Los
informes de Tiempo Libre | Rock Nacional - parte I
Al
igual que en las últimas décadas del siglo pasado,
la nueva centuria muestra una nueva cara para el rock "de acá"
Sonando
más y mejor, de los Shakers a la Vela Puerca
Leonel
García, de la redacción de El País Digital
Discos
con ventas exitosas, presencia multitudinaria en los recitales,
ya sea en locales cerrados o al aire libre, canciones que se escuchan
en las radios y en las discotecas, mayor intervención mediática,
bandas con páginas en Internet, espectáculos que se
organizan todos los fines de semana en diversos puntos de Montevideo
e Interior, mejor sonido tanto en las grabaciones como en las presentaciones
en vivo. Esta parece ser la actualidad del rock uruguayo.
Contrastando
con las claras influencias punk de la generación rockera
posterior al fin de la dictadura, esta etapa está caracterizada
musicalmente por la fusión de ritmos y sonidos que incluyen
en algunos casos vientos y percusión, y en otros música
más electrónica.
La
Vela Puerca y No Te Va Gustar (NTVG de ahora en más) aparecen
como las cabezas de esta nueva etapa, en su misma línea se
encuentra la Abuela Coca que tuvo gran impacto a fines de la década
pasada. En otra corriente dentro del gigantesco mosaico que es el
rock se encuentran Sórdromo, Elefante, los Supersónicos,
Loop Lascano, y otros. En las líneas más tradicionales
se puede ubicar a Hereford. Luego están los "clásicos":
los Traidores, los Buitres, la Tabaré Riverock Banda, el
Cuarteto de Nos y Níquel, aunque este último no haya
tenido actividad como tal en el presente año (Sí su
líder Jorge Nasser).
NO TE VA GUSTAR. Una de las bandas más populares del momento,
aquí Mateo Moreno (bajo) y Pablo Abdala (batería).
A lo largo de varias entrevistas con artistas locales se tocaron
varios temas: la respuesta del público, las dificultades
de empezar, la influencia de las multinacionales, las nuevas tendencias,
el éxito y otros. Las impresiones de quienes portan la bandera
del rock y de los lectores de El País Digital se publicarán
en cuatro ediciones sucesivas de Tiempo Libre que empiezan con la
presente. Que lo disfrute.
Los
genios de Liverpool, pero también los Rolling Stones, los
Animals, los Kinks y los Moody Blues le dieron abundante materia
prima para los repertorios de los Gatos (el de Dino, no confundir
con el grupo argentino de Lito Nebbia), los Encadenados, los Delfines
y los Malditos (donde tocaba el propio Mateo). Los Shakers, más
allá de basarse, incluso estéticamente, en los Beatles,
interpretaban temas propios con un éxito rotundo ("Break
it all", "It's my party", "Never never never"),
al cual únicamente le criticaban el inglés "dudoso".
La
etapa de la castellanización del rock uruguayo se produjo
entre fines de los sesenta y principios de los setenta, sin duda
influenciados por El Kinto. Tótem y Psiglo se vuelven las
versiones charrúas de Santana y Deep Purple.
Guitarristas
como Eric Clapton y Carlos Santana, bateristas como John Bonham
y tecladistas como Jon Lord eran los referentes musicales, por lo
que el virtuosismo y sonidos más potentes eran las carácterísticas
de esos años.
Con
la dictadura, el movimiento rock se fue diluyendo hasta convertirse
en algo casi subterráneo y familiar donde únicamente
se recuerdan algunos eventos en el Teatro Odeón y el Velódromo
Municipal. Las bandas tuvieron que volver a recurrir a los covers
para su repertorio. Eso es una de las grandes diferencias con el
gobierno militar argentino, en él bandas como Serú
Girán tuvieron su época de apogeo y sirvieron como
testimonio de esos años.
NIQUEL.
Para Jorge Nasser, "la intolerancia que había entre
propuestas diferentes se suavizó"
Con la vuelta a la democracia, el ambiente musical asistió
a una de las oleadas más grandes que se recuerda del rock
nacional. En 1984 el new romantic dominaba en el mundo, pero la
gran mayoría de las bandas locales se enmarcaban dentro del
punk y el post punk.
El
doctor en pediatría Gabriel Peluffo es la voz principal de
los Buitres, la continuación de los Estómagos, una
de las bandas fundamentales de ese tiempo: "en esos años
surgen con fuerza los Traidores, los Tontos y salimos nosotros,
que creo que fuimos la más importante por más que
el mayor éxito de ventas le correspondió a los Tontos.
También se empiezan a generar tres grupos muy importantes
como son el Cuarteto de Nos, la Tabaré y Níquel".
Jorge
Nasser es el cantante y compositor de Níquel, precisamente.
De aquellos años recuerda que "toda la intolerancia
que se vivió en la dictadura se trasladó a la música,
había mucha gente con toda la oscuridad encima; a nosotros,
por ejemplo, nos criticaron por no hacer lo que hacían todos".
Su banda no se catalogaba como punk ni post punk, que eran las corrientes
predominantes. Añade que esa tendencia a no soportarse "ahora
se suavizó".
Para
Tabaré Rivero, líder de la Tabaré Riverock
Banda, la rabia es la misma ahora que entonces, "pero la gente
tenía otra forma de largarla, ahora el público no
tiene ganas de reflejarse en algo negro o negativo como sí
lo tenían en los primeros años de la democracia por
toda la represión acumulada".
Esa
rabia muchas veces se traducía en violencia, el propio Rivero
admite que se cansó que parte de la gente que iba a ver a
su banda en los '80 terminara en una trifulca general. "El
público que viene a deshacerse a trompadas y no escuchar
la música a mí no me sirve".
De
todas maneras, grandes festivales como Montevideo Rock (en el Prado)
y Parque Rock-Do (en el estadio Franzini) reunían a las bandas
antes mencionadas y a Neoh 23, Zero (con aires tecno), Cross, Alvacast
(metaleros) poniendo de manifiesto que el rock volvía a tener
un lugar de privilegio en la escena musical, por más que
para un grupo de gente, sobre todo folcloristas, representaba un
"símbolo de la invasión yanqui".
Tres
años después, sin embargo, todo había cambiado.
"Para el '88 el rock se había acabado por completo",
asegura Rivero. Los Tontos, que habían llegado al Disco de
Oro - el primero del medio - por su ventas en su álbum debut,
se separaron. Y el resto de los grupos fue bajando su actividad.
Los
años noventa
Pese
a los tristes últimos meses de los ochenta, la nueva década
se inició con uno de los discos más exitosos jamás
editados: "Gargoland" de Niquel. Peluffo, que en ese entonces
transitaba los primeros años con los Buitres, sostiene que
el gran momento de gloria que vivió esa banda significó
por sí solo otra etapa en la historia del rock uruguayo,
"una que llevó la música a cruzar varios sectores
sociales".
La
MTV, muy distinta a la que se ve ahora en las señales de
cable (era un programa de media hora que se emitía por canal
10), sobre todo en cuanto a contenidos musicales, desembarcaba en
el país mostrando los últimos coletazos del heavy
metal norteamericano de los '80, que le daba una mayor importancia
al aspecto del cantante que al nivel artístico (lo cual lo
dañó bastante), y los primeros del grunge, con Nirvana
a la cabeza.
THE
SUPERSONICOS. "Manu Chao vino a ser una especie de nuevo Cristobal
Colón".
Esta banda, y Mano Negra, sobre todo luego de su llegada a Montevideo
en 1992, serían dos de las grandes fuentes de inspiración
a las nuevas generaciones de rockeros. Los ritmos latinos empezaron
a sonar en el mundo, por lo que las multinacionales (EMI, BMG, etc.)
empezaron a mirar para este lado del mapa.
Leo
Sónico, es uno de los guitarristas de los Supersónicos
(cualquier parecido a los Ramones es mera influencia, en el nombre,
claro). Recuerda que "cuando vino Mano Negra, que tenía
un show arrollador, se inició una especie de moda. Nos dimos
cuenta que había un montón de ritmos que estaban buenos
y los teníamos al alcance de la mano". Añade
que "hay una paradoja triste de todo esto, Manu Chao (el cantante
de Mano) vino a ser el nuevo Colón: tuvo que venir él
para darse cuenta que América existía".
A mediados
de la década, El Peyote Asesino y Platano Macho, quienes
estuvieron entre los primeros artistas nacionales que grabaron para
sellos internacionales (terminó el predominio de Palacio
de la Música que con su sello Orfeo se encargaba de la casi
totalidad de los discos de rock uruguayo), disfrutan de un impacto
tan intenso como efímero. Finalmente, llegamos a nuestros
días.
Aquí
y ahora
¿Los
propios músicos creen que la actual es una etapa nueva? "Estoy
convencido que sí, pero también somos producto de
todo lo que vino antes", asegura Mateo Moreno, bajista de No
Te Va Gustar, banda surgida en 1994 y que con su disco independiente
"Solo de Noche" se convirtió en una de las más
populares del medio. Cuando están por sacar su segundo disco
(ahora por el sello Warner) ya cuentan con - al menos - cinco temas
que pueden considerarse "hits".
Hereford
es otra de las bandas que lleva mucha gente. Frankie Lampariello
y Guzmán Mendaro (bajo y voz, y guitarra solista respectivamente)
opinan que el rock uruguayo está pasando por su mejor momento
después de la dictadura. El otro cantante, Diego Martino,
no está de acuerdo, "pueden sonar muy bien, pero la
Vela Puerca no es rock".
Sin
embargo, para Gabriel Peluffo, uno de los "históricos"
del rock, esta nueva etapa está, justamente, liderada por
la Vela. Destaca que "ahora las bandas se manejan muy profesionalmente
y ya tienen los objetivos claros, no como cuando empezamos con los
Estómagos".
"Siempre
que sale algo grande se habla de una nueva etapa, ¡porque
hay algo que antes no existía!", sostiene Rodrigo Gómez,
cantante y guitarrista de Sórdromo. "Con el Peyote Asesino
pasó algo parecido, cambió el rock de los ochenta
y post ochenta hacia un sonido más cercano al 2000".
El
hecho de nombrar a esta banda, el Peyote, como un punto de inflexión
en la historia del rock nacional es compartido por Gómez
y Peluffo. Este último añade que su aparición
coincidió "con el fin del monopolio de Palacio de la
Música de las ediciones discográficas y el inicio
de la era de las multinacionales". Este tema será tratado
más adelante.
BUITRES.
Gabriel Peluffo es la voz de una de las bandas con más trayectoria
del medio.
"Sí, hay otra etapa", señala Tabaré
Rivero, que agrega: "algunas cosas me gustan más que
otras, lo que admiro son las actitudes y las posturas porque la
intención artística es la que vale; si vos tenés
un micrófono y miles de personas que te escuchan, ojo con
lo que decís al abrir la boca (...) NTVG me gusta bastante,
pero la letra 'déjame bailar, no molesto a nadie' yo la diría
'no me dejes bailar porque molesto a todos'. Luego me gusta la Vela,
la Abuela Coca (aunque no me cuelga el portuñol)".
Luis
Alfredo Giannotti, más conocido como "Chole", cantante
y guitarrista de la Abuela Coca, coincide con Rivero en la necesidad
de mandar un mensaje y una línea al público, "nosotros
somos básicamente comunicadores". También cree
que hay un nuevo momento para el rock uruguayo basado en la mixtura
de géneros: "un tema de cuatro minutos te pasea por
todos lados; por suerte la cantera de música nacional es
inagotable, incluso están surgiendo nuevas propuestas posteriores
a la Vela y NTVG".
"Yo
no hablo como erudito, sino como alguien que estuvo quince años
tocando rock", el que ahora habla es Jorge Nasser, "soy
hincha de todas las propuestas actuales porque en cierta medida
me siento identificado con ellos. En esta etapa los grupos son muy
abiertos, no tienen ese viso de intolerancia que teníamos
todos - me incluyo - en otros tiempos. Otra característica
es que todas las bandas suenan bien".
En
esto, el sonido logrado tanto en el estudio como en el directo,
coincide Frankie Lampariello: "más allá de que
me guste o no, yo voy a ver a la Vela en vivo y digo 'estos locos
matan'".
El
buen sonido, y el interés por conseguirlo es recalcado también
por Santiago Tavella (Cuarteto de Nos): "hay buenas producciones
desde el punto de vista artístico y una intención
de sonar mejor en contraposición a lo que ocurría,
por ejemplo, en los ochenta". Sostiene también que "hay
un público nuevo, por más que siempre hubo gente que
tuvo un éxito masivo hay una nueva respuesta de la gente".
LA
VELA PUERCA. "El viejo" va rumbo a convertirse en un clásico
de la música nacional.
Público masivo no le faltó en su momento al Cuarteto,
su disco "Otra navidad en las trincheras" de 1994 llegó
a un nivel de ventas que les mereció el Triple Platino (18.000
copias).
Los
músicos están de acuerdo, son nuevos tiempos para
el rock nacional.
Espejos
¿En
dónde se miran los músicos uruguayos? Si los Beatles
fueron "la" influencia en los '60 y el punk (y el post)
rock en los ochenta fue el estilo predominante, se nota en las bandas
de mayor éxito una búsqueda en todo lo latinoamericano.
El impacto de Mano Negra (del que hablaba Leo Sónico) y una
mayor predisposición de los grandes sellos multinacionales
a mirar más abajo del Rio Grande propiciaron una revisión
de todos los ritmos locales y regionales.
Por
supuesto, no todo es "digitado" ni una sola banda puede
generar marcar por sí sola toda una tendencia (a no ser que
se trate de los Beatles, y Mano Negra... no lo es). También
entran a tallar los gustos personales y la rica historia del rock
anglosajón y, en nuestro caso particular debido a la cercanía
y la influencia cultural, del argentino.
También
se mira para acá. Pablo Abdala, baterista de NTVG afirma
que algunos de sus espejos son Jaime Roos y Ruben Rada "por
la profesionalidad con la que se manejan, han pasado por cosas malísimas
y salieron adelante, nos han marcado mucho ha nivel musical y de
producción". "La movida del rock uruguayo post
dictadura nos marcó como guachos que éramos",
el que habla ahora es el bajista Mateo Moreno (los integrantes de
esa banda actualmente andan por los 24 años), "también
influyen los gustos personales, como los Fabulosos Cadillacs, Divididos,
Sumo, los Redondos... un gusto común es Bob Marley".
Otra
banda actual que tiene una propuesta muy distinta son los Supersónicos.
"Cuando empezamos a principios de los '90, nuestras influencias
fueron los Ramones, Sex Pistols, The Clash y el punk español,
Siniestro Total nos parece la mejor banda que existe", sostiene
Joe Sónico. Su hermano Leo añade que cuando evolucionaron
musicalmente se combinaron con algo de "Pixies, Devo y el rock
instrumental como Shadows y los Ventures".
Hereford,
uno de cuyos éxitos es un cover de Free "Todo está
bien" (It´s allright), también toca en sus presentaciones
dos temas de AC/DC, "Live wire" y "Highway to hell",
"lo cuál hizo que nos etiquetaran como una banda de
ese tipo, lo que no nos molestaba en absoluto, pero en realidad
somos una fusión de gustos y estilos", dice Frankie
Lampariello.
Al
bajista de esta banda le gusta mucho Pink Floyd y Depeche Mode,
y sus colegas de Snake. Al otro cantante, Diego Martino, sus gustos
pasan más por U2, The Police y Níquel. Este último
es compartido por el guitarra solista, Guzmán Mendaro, "fue
el mejor grupo que hubo acá, musicalmente es una bandaza".
Hablando
ahora con bandas más antiguas, según Jorge Nasser,
a Níquel precisamente, "sería muy difícil
explicarlo sin mencionar a los Beatles y a los Rolling Stones, teníamos
un concepto más 'beatlero' de lo que tenía que ser
un conjunto de rock".
LA
TABARE RIVEROCK BANDA. También tuvo al "cantopopu"
entre sus influencias musicales.
Pese a su enérgica puesta en escena, Tabaré Rivero
también reconoce referencias en "Bob Dylan, Crosby,
Stills and Nash, Silvio Rodríguez y el cantopopu". Este
último había sido el género predominante en
Uruguay (sobre todo con los retornos de Alfredo Zitarrosa, Daniel
Viglietti y Los Olimareños) hasta la popularización
de los Estómagos y sus compañeros de generación
rockera. La Tabaré fue una de las primeras bandas en hacer
espectáculos acústicos.
Al
igual que la Tabaré y más acá en el tiempo,
los Supersónicos, el Cuarteto de Nos siempre le dio una gran
importancia a lo visual en sus presentaciones. Por lo que, además
de los Beatles y Frank Zappa, Tavella indica que su banda fue influenciada
"por Les Luthiers, películas de Monty Phyton y el teatro
del absurdo que en Uruguay desarrollaron Ceminara y Restuccia".
Tener
influencias no quiere decir que se imite a rajatabla o se tenga
una propuesta muy similar. "Son muchas las cosas que me gustan,
pero puede haber algo que me cuelgue y me motive para componer algo
y el resultado final no guarde relación con el original",
sostiene Rodrigo Gómez (Sórdromo). "Lo primero
que escuché fue The Police, escuchaba Mano Negra pero me
sentía más identificado con el rock de Nirvana, Smashing
Pumpkins o Lenny Kravitz".
El
Uruguay fue un "crisol de razas", como rezan los textos
escolares de historia, sobre todo con la oleada inmigratoria de
principios de siglo. Haciendo un paralelismo al rock nacional, cuando
hoy son muchos más los que emigran que los que vienen al
país, se sigue abrevando de varios afluentes que desembocan
en la actual corriente cultural.
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