Publicada
el 7 de octubre
"Estábamos
y estamos totalmente convencidos que el carácter del Uruguay
permitiría al país sobrellevar y superar una dificultad
que a primera vista mucha gente creía insuperable".
"El
objetivo central es crear trabajo para los uruguayos"
Alejandro
Atchugarry | Ministro de Economia y Finanzas
El ministro de Economía, Alejandro Atchugarry, aseguró
que nuestro país está construyendo un camino de salida
de la crisis que es propio, posible y que califica como "a
la uruguaya", el cual se asienta en la madurez y capacidad
de su gente, y en la estabilidad del sistema político. Subrayó
igualmente que el tema central es conseguir oportunidades de trabajo
para los uruguayos, no para el año o meses que vienen, sino
para los días y semanas próximas.
En
una entrevista donde se mostró distendido y afable, Atchugarry
adelantó varias medidas que se están adoptando. Dijo
que ya en octubre se normalizan los pagos del Estado a proveedores,
que ya están los recursos para cumplir con los pagos de deuda
para los próximos meses, que el viernes se eliminaron los
recortes en partidas sociales (INDA, Iname, Salud Pública,
Universidad y organizaciones sociales), que durante el verano las
280 escuelas de tiempo completo permanecerán abiertas y darán
asistencia educacional y alimentaria, incluyendo como ahora los
días sábados.
También
informó que las obras de la megaconcesión se ponen
en marcha este mes, que en febrero se hará la subasta de
los servicios del Aeropuerto Internacional de Carrasco, que en marzo
se subastará precisamente la megaconcesión, que se
acaba de firmar un decreto otorgando la calidad de exportador al
sector hotelero y con ello se le devolverá el IVA, que se
está trabajando con todos los sectores para lograr financiamiento
externo e interno, y en estos días de firma un convenio con
el Banco República, la Cámara de Comercio y Cambadu
poniendo en marcha mecanismos para financiar el consumo, tanto de
bienes durables, como de consumo común.
Usted
asumió el Ministerio en medio de una crisis que se ha calificado
como la más grave en la historia del Uruguay. Han transcurrido
un par de meses y sería bueno tener su visión sobre
lo que ha ido pasando.
Cuando
asumimos, lo hicimos porque no se podía decir que no en ese
momento, no porque fuera una vocación de largo plazo lo que
tuviéramos. Y porque además estábamos totalmente
convencidos, y lo seguimos estando, que la naturaleza y carácter
del Uruguay iba a permitir al país sobrellevar y superar
una dificultad que a primera vista mucha gente decía que
era insuperable.
Estábamos,
y estamos, absolutamente persuadidos que en esto que es una salida
a la uruguaya, que la construye la gente, las personas, junto con
el gobierno, había un camino posible.
Camino
que, a nuestro juicio, se apoyaba en tres conceptos que seguimos
creyendo válidos.
¿Cuáles
son esos conceptos?
"El
primero era estabilizar la economía, que hace apenas 60 días
atrás estaba en las circunstancias que todos conocemos. El
segundo era cuidar de los más débiles, que es parte
de la obligación moral y del sentimiento colectivo que tenemos
los uruguayos. Y el tercero el convencimiento de que el camino de
salida está en el crecimiento, un crecimiento ordenado cuidando
naturalmente los equilibrios básicos, pero que era básicamente
apostar a que el Uruguay saliera en un camino plagado de dificultades,
pero un camino posible que lo volviera a colocar en la senda del
crecimiento.
De
entrada nomás tuvieron que tomar medidas bastante complicadas
y seguramente de difícil decisión. Por ejemplo, un
feriado bancario.
Sí
naturalmente que difíciles, ¿verdad? Pero los uruguayos
fueron construyendo el camino de salida, porque al término
de ese período y con la forma de asumir esa circunstancia,
fueron marcando ellos mismos ese camino de salida.
Es
decir que el Uruguay es viable porque su gente tiene un grado de
madurez que, a pesar de los enormes inconvenientes, es capaz de
reaccionar como lo hizo. Y es ese tipo de situación la que
permite al país ir construyendo su camino.
En
aquel momento el primer asunto era poner a funcionar el sistema
bancario, aún con una parte sustantiva pendiente de solución,
asunto sobre el cual seguramente conversaremos con todos ustedes
a fin de mes, que es el plazo que se ha planteado para tomar decisiones.
En
segundo lugar, había que mostrar que el Uruguay como siempre
estaba dispuesto e iba a cumplir con todos sus compromisos. Y pese
a que había una enorme acumulación de vencimientos
de deuda externa en setiembre, se cumplió puntualmente con
todos ellos.
Y el
tercer asunto para estabilizar era retornar a una senda de cumplir
con las metas de déficit estatal, donde se debía afrontar
un enorme desvío, porque ya en junio hubo que postergar el
medio aguinaldo. Tomamos la decisión de pagarlo de cualquier
manera en julio y agosto, porque nos pareció que era una
manera de cuidar a quienes dependen de un salario.
Hubo
un desvío sobre lo programado en cuanto a déficit.
Con
los problemas de fin de julio y principios de agosto tuvimos una
caída muy importante en la recaudación, y por lo tanto
en setiembre hubo que tratar de corregir esos aspectos. Eso se ha
cumplido, se han cumplido las metas de los primeros nueve meses,
con una gran corrección en setiembre, a la cual no fueron
ajenos la buena disposición de los organismos estatales y
sus proveedores. Es claro que sabemos de las dificultades que afrontan
y por eso realmente apreciamos la madurez y buen espíritu
que han demostrado.
Por
otra parte, permítame expresar un reconocimiento especial
a la gente del Banco Central, del Ministerio de Economía
y de la Oficina de Planeamiento y Presupuesto, quienes en estos
dos meses han trabajado sin parar, incluso sábados y domingos
hasta las 4 o 5 de la mañana, y cuyo trabajo ha sido decisivo
en los momentos más difíciles para empezar a salir
adelante.
¿A
qué distancia se encuentra el Uruguay de alcanzar lo que
usted calificó como la primera gran meta general, que es
estabilizar la economía?
A partir
de esa situación, donde el país logró demostrar
que había un sistema bancario y que funcionaba, que los ahorristas
pese a su natural y humana angustia eran capaces de proceder con
esa madurez, que pese a las dudas que podían haber Uruguay
cumplía como lo hizo toda la vida con sus compromisos, y
que además éramos capaces en el Estado de llegar a
lo que no parecía tan fácil como eran las metas de
déficit, hoy podemos pensar que nos vamos acercando a esa
primera gran meta.
Recuerde
también que se tomaron medidas para estabilizar los precios
y hubo una buena respuesta de muchas de las áreas de comerciantes.
Hubo una tendencia muy acelerada hasta la segunda quincena de agosto
que ha ido declinando, o sea que el aumento de los precios fue haciéndose
más lento, aunque obviamente no están como uno quisiera
que estuvieran.
Estamos
hoy, tanto en cuanto a parámetros como tipo de cambio, inflación,
obligaciones externas, con un grado de mucho mayor cumplimiento
al que algunos esperaban que el Uruguay pudiera llegar. Por supuesto
que no es un lugar donde ningún uruguayo queremos estar,
pero estamos cumpliendo puntualmente.
¿Se
podrá cumplir realmente con los compromisos externos?
Por
supuesto. Así como a partir de este mes de octubre, además
de cumplir con los pagos de salarios y pasividades, el Estado está
retomando los pagos normales a sus proveedores, se cuenta ya con
los recursos para cumplir con todas las obligaciones de carácter
externo en los próximos meses, en base a un programa completamente
revisado por los servicios técnicos del Banco Central y del
Ministerio de Economía.
¿Y
qué sucede con la segunda meta general definida por usted
como la protección de los más débiles?
Justamente,
lo anterior nos permite atender a la segunda gran preocupación
que es el cuidado de los más débiles, y eso lo vamos
haciendo mientras trabajamos en las otras áreas.
El
viernes pasado, como lo contempla la Rendición de Cuentas
que autoriza al gobierno a exonerar todo tipo de recortes a las
partidas de carácter social, se aprobaron los decretos precisamente
para eso.
Lo
hemos hecho con las partidas sociales referidas al Iname, a la ANEP,
a medicamentos de salud pública, de la Universidad de la
República, así como con una serie de transferencias
a las cuales se eliminaron los recortes e incluyen a un conjunto
de instituciones de carácter social, como la Escuela Horizonte,
organizaciones que atienden a discapacitados y otros asuntos que,
digamos, han sido también objeto de una conversación,
la última de ellas con diputados del Partido Nacional que
nos visitaron el mismo viernes.
¿Alcanza
con eliminar los recortes?
No,
por esa razón hemos incluso reforzado partidas. Es decir
que no sólo no se ha recortado, sino que ha habido importantes
refuerzos de partidas.
¿En
qué áreas?
Se
han reforzado más de $ 100 millones las partidas dirigidas
a los niños de la ANEP, se han reforzado partidas de compras
de alimentos, se ha reforzado al INDA por lo menos cuatro o cinco
veces en estos dos meses, a los efectos de que pueda atender la
protección social en materia de alimentación.
¿Y
es suficiente?
No,
yo no digo que hayamos hecho absolutamente todo, no. Lo que digo
es que se ha hecho un enorme esfuerzo por parte de un Estado que
tenía que estar ahorrando para cumplir las metas, y que no
obstante hubo refuerzos por varios cientos de millones de pesos
en las áreas sociales.
Por
otro lado, incorporamos la atención, incluyendo la alimentación,
de 280 escuelas que atienden a la población con más
dificultades, para que atendieran también los sábados
y que eso vamos a mantenerlo durante el verano. Es decir que incorporamos
un día más de la semana y es un compromiso que queremos
tomar para el verano.
Creemos
que la presencia de la escuela, con asistencia educacional, con
asistencia alimentaria, junto con el Iname, con otros institutos,
con las ONGs y otras organizaciones sociales que también
trabajan activamente en la protección de los más débiles,
es una de las cosas que yo siento como parte de la salida uruguaya.
¿Cuál
es el rol que, entiende, tienen ustedes como autoridades a cargo
de la economía?
Creo
que nuestra obligación, básicamente, es trabajar todos
los días como muchas fuerzas para que el país salga
adelante. O sea remangarse y trabajar para primero estabilizar,
al mismo tiempo cuidar a los más débiles, y en adelante
trabajar para conseguir trabajo para los uruguayos. Esta redundancia
es a propósito, porque para conseguir trabajo hay que trabajar
mucho, no hay soluciones milagrosas.
Para
conseguir trabajo para los uruguayos hay que volver a armar esquemas
de crédito que le posibiliten al país, que tiene la
competitividad y la calidad de su gente, salir adelante.
¿Qué
es necesario para ello?
Se
requiere crédito, se requiere esa sensación de confianza,
se requiere un Estado ordenado que vuelve a los procedimientos habituales
de pago y atención de sus cosas, se requiere inversión
y la estamos buscando.
Por
eso trabajamos el fin de semana pasado en varios mecanismos. Por
ello ya hay fecha para febrero para la subasta del aeropuerto, hay
fecha para marzo para la subasta de la megaconcesión que
comenzará sus obras este mes, en pocos días, según
nos informó el ministro (Lucio) Cáceres.
Estamos
trabajando para que la OSE busque canalizar lo mismo, lo hay en
turismo donde ya se aprobaron los decretos para hacer los llamados
correspondientes. Y muchas otras cosas para que los particulares
le digan al Estado, bien usted no puede hacer esto pero yo tal vez
busque la forma de hacerlo. O sea que trabajamos para ir liberando
esa fuerza que el Uruguay hoy tiene detenida.
¿Cuáles
son las prioridades en este sentido y ahora?
Le
diría que el centro de este trimestre es mantener este orden
fiscal, empezar las transformaciones dentro del sistema estatal,
para racionalizar el gasto y mejorar la función pública,
buscar los retiros incentivados para ir ordenando su cantidad de
personal e ir haciendo las transformaciones de fondo.
Permítame
decirle con todo énfasis que todo eso tiene como propósito
final el conseguir trabajo para la gente. Porque lo que va a hacer
crecer al Uruguay es el trabajo de su gente, y para ello trabajamos
desde el acceso a los mercados lo estamos haciendo con México,
con el ALCA, con China y tantos otros hasta el financiamiento para
lo mismo.
Con
ese objetivo estamos conformando nuevos instrumentos de mercado
de valores, de fideicomisos y demás, trabajamos con el Banco
República que ya está abriendo nuevas líneas,
está atendiendo a los exportadores y va a ir generando mayores
oportunidades de financiamiento. También lo hacemos con un
sistema bancario privado que se va fortaleciendo todos los días
y va recuperando el rol de financiar. En resumen estamos tratando
de incorporar esas bases en momentos que el país está
competitivo, es decir en condiciones de generar trabajo hacia adentro
y hacia fuera.
Hay
sectores productivos que piden más soluciones.
Por
eso mismo estamos buscando soluciones sectoriales, porque no son
sólo los equilibrios mayores, sino también la atención
concreta a las dificultades o a las propuestas de cada sector lo
que irá construyendo e irá generando oportunidades
de crecimiento y de trabajo a la gente en forma urgente, que es
lo que la gente quiere.
Eso
sí, sin promesas, pero decir que se está trabajando
en una serie de aspectos que pensamos van a permitir a los uruguayos,
a partir de mantener esta estabilidad, ir generando oportunidades
de trabajo que es lo que uno siente como mayor urgencia y desafío,
no para el año que viene, sino para los días y semanas
próximos.
Hemos
estado brindado financiamiento para los sectores agrícolas,
ya se instrumentó para los cultivos de verano y para el arroz,
se implementó una solución para los lecheros, se hicieron
los pagos a los granjeros y se están buscando más
soluciones.
También
hubo planteos del sector comercio.
Precisamente,
ahora mismo estamos buscando financiamiento para el comercio. Estamos
muy cerca de firmar un convenio entre el Ministerio de Economía,
el Banco República, la Cámara de Comercio y Cambadu
que permitirá financiar algunas zonas del consumo, tratando
de introducir como fórmula de financiamiento a la Unidad
Indexada habida cuenta que las tasas en moneda nacional son demasiado
elevadas.
En
bienes durables que son para el hogar, automóviles y de ese
tipo, se trata de un fórmula que permita financiar a largo
plazo, mientras que para el consumo usual se implementarán
otras fórmulas. Estamos trabajando para devolverle dinamismo
a un sector tan importante como comercio y servicios.
Cuando
habla de servicios, vale recordar que se viene una nueva temporada
turística y la anterior fue muy mala.
Déjeme
entonces anunciar que acabamos de firmar el decreto dando la calidad
de exportador en materia de IVA a todo el sector hotelero para fomentar
el área turística. Es decir que no sólo es
al agro, al sector industrial y al exportador, sino también
al comercio a través del financiamiento y a los servicios
como hotelería por medio de este tratamiento fiscal, que
estamos buscando distintos mecanismos que impulsen su reactivación.
También
estamos buscando fórmulas para sustituir la inversión
estatal con inversión privada en áreas grandes. Estamos
atendiendo los cupos de inversión con vialidad y el Ministerio
de Vivienda, y buscando con ellos nuevos instrumentos que permitan
la construcción tanto de viviendas, como de equipamiento
urbano, calles y carreteras, por ejemplo a través de los
fideicomisos, y tener otro tipo de soluciones.
Eso
es lo que podemos anunciar hoy, y decir que estamos trabajando en
otras áreas e instrumentos.
Pero
hubo otras medidas la semana pasada ...
Es
cierto. Otros decretos de esta semana fueron el que habilita a las
iniciativas privadas para servicios y concesiones.
Estamos
tratando de promover todas las formas de inversión en todos
los sectores, productivos y de servicios, con medidas específicas,
abriendo el panorama para que aparezcan medidas de todos los organismos
y en octubre estaremos creando nuevos instrumentos financieros que
permitan a los servicios, al comercio y a la construcción,
generar en los próximos meses las oportunidades de empleo
que la gente está demandando y que para nosotros hoy es el
tema central.
La
evolución reciente muestra a un desempleo en aumento y llegando
a una cifra, como el 17,2%, que no tiene precedentes.
Y esa
es la razón por la cual para nosotros es el tema central.
Mire, crear oportunidades de empleo para nuestra gente es el objetivo
que más trabajo va a demandar de nuestra parte, porque es
el que hay que conquistar. Y son una serie de instrumentos que van
a ir dando una respuesta.
Es
decir que aunque, incluso por la forma de medirse, vamos a seguir
viendo números sobre desempleo que ningún uruguayo
queremos ver, estamos muy abiertos e incorporando gente que aporta
ideas y trabajando para generar oportunidades de inversión
y trabajo, de exportación y trabajo, de servicios y trabajo,
de comercio y trabajo, siempre trabajo.
Hay
un conjunto de uruguayos que está trabajando en muchas áreas,
las reglas para el Uruguay han cambiado mucho, así que los
tiempos son relativamente cortos para organizar, diseñar
y buscar. Hoy el Banco República ya está financiando
a la exportación, tiene incluso dinero disponible. Hay bancos
privados que lo están haciendo. Hay bancos del exterior que
están ofreciendo fórmulas de financiación a
la exportación.
También
falta financiamiento interno.
"
Exactamente, hay más dificultad en financiar los otros sectores,
entonces para ellos estamos elaborando nuevos instrumentos. Y para
ello es fundamental mantener la confianza, que es un elemento central
para transitar con más intensidad este camino de salida a
la uruguaya.
La
gente está confiando en el sistema financiero y este, por
lo tanto, en los próximos meses irá asumiendo el rol
que le corresponde que es financiar el trabajo y el crecimiento.
Varios
mecanismos para racionalizar gasto
En
un pasaje de la entrevista, Atchugarry describió una serie
de acciones destinadas a racionalizar y mejorar la gestión
pública, entre lo cual destacó la adopción
de un sistema común de retiros incentivados por todas las
empresas públicas que podrá entrar en vigencia en
las próximas semanas, mientras que en la Administración
Central regirá desde enero.
Mencionó que se aumentan partidas de gastos sociales, y la
pregunta es si se bajan en otras áreas.
Estamos
comprometidos en mejorar la gestión. Eso significa, por un
lado bajar costos y gastos de funcionamiento y, por otro, buscando
nuevos mecanismos. En los viejos mecanismos estamos en que al mismo
tiempo que reforzamos los créditos de carácter social,
hemos concretado una nueva disminución en los créditos
de funcionamiento.
Por
otra parte, estamos buscando mecanismos nuevos y prácticos,
primero para automóviles, inmuebles, equipos que siempre
generan un gasto y están parados sin mayor utilidad.
Ahora
se ha armado un mecanismo por el cual a través de la página
web de Presidencia y del Ministerio de Economía se va a ir
incorporando la información para el público e intermediarios,
con lo cual los inmuebles y vehículos del Estado que son
prescindibles se podrán comprar con depósitos reprogramados,
con bonos del Estado o en Unidades Indexadas.
Hace
dos semanas empezamos un trabajo con los Entes Autónomos
para la mejora de la gestión y dejar de hacer aquellas cosas
que sean prescindibles.
¿Se
están implementando los incentivos para el retiro previstos
en la Rendición de Cuentas?
Cuando
hablamos de economía muy apretada, también significa
utilizar las herramientas que se nos han ido otorgando, como los
sistemas de retiros incentivados a que usted hace referencia.
En
el caso de la Administración Central se está trabajando
y es operable a partir del 1" "de enero. En el caso de
los entes, donde algunos ya han estado haciendo algo, estamos tratando
de compatibilizar en estos días todos los sistemas para tener
un sistema común.
También
estamos buscando una mayor coordinación entre las empresas
públicas, porque a veces no sólo es tener menos oficinas
o funcionarios, porque una coordinación lleva o a bajar gastos
o a atender mejor al usuario, que es otro objetivo central.
La
salida de la crisis "pasa por la estabilidad política"
Para
el ministro Atchugarry, la base fundamental que permite construir
lo que califica como "salida a la uruguaya" es la estabilidad
del sistema político concebido en su más amplia acepción,
es decir incluyendo en el mismo a partidos políticos, grupos
de opinión, sindicatos y medios de comunicación.
En
su visión, es esencial el papel que está cumpliendo
en este sentido la coalición de gobierno, a la cual calificó
como un bien a preservar, porque a partir de ella surge la estabilidad
política que sustenta la estabilidad económica, la
estabilidad en el trabajo y todo tipo de estabilidad.
También
convocó a la oposición a continuar administrando razonablemente
los disensos, porque de ello también depende la estabilidad
democrática.
¿Cómo
evalúa la reacción y el papel del sistema político
en estas circunstancias?
Creo
que ha sido y es trascendente. Nosotros estamos tratando de incorporar
la capacidad e imaginación de todos, también a partir
de un elemento de gran importancia y a destacar especialmente, como
es la estabilidad del sistema político.
Estabilidad
a partir de un gobierno de base de coalición que ha mantenido
funcionando esa coalición, que es indispensable para ese
equilibrio. Y también, en cierta medida, con una razonable
administración de los disensos, que son las dos caras de
un sistema democrático maduro y que en un momento de gran
dificultad tienen la responsabilidad de gobierno y cuidar cada día
esa coalición que le da estabilidad política.
Es
a partir de la estabilidad política que se construye la estabilidad
económica, la estabilidad en el trabajo y la estabilidad
de todo.
Y a
su vez, a través del diálogo y de los mecanismos que
sean, cada día recordar también a quienes representan
una parte muy importante de la población y que son la oposición,
que tan importante como que la coalición dé estabilidad
es que la oposición administre con inteligencia y tranquilidad
los disensos.
¿Es
posible mantener esa estabilidad política, cuando muchas
veces se deben administrar tiempos electorales?
Yo
creo que, en la medida que sigamos siendo capaces de administrar
esas dos caras de la moneda, esas dos caras del pilar sobre el cual
se apoya todo lo demás, y junto con los otros elementos que
señalé antes, eso es lo que permite hoy al Uruguay
empezar a construir un nuevo futuro.
Es
decir que a partir de la reacción de su gente y de la reacción
de su sistema político en el sentido más amplio, incluyendo
al mundo sindical y todas las otras expresiones que administran
los acuerdos y disensos en la sociedad, Uruguay empieza a construir
un camino de salida y por eso es absolutamente imprescindible mantener
ambas caras.
Son
como las velas y el timón de un barco que si bien siempre
son importantes, nunca más importantes que en medio de una
tormenta. Esto, junto con una tripulación confiada y firme
son lo que permiten a este barco llamado Uruguay estar navegando
en medio de una tormenta muy grande, pero con una enorme confianza
en que el barco va a salir.
¿Por
qué?
Yo
estoy convencido que el barco, con todas las dificultades y todo
lo grande que sin duda es la tormenta, tiene un rumbo para salir
en la medida que todos seamos conscientes que debemos preservar
esos elementos que nos han permitido caminar hasta ahora: la madurez
y firmeza de los uruguayos, la madurez y firmeza de quienes los
representan, políticos, sindicatos, grupos de opinión
y medios de comunicación, que son absolutamente básicos
para las expectativas, las angustias, que existen, son humanas y
con fundamento.
Pero
sólo a través de lo que ya se empezó a construir,
que es una salida en base a madurez, a sensatez, al diálogo,
a ir a lo positivo y postergar la discusión estéril,
es el camino que le permite al Uruguay salir. No hay fórmulas
mágicas, que quede claro, pero no tengo duda que se sale.
Uruguay
es viable a mediano y largo plazo
Usted
habla en términos de este trimestre y de los primeros meses
del año que viene. El horizonte posterior ¿no se lo
plantea?
Es
que el horizonte posterior es lo que estamos construyendo ahora.
Ese horizonte posterior, primero significa un país que en
el largo plazo mantiene sus características básicas
de país serio, confiable y humano.
Hay
una interacción muy fuerte entre la manera de ser de una
población y todo lo demás, su cultura, su economía,
su trabajo. No son rubros separados. Podrán tener a veces
reparticiones administrativas separadas, pero hay una fuerte interacción
y con su destino, geografía y razón de ser.
Un
país pequeño como el nuestro, inserto en un mundo
tan cambiante, ¿tiene un destino de largo plazo?
El
Uruguay tiene un enorme potencial. Es el nudo de comunicaciones
de la región y lo es por geografía, lo es por historia,
lo es por la cultura y capacidad de su gente. Tiene un sector primario
con excelentes condiciones de mejorar, con las dificultades que
tiene el mundo para los sectores primarios, no lo olvidemos, y ha
ido desarrollando un conjunto muy valioso de personas aptas para
los servicios, la tecnología, la industria y demás.
Todo
ello en un mundo muy competitivo que a veces se cierra mucho, pero
a partir de esos datos de la realidad y con este camino donde vamos
afirmando esos valores que se extienden al agro, a los servicios
bancarios, a los servicios de comercio, de turismo, de lo que usted
quiera, y manteniendo estas bases, el Uruguay tiene un excelente
destino.
Es
en los momentos difíciles cuando una sociedad marca su impronta,
su carácter y su rumbo. A veces en tiempos muy cortos, a
veces con reacciones casi instintivas, porque hay ocasiones en que
los tiempos son tan cortos que lo que más vale es la manera
de ser. Yo percibo eso, estoy convencido, creo que el país
tiene un horizonte de mediano y largo plazo, no sólo viable,
sino que si nos animamos a hacer un conjunto de cosas, muy viable
y muy sustentable.
Seguir
peleando para revertir el resultado
¿Ustedes
captan que en el exterior, al menos a nivel de gobiernos y organismos
internacionales, hay una visión que diferencia a Uruguay
de una región tan complicada como la nuestra?
Bueno,
creo que los medios de comunicación uruguayos que tuvieron
sus enviados y corresponsales en las recientes reuniones de los
organismos internacionales en Washington, han informado sobre eso.
La
misma delegación uruguaya que participó en esas reuniones,
todos han recibido la impresión que lo que está haciendo
Uruguay es considerado como de todo respeto y que tiene un sello,
una impronta, que es propio de nuestra característica como
país.
Obviamente
que con sus fortalezas y debilidades ¿verdad? Es decir, ni
los uruguayos somos ni nos creemos algo especial, pero tenemos nuestra
manera de ser que, insisto, en estas circunstancias creo que ha
sido valiosa para ayudarnos a todos a empezar a remontar un score
en contra muy abultado.
Pero
la gente lo está haciendo también con esa convicción
que en el deporte y en la vida ha tenido siempre este pequeño
país, de no dar por perdida ninguna batalla. Y sin estridencias,
sin ufanarse nunca, sino con mucha tranquilidad y humildad seguir
trabajando, peleándola, en busca de revertir un resultado
adverso.
¿Cree
que la gente está en eso?
Pienso
que eso es un poco en lo que estamos todos. A nadie se le oculta,
y los uruguayos que no tengan que ver con las grandes academias
ni con el Estado, los uruguayos de a pie, a veces tienen las cosas
más claras que muchos técnicos preclaros.
Es
decir que tienen una idea muy clara de la importancia de la dificultad
con la que nos hemos topado y creo que también esperan de
todos nosotros que cumplamos con esa tradición, o sea que
con cierta dosis de persistencia y convicción, busquemos
igual las soluciones que por difíciles que sean están
y estarán en la medida que sepamos pelear por ellas.
Buscar
consensos con tranquilidad y firmeza
Se
han creado muchas comisiones, se ha puesto en marcha el diálogo
con muchos sectores, mientras hay otros que se movilizan. ¿Cómo
ve la situación general a través de esos contactos?
Yo
no me atrevería a hacer un juicio sobre toda la sociedad.
Digo que en las áreas que estamos trabajando hemos procurado
en todos los casos lo que me enseñaron como abogado, aquello
de que más vale un mal acuerdo que un buen pleito. O sea
que intentamos buscar siempre la posibilidad del acuerdo.
Naturalmente
que siempre se hace con tranquilidad y firmeza. Teniendo la firmeza
que da la necesidad de mantener el orden fiscal y demás,
pero por el otro lado, tener la tranquilidad de aceptar la razón
del otro, de aceptarla de verdad, considerarla de verdad, y buscar
un acuerdo inteligente para ambas partes.
Eso
lo hemos procurado en todos los casos que ha sido posible, ni qué
hablar en el área bancaria, donde tenemos una mesa de trabajo
realmente muy buena, integrada por los partidos, por AEBU, por técnicos,
que ha trabajado muy bien. Donde incluso el Ministerio ha obtenido
la participación como su representante por cierto que
en forma honoraria del economista Michele Santo, y donde están
personas muy valiosas en cuanto a sus capacidades personales.
Con
ayuda de algunos señores legisladores también hemos
hecho un buen trabajo a propósito del Banco Hipotecario del
Uruguay, que ya está a nivel del Parlamento.
¿Y
qué sucede con los sectores productivos?
Hemos
incorporado ahora un trabajo con las gremiales representativas del
sector agropecuario, con las cuales estamos trabajando en el crecimiento
y en apoyar al agro, que tiene buenas condiciones para el despegue
económico en la actual coyuntura.
Estamos
también armando cosas con los otros sectores productivos.
Lo hemos empezado a hacer con las micro, pequeñas y medianas
empresas que nos han venido a ver y estamos trabajando. Lo hicimos
con los camioneros. Armamos un grupo de trabajo con los industriales,
con los exportadores, para buscar fuentes de financiamiento alternativo,
que las seguimos intentando, procurando y armando.
¿Es
posible que esta forma de dialogar dé los resultados que
se buscan en el tiempo que se necesitan?
El
diálogo a veces es fructífero y a veces no lo es.
Tampoco es dialogar por dialogar, sino que es la búsqueda
del acuerdo: el diálogo como un instrumento de entendimiento
para buscar acuerdos que minimicen las dificultades a las partes
y lleguen a soluciones prácticas y urgentes. No hay tiempo
que podamos perder, porque cada minuto que perdemos es una oportunidad
menos de trabajo para la gente.
El
tema es que, a veces, esa urgencia hay que compatibilizarla con
la búsqueda de un buen acuerdo, así que estamos en
ese equilibrio dinámico de buscar buenos acuerdos, no en
el diálogo por el diálogo mismo.
|