Publicado
el 15 de diciembre
Semana
Política - Aunque los blancos terminarán votando el
proyecto sobre los bancos suspendidos, Lacalle no cree en la iniciativa
y muestra un perfil cuasi opositor
Cada
vez más distanciado del gobierno
En
el Partido Nacional algunos sectores se sienten cada vez más
libres para marcar su discordia con el gobierno
ALVARO
GIZ
Tras
el alejamiento en octubre pasado del Partido Nacional de la coalición
de gobierno, las relaciones políticas de esta colectividad
con la Administración del presidente Jorge Batlle se han
vuelto cada vez más complicadas, en particular, con el titular
del Directorio blanco, Luis A. Lacalle.
En
aquel momento, para justificar la inesperada decisión de
su partido, Lacalle, hizo hincapié en lo que llamó
"inoperancia" del gobierno y cuestionó la a su
juicio falta de atención del presidente Batlle con relación
a su principal socio político, cuyos votos fueron decisivos
para obtener la primera magistratura en el balotage de noviembre
de 1999.
El
alejamiento blanco se produjo en medio de un intercambio de reproches
entre Batlle y Lacalle, similar a otros que ya habían tenido
lugar en meses anteriores.
El
lunes 28 de octubre, luego que Lacalle le comunicara la decisión
blanca, Batlle la deploró y anunció que de inmediato
de abocaría a reestructurar el gabinete.
Lacalle,
en tanto, sostuvo que la coalición se había "agotado"
y "configurado un deterioro de la relación. El presidente,
desde que se inició el gobierno de coalición excluyó
al Partido Nacional de las decisiones económicas. De la devaluación,
nos enteramos por los periódicos".
Ese
estado de desencuentro parece haberse intensificado en los últimos
días y ha dejado expuestas las dificultades que tendrá
el gobierno para llevar adelante sus propuestas.
Agregando
un inesperado toque de incertidumbre al futuro del proyecto gubernamental
para solucionar la situación de los bancos suspendidos, el
viernes, Lacalle dejó trascender esta semana que en su opinión
esas entidades deberían ser liquidadas. Además, recordó
que la mayoría de los asesores blancos acompaña la
opción de la liquidación y, personalmente, se manifestó
a favor de esa posición. "Yo me inclinaría por
la liquidación", sentenció.
No
obstante, puntualizó que la decisión final sobre el
proyecto de ley bancaria será adoptada mañana lunes
por el Directorio junto a la Agrupación Parlamentaria, donde
finalmente existiría consenso para respaldar la iniciativa
oficial.
Otra
fuente de discrepancias quedó expuesta esta semana pero con
relación a la propuesta del Poder Ejecutivo para suprimir
los ministerios de Deporte y Juventud y de Turismo, transfiriendo
las actividades de este último a la cartera de Industria,
Energía y Minería.
El
asunto desató el jueves 12 una polémica en la comisión
de Constitución y Códigos de la Cámara de Diputados,
entre la Lista 15 y el Herrerismo.
En
la reunión, el diputado de la Lista 15, Jorge Barrera, y
su colega del Herrerismo, Luis Lacalle Pou, discreparon sobre la
cantidad de carteras que habría que eliminar o fusionar,
dado que las iniciativas del gobierno y del Herrerismo plantean
metas distintas.
Lacalle
Pou dijo que el proyecto "no está pensado teniendo en
cuenta la globalidad del Estado". "Si alguien me convence
de que quien lo redactó pensó en reorganizar el Estado,
se lo agradezco. No creo que sea así".
Añadió
que los supuestos cometidos son "generar economías y/o
mejorar el funcionamiento de la Administración Pública.
Ninguna de estas dos cosas sucede eliminando los Ministerios de
Turismo y de Deporte".
Lacalle
dijo que los ahorros incorporando Turismo a Industria y Energía
"son irrisorios". Recordó además que en
marzo, los senadores del Partido Nacional presentaron un proyecto
para reorganizar los ministerios, eliminando nueve y creando, a
su vez, tres nuevos, pero se quejó porque el Ejecutivo "no
tuvo voluntad de apoyarlo".
Barrera
aclaró que la iniciativa se inscribe en las políticas
de reordenamiento del Estado y que no elimina cometidos de esos
Ministerios.
La
actitud crítica que el Herrerismo ha asumido a instancias
de su conductor también quedó expuesta el jueves por
la noche en un acto de la Lista 71 de ese sector. En ese ámbito,
el senador Luis A. Heber criticó al gobierno porque "malinterpretó
la colaboración desinteresada" que le dio el Partido
Nacional, aunque anunció que en estas próximas semanas
se trabajará desde el Parlamento buscando las soluciones
que el país necesita, en alusión a que finalmente
se respaldará el proyecto para los bancos suspendidos.
Por
lo expuesto, el escenario que se presenta en el horizonte político
inmediato está sin dudas alentado por la libertad que supuso
para el Partido Nacional su salida de la coalición.
Fundamentalmente
muestra que en lo que resta de su gestión al gobierno no
le será nada fácil obtener el voto en bloque de los
legisladores del Partido Nacional pues algunos sectores se sienten
cada vez más libres para marcar un perfil discordante.
Al
mismo tiempo, con cada vez más fuerza, Lacalle está
desarrollando una estrategia destinada a no aparecer junto al gobierno,
sino en un papel cuasi opositor ante la opinión pública.
Esto, aunque luego su sector termine dando los votos necesarios
para la aprobación de las leyes, como seguramente sucederá
con el proyecto de ley para solucionar el problema de los bancos
suspendidos. Además, si no lo hiciera, corre el riesgo de
quedar en solitario, ya que el viernes pasado y luego de reunirse
con el ministro Alejandro Atchugarry, legisladores del Frente Amplio
dieron señales que puede haber un respaldo de la coalición
de izquierda a la iniciativa.
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