la Escuela Horizonte, organizaciones que atienden a discapacitados y otros asuntos que, digamos, han sido también objeto de una conversación, la última de ellas con diputados del Partido Nacional que nos visitaron el mismo viernes.

¿Alcanza con eliminar los recortes?

No, por esa razón hemos incluso reforzado partidas. Es decir que no sólo no se ha recortado, sino que ha habido importantes refuerzos de partidas.

¿En qué áreas?

Se han reforzado más de $ 100 millones las partidas dirigidas a los niños de la ANEP, se han reforzado partidas de compras de alimentos, se ha reforzado al INDA por lo menos cuatro o cinco veces en estos dos meses, a los efectos de que pueda atender la protección social en materia de alimentación.

¿Y es suficiente?

No, yo no digo que hayamos hecho absolutamente todo, no. Lo que digo es que se ha hecho un enorme esfuerzo por parte de un Estado que tenía que estar ahorrando para cumplir las metas, y que no obstante hubo refuerzos por varios cientos de millones de pesos en las áreas sociales.

Por otro lado, incorporamos la atención, incluyendo la alimentación, de 280 escuelas que atienden a la población con más dificultades, para que atendieran también los sábados y que eso vamos a mantenerlo durante el verano. Es decir que incorporamos un día más de la semana y es un compromiso que queremos tomar para el verano.

Creemos que la presencia de la escuela, con asistencia educacional, con asistencia alimentaria, junto con el Iname, con otros institutos, con las ONGs y otras organizaciones sociales que también trabajan activamente en la protección de los más débiles, es una de las cosas que yo siento como parte de la salida uruguaya.

¿Cuál es el rol que, entiende, tienen ustedes como autoridades a cargo de la economía?

Creo que nuestra obligación, básicamente, es trabajar todos los días como muchas fuerzas para que el país salga adelante. O sea remangarse y trabajar para primero estabilizar, al mismo tiempo cuidar a los más débiles, y en adelante trabajar para conseguir trabajo para los uruguayos. Esta redundancia es a propósito, porque para conseguir trabajo hay que trabajar mucho, no hay soluciones milagrosas.

Para conseguir trabajo para los uruguayos hay que volver a armar esquemas de crédito que le posibiliten al país, que tiene la competitividad y la calidad de su gente, salir adelante.

¿Qué es necesario para ello?

Se requiere crédito, se requiere esa sensación de confianza, se requiere un Estado ordenado que vuelve a los procedimientos habituales de pago y atención de sus cosas, se requiere inversión y la estamos buscando.

Por eso trabajamos el fin de semana pasado en varios mecanismos. Por ello ya hay fecha para febrero para la subasta del aeropuerto, hay fecha para marzo para la subasta de la megaconcesión que comenzará sus obras este mes, en pocos días, según nos informó el ministro (Lucio) Cáceres.

Estamos trabajando para que la OSE busque canalizar lo mismo, lo hay en turismo donde ya se aprobaron los decretos para hacer los llamados correspondientes. Y muchas otras cosas para que los particulares le digan al Estado, bien usted no puede hacer esto pero yo tal vez busque la forma de hacerlo. O sea que trabajamos para ir liberando esa fuerza que el Uruguay hoy tiene detenida.

¿Cuáles son las prioridades en este sentido y ahora?

Le diría que el centro de este trimestre es mantener este orden fiscal, empezar las transformaciones dentro del sistema estatal, para racionalizar el gasto y mejorar la función pública, buscar los retiros incentivados para ir ordenando su cantidad de personal e ir haciendo las transformaciones de fondo.

Permítame decirle con todo énfasis que todo eso tiene como propósito final el conseguir trabajo para la gente. Porque lo que va a hacer crecer al Uruguay es el trabajo de su gente, y para ello trabajamos desde el acceso a los mercados lo estamos haciendo con México, con el ALCA, con China y tantos otros hasta el financiamiento para lo mismo.

Con ese objetivo estamos conformando nuevos instrumentos de mercado de valores, de fideicomisos y demás, trabajamos con el Banco República que ya está abriendo nuevas líneas, está atendiendo a los exportadores y va a ir generando mayores oportunidades de financiamiento. También lo hacemos con un sistema bancario privado que se va fortaleciendo todos los días y va recuperando el rol de financiar. En resumen estamos tratando de incorporar esas bases en momentos que el país está competitivo, es decir en condiciones de generar trabajo hacia adentro y hacia fuera.

Hay sectores productivos que piden más soluciones.

Por eso mismo estamos buscando soluciones sectoriales, porque no son sólo los equilibrios mayores, sino también la atención concreta a las dificultades o a las propuestas de cada sector lo que irá construyendo e irá generando oportunidades de crecimiento y de trabajo a la gente en forma urgente, que es lo que la gente quiere.

Eso sí, sin promesas, pero decir que se está trabajando en una serie de aspectos que pensamos van a permitir a los uruguayos, a partir de mantener esta estabilidad, ir generando oportunidades de trabajo que es lo que uno siente como mayor urgencia y desafío, no para el año que viene, sino para los días y semanas próximos.

Hemos estado brindado financiamiento para los sectores agrícolas, ya se instrumentó para los cultivos de verano y para el arroz, se implementó una solución para los lecheros, se hicieron los pagos a los granjeros y se están buscando más soluciones.

También hubo planteos del sector comercio.

Precisamente, ahora mismo estamos buscando financiamiento para el comercio. Estamos muy cerca de firmar un convenio entre el Ministerio de Economía, el Banco República, la Cámara de Comercio y Cambadu que permitirá financiar algunas zonas del consumo, tratando de introducir como fórmula de financiamiento a la Unidad Indexada habida cuenta que las tasas en moneda nacional son demasiado elevadas.

En bienes durables que son para el hogar, automóviles y de ese tipo, se trata de un fórmula que permita financiar a largo plazo, mientras que para el consumo usual se implementarán otras fórmulas. Estamos trabajando para devolverle dinamismo a un sector tan importante como comercio y servicios.

Cuando habla de servicios, vale recordar que se viene una nueva temporada turística y la anterior fue muy mala.

Déjeme entonces anunciar que acabamos de firmar el decreto dando la calidad de exportador en materia de IVA a todo el sector hotelero para fomentar el área turística. Es decir que no sólo es al agro, al sector industrial y al exportador, sino también al comercio a través del financiamiento y a los servicios como hotelería por medio de este tratamiento fiscal, que estamos buscando distintos mecanismos que impulsen su reactivación.

También estamos buscando fórmulas para sustituir la inversión estatal con inversión privada en áreas grandes. Estamos atendiendo los cupos de inversión con vialidad y el Ministerio de Vivienda, y buscando con ellos nuevos instrumentos que permitan la construcción tanto de viviendas, como de equipamiento urbano, calles y carreteras, por ejemplo a través de los fideicomisos, y tener otro tipo de soluciones.

Eso es lo que podemos anunciar hoy, y decir que estamos trabajando en otras áreas e instrumentos.

Pero hubo otras medidas la semana pasada ...

Es cierto. Otros decretos de esta semana fueron el que habilita a las iniciativas privadas para servicios y concesiones.

Estamos tratando de promover todas las formas de inversión en todos los sectores, productivos y de servicios, con medidas específicas, abriendo el panorama para que aparezcan medidas de todos los organismos y en octubre estaremos creando nuevos instrumentos financieros que permitan a los servicios, al comercio y a la construcción, generar en los próximos meses las oportunidades de empleo que la gente está demandando y que para nosotros hoy es el tema central.

La evolución reciente muestra a un desempleo en aumento y llegando a una cifra, como el 17,2%, que no tiene precedentes.

Y esa es la razón por la cual para nosotros es el tema central. Mire, crear oportunidades de empleo para nuestra gente es el objetivo que más trabajo va a demandar de nuestra parte, porque es el que hay que conquistar. Y son una serie de instrumentos que van a ir dando una respuesta.

Es decir que aunque, incluso por la forma de medirse, vamos a seguir viendo números sobre desempleo que ningún uruguayo queremos ver, estamos muy abiertos e incorporando gente que aporta ideas y trabajando para generar oportunidades de inversión y trabajo, de exportación y trabajo, de servicios y trabajo, de comercio y trabajo, siempre trabajo.

Hay un conjunto de uruguayos que está trabajando en muchas áreas, las reglas para el Uruguay han cambiado mucho, así que los tiempos son relativamente cortos para organizar, diseñar y buscar. Hoy el Banco República ya está financiando a la exportación, tiene incluso dinero disponible. Hay bancos privados que lo están haciendo. Hay bancos del exterior que están ofreciendo fórmulas de financiación a la exportación.

También falta financiamiento interno.

" Exactamente, hay más dificultad en financiar los otros sectores, entonces para ellos estamos elaborando nuevos instrumentos. Y para ello es fundamental mantener la confianza, que es un elemento central para transitar con más intensidad este camino de salida a la uruguaya.

La gente está confiando en el sistema financiero y este, por lo tanto, en los próximos meses irá asumiendo el rol que le corresponde que es financiar el trabajo y el crecimiento.

Varios mecanismos para racionalizar gasto

En un pasaje de la entrevista, Atchugarry describió una serie de acciones destinadas a racionalizar y mejorar la gestión pública, entre lo cual destacó la adopción de un sistema común de retiros incentivados por todas las empresas públicas que podrá entrar en vigencia en las próximas semanas, mientras que en la Administración Central regirá desde enero.

Mencionó que se aumentan partidas de gastos sociales, y la pregunta es si se bajan en otras áreas.

Estamos comprometidos en mejorar la gestión. Eso significa, por un lado bajar costos y gastos de funcionamiento y, por otro, buscando nuevos mecanismos. En los viejos mecanismos estamos en que al mismo tiempo que reforzamos los créditos de carácter social, hemos concretado una nueva disminución en los créditos de funcionamiento.

Por otra parte, estamos buscando mecanismos nuevos y prácticos, primero para automóviles, inmuebles, equipos que siempre generan un gasto y están parados sin mayor utilidad.

Ahora se ha armado un mecanismo por el cual a través de la página web de Presidencia y del Ministerio de Economía se va a ir incorporando la información para el público e intermediarios, con lo cual los inmuebles y vehículos del Estado que son prescindibles se podrán comprar con depósitos reprogramados, con bonos del Estado o en Unidades Indexadas.

Hace dos semanas empezamos un trabajo con los Entes Autónomos para la mejora de la gestión y dejar de hacer aquellas cosas que sean prescindibles.

¿Se están implementando los incentivos para el retiro previstos en la Rendición de Cuentas?

Cuando hablamos de economía muy apretada, también significa utilizar las herramientas que se nos han ido otorgando, como los sistemas de retiros incentivados a que usted hace referencia.

En el caso de la Administración Central se está trabajando y es operable a partir del 1" "de enero. En el caso de los entes, donde algunos ya han estado haciendo algo, estamos tratando de compatibilizar en estos días todos los sistemas para tener un sistema común.

También estamos buscando una mayor coordinación entre las empresas públicas, porque a veces no sólo es tener menos oficinas o funcionarios, porque una coordinación lleva o a bajar gastos o a atender mejor al usuario, que es otro objetivo central.

La salida de la crisis "pasa por la estabilidad política"

Para el ministro Atchugarry, la base fundamental que permite construir lo que califica como "salida a la uruguaya" es la estabilidad del sistema político concebido en su más amplia acepción, es decir incluyendo en el mismo a partidos políticos, grupos de opinión, sindicatos y medios de comunicación.

En su visión, es esencial el papel que está cumpliendo en este sentido la coalición de gobierno, a la cual calificó como un bien a preservar, porque a partir de ella surge la estabilidad política que sustenta la estabilidad económica, la estabilidad en el trabajo y todo tipo de estabilidad.

También convocó a la oposición a continuar administrando razonablemente los disensos, porque de ello también depende la estabilidad democrática.

¿Cómo evalúa la reacción y el papel del sistema político en estas circunstancias?

Creo que ha sido y es trascendente. Nosotros estamos tratando de incorporar la capacidad e imaginación de todos, también a partir de un elemento de gran importancia y a destacar especialmente, como es la estabilidad del sistema político.

Estabilidad a partir de un gobierno de base de coalición que ha mantenido funcionando esa coalición, que es indispensable para ese equilibrio. Y también, en cierta medida, con una razonable administración de los disensos, que son las dos caras de un sistema democrático maduro y que en un momento de gran dificultad tienen la responsabilidad de gobierno y cuidar cada día esa coalición que le da estabilidad política.

Es a partir de la estabilidad política que se construye la estabilidad económica, la estabilidad en el trabajo y la estabilidad de todo.

Y a su vez, a través del diálogo y de los mecanismos que sean, cada día recordar también a quienes representan una parte muy importante de la población y que son la oposición, que tan importante como que la coalición dé estabilidad es que la oposición administre con inteligencia y tranquilidad los disensos.

¿Es posible mantener esa estabilidad política, cuando muchas veces se deben administrar tiempos electorales?

Yo creo que, en la medida que sigamos siendo capaces de administrar esas dos caras de la moneda, esas dos caras del pilar sobre el cual se apoya todo lo demás, y junto con los otros elementos que señalé antes, eso es lo que permite hoy al Uruguay empezar a construir un nuevo futuro.

Es decir que a partir de la reacción de su gente y de la reacción de su sistema político en el sentido más amplio, incluyendo al mundo sindical y todas las otras expresiones que administran los acuerdos y disensos en la sociedad, Uruguay empieza a construir un camino de salida y por eso es absolutamente imprescindible mantener ambas caras.

Son como las velas y el timón de un barco que si bien siempre son importantes, nunca más importantes que en medio de una tormenta. Esto, junto con una tripulación confiada y firme son lo que permiten a este barco llamado Uruguay estar navegando en medio de una tormenta muy grande, pero con una enorme confianza en que el barco va a salir.

¿Por qué?

Yo estoy convencido que el barco, con todas las dificultades y todo lo grande que sin duda es la tormenta, tiene un rumbo para salir en la medida que todos seamos conscientes que debemos preservar esos elementos que nos han permitido caminar hasta ahora: la madurez y firmeza de los uruguayos, la madurez y firmeza de quienes los representan, políticos, sindicatos, grupos de opinión y medios de comunicación, que son absolutamente básicos para las expectativas, las angustias, que existen, son humanas y con fundamento.

Pero sólo a través de lo que ya se empezó a construir, que es una salida en base a madurez, a sensatez, al diálogo, a ir a lo positivo y postergar la discusión estéril, es el camino que le permite al Uruguay salir. No hay fórmulas mágicas, que quede claro, pero no tengo duda que se sale.

“Uruguay es viable a mediano y largo plazo”

—Usted habla en términos de este trimestre y de los primeros meses del año que viene. El horizonte posterior ¿no se lo plantea?

—Es que el horizonte posterior es lo que estamos construyendo ahora. Ese horizonte posterior, primero significa un país que en el largo plazo mantiene sus características básicas de país serio, confiable y humano.

Hay una interacción muy fuerte entre la manera de ser de una población y todo lo demás, su cultura, su economía, su trabajo. No son rubros separados. Podrán tener a veces reparticiones administrativas separadas, pero hay una fuerte interacción y con su destino, geografía y razón de ser.

—Un país pequeño como el nuestro, inserto en un mundo tan cambiante, ¿tiene un destino de largo plazo?

—El Uruguay tiene un enorme potencial. Es el nudo de comunicaciones de la región y lo es por geografía, lo es por historia, lo es por la cultura y capacidad de su gente. Tiene un sector primario con excelentes condiciones de mejorar, con las dificultades que tiene el mundo para los sectores primarios, no lo olvidemos, y ha ido desarrollando un conjunto muy valioso de personas aptas para los servicios, la tecnología, la industria y demás.

Todo ello en un mundo muy competitivo que a veces se cierra mucho, pero a partir de esos datos de la realidad y con este camino donde vamos afirmando esos valores que se extienden al agro, a los servicios bancarios, a los servicios de comercio, de turismo, de lo que usted quiera, y manteniendo estas bases, el Uruguay tiene un excelente destino.

Es en los momentos difíciles cuando una sociedad marca su impronta, su carácter y su rumbo. A veces en tiempos muy cortos, a veces con reacciones casi instintivas, porque hay ocasiones en que los tiempos son tan cortos que lo que más vale es la manera de ser. Yo percibo eso, estoy convencido, creo que el país tiene un horizonte de mediano y largo plazo, no sólo viable, sino que si nos animamos a hacer un conjunto de cosas, muy viable y muy sustentable.

“Seguir peleando para revertir el resultado”

—¿Ustedes captan que en el exterior, al menos a nivel de gobiernos y organismos internacionales, hay una visión que diferencia a Uruguay de una región tan complicada como la nuestra?

—Bueno, creo que los medios de comunicación uruguayos que tuvieron sus enviados y corresponsales en las recientes reuniones de los organismos internacionales en Washington, han informado sobre eso.

La misma delegación uruguaya que participó en esas reuniones, todos han recibido la impresión que lo que está haciendo Uruguay es considerado como de todo respeto y que tiene un sello, una impronta, que es propio de nuestra característica como país.

Obviamente que con sus fortalezas y debilidades ¿verdad? Es decir, ni los uruguayos somos ni nos creemos algo especial, pero tenemos nuestra manera de ser que, insisto, en estas circunstancias creo que ha sido valiosa para ayudarnos a todos a empezar a remontar un score en contra muy abultado.

Pero la gente lo está haciendo también con esa convicción que en el deporte y en la vida ha tenido siempre este pequeño país, de no dar por perdida ninguna batalla. Y sin estridencias, sin ufanarse nunca, sino con mucha tranquilidad y humildad seguir trabajando, peleándola, en busca de revertir un resultado adverso.

—¿Cree que la gente está en eso?

—Pienso que eso es un poco en lo que estamos todos. A nadie se le oculta, y los uruguayos que no tengan que ver con las grandes academias ni con el Estado, los uruguayos de a pie, a veces tienen las cosas más claras que muchos técnicos preclaros.

Es decir que tienen una idea muy clara de la importancia de la dificultad con la que nos hemos topado y creo que también esperan de todos nosotros que cumplamos con esa tradición, o sea que con cierta dosis de persistencia y convicción, busquemos igual las soluciones que por difíciles que sean están y estarán en la medida que sepamos pelear por ellas.

Buscar consensos con tranquilidad y firmeza

—Se han creado muchas comisiones, se ha puesto en marcha el diálogo con muchos sectores, mientras hay otros que se movilizan. ¿Cómo ve la situación general a través de esos contactos?

—Yo no me atrevería a hacer un juicio sobre toda la sociedad. Digo que en las áreas que estamos trabajando hemos procurado en todos los casos lo que me enseñaron como abogado, aquello de que más vale un mal acuerdo que un buen pleito. O sea que intentamos buscar siempre la posibilidad del acuerdo.

Naturalmente que siempre se hace con tranquilidad y firmeza. Teniendo la firmeza que da la necesidad de mantener el orden fiscal y demás, pero por el otro lado, tener la tranquilidad de aceptar la razón del otro, de aceptarla de verdad, considerarla de verdad, y buscar un acuerdo inteligente para ambas partes.

Eso lo hemos procurado en todos los casos que ha sido posible, ni qué hablar en el área bancaria, donde tenemos una mesa de trabajo realmente muy buena, integrada por los partidos, por AEBU, por técnicos, que ha trabajado muy bien. Donde incluso el Ministerio ha obtenido la participación como su representante —por cierto que en forma honoraria— del economista Michele Santo, y donde están personas muy valiosas en cuanto a sus capacidades personales.

Con ayuda de algunos señores legisladores también hemos hecho un buen trabajo a propósito del Banco Hipotecario del Uruguay, que ya está a nivel del Parlamento.

—¿Y qué sucede con los sectores productivos?

—Hemos incorporado ahora un trabajo con las gremiales representativas del sector agropecuario, con las cuales estamos trabajando en el crecimiento y en apoyar al agro, que tiene buenas condiciones para el despegue económico en la actual coyuntura.

Estamos también armando cosas con los otros sectores productivos. Lo hemos empezado a hacer con las micro, pequeñas y medianas empresas que nos han venido a ver y estamos trabajando. Lo hicimos con los camioneros. Armamos un grupo de trabajo con los industriales, con los exportadores, para buscar fuentes de financiamiento alternativo, que las seguimos intentando, procurando y armando.

—¿Es posible que esta forma de dialogar dé los resultados que se buscan en el tiempo que se necesitan?

—El diálogo a veces es fructífero y a veces no lo es. Tampoco es dialogar por dialogar, sino que es la búsqueda del acuerdo: el diálogo como un instrumento de entendimiento para buscar acuerdos que minimicen las dificultades a las partes y lleguen a soluciones prácticas y urgentes. No hay tiempo que podamos perder, porque cada minuto que perdemos es una oportunidad menos de trabajo para la gente.

El tema es que, a veces, esa urgencia hay que compatibilizarla con la búsqueda de un buen acuerdo, así que estamos en ese equilibrio dinámico de buscar buenos acuerdos, no en el diálogo por el diálogo mismo.