Publicada
el lunes 1 de abril en el suplemento ECONOMIA & MERCADO
El BCU debía saber en dónde algunos bancos estaban
colocando sus fondos
La
Superintendencia debió haber actuado preventivamente pues
conocía la elevada tasa de riesgo que suponía invertir
en Argentina
Luego
de haberse aliviado los efectos del contagio del "corralito"
de Argentina en la plaza financiera uruguaya, ECONOMIA & MERCADO
dialogó con el Cr. Juan Carlos Protasi, ex presidente del
Banco Central del Uruguay (BCU). La entrevista giró en torno
a una amplio temario que cubrió las operaciones bancarias
locales financiadas con fondos offshore autorizadas por la normativa
vigente, la actuación aparentemente con fallas del BCU como
supervisor de la actividad financiera, la actual contracción
del crédito y elevadas tasas de interés en la plaza
local y, último pero no menos relevante, la solidez de la
banca uruguaya, a la cual no fue posible derribarla a pesar de que
sus dos mayores instituciones tuvieron serios problemas. La conversación
comenzó analizando la propuesta del Dr. Elvio Baldinelli
(ver nota en pág. 6) para que el BCU garantice los depósitos
argentinos en Uruguay.
¿Considera
viable el funcionamiento de un tratado binacional por el cual nuestro
gobierno se comprometa a respetar los depósitos de los ciudadanos
argentinos como ha propuesto públicamente el Dr. Elvio Baldinelli?
Si
por "respetar" se refiere a no poner a los depósitos
bancarios en lo que se ha dado en llamar un "corralito",
considero que ningún gobierno puede comprometerse a algo
así, a menos que se estableciera un seguro de depósitos
a cargo del Estado, lo cual creo que no es factible en una economía
altamente dolarizada como la nuestra. Mal podría el gobierno
comprometerse a devolver depósitos en dólares cuando
no tiene la capacidad de emitirlos. De todos modos, la historia
de nuestra plaza financiera es que siempre se honraron los depósitos
en dólares. La solidez que ha demostrado el sistema bancario
uruguayo permitiría decir con una probabilidad muy alta que
los depósitos serían respetados; sin embargo, esto
no se puede asegurar ni siquiera con una ley.
¿No
se podría adoptar algún dispositivo que protegiese
a los capitales de ahorristas argentinos depositados en bancos uruguayos?
Ese
mecanismo es factible de implementar, pero no sería el gobierno
uruguayo quien se encargara de llevarlo a la práctica. Tendría
que funcionar bajo un esquema de seguros privados como también
ha existido en la propia Argentina. El inconveniente es que estos
seguros de depósitos no resisten cuando se produce una "corrida"
general en la plaza financiera. A lo sumo sirven para evitar un
contagio cuando una sola institución bancaria entra en dificultades,
ya sea por problemas de liquidez o de solvencia, lo cual a veces
es difícil de distinguir. Por ejemplo, ningún seguro
de depósito habría podido sostener a todos los bancos
uruguayos, que sufrieron enormes retiros de depósitos a partir
de enero pasado, si ese proceso se hubiera agudizado. El mejor seguro
es el que demostró la banca uruguaya: las instituciones se
hicieron cargo de devolver el dinero a los depositantes y punto.
¿No
podría el Estado uruguayo actuar como un banco central offshore
a los efectos de darle confianza a los argentinos para que depositen
sus ahorros en instituciones bancarias de nuestro país?
No
alcanzo a comprender el alcance de esa posibilidad porque los bancos
centrales de las plazas financieras reconocidas a nivel internacional
no manejan los fondos offshore. Los bancos centrales actúan
como guardianes de las reservas de los bancos para proteger a sus
depositantes. Los depósitos de no residentes deben estar
colocados fuera del país y fuera del alcance de la autoridad
monetaria. Las reglas básicas de una plaza offshore consisten
en imponer encajes cercanos a cero o cero y no permitir a los bancos
prestar los fondos de no residentes en el mercado doméstico
(residentes). Si el BCU actuara como un banco central de los depósitos
de argentinos y estableciera encajes sobre los mismos, las tasas
de interés que la plaza uruguaya ofrecería no serían
tan atractivas como en otras plazas offshore, lo que en definitiva
desalentaría a los depositantes. Hay que tener en cuenta
que cuando un inversor decide sacar el dinero de su país,
ya sea por evasión fiscal o por desconfianza, tanto le da
depositar en Uruguay o en Islas Caimán o en Luxemburgo. Lo
que importa es la seguridad, el secreto bancario y la tasa de interés.
Por más acuerdo que se haga a nivel de gobierno, el depositante
irá a depositar donde le paguen más interés
para el mismo riesgo. Además, creo que un acuerdo con el
gobierno argentino probablemente provocaría desconfianza
en los depositantes de ese país y la plaza uruguaya también
sería considerada riesgosa.
Fondos
offshore
¿No
existen antecedentes en Uruguay de operaciones bancarias locales
financiadas con fondos offshore?
Sí.
En la crisis financiera de principios de la década de los
ochenta, el sistema bancario uruguayo prestó dinero de no
residentes en la plaza local. Como este tipo de fondos es muy volátil,
esos capitales se fugaron a lo largo de 1982 luego que Argentina
devaluó; pero como estaban colocados a empresas y particulares
residentes, los bancos debieron pedir la cancelación de los
créditos lo que era imposible. Para evitar que ese tipo de
situaciones vuelva a ocurrir, el BCU aprobó una norma, que
aún sigue vigente, estableciendo que los fondos de no residentes
que se presten internamente deben pagar un encaje igual que si fueran
depósitos de residentes. Como considero que esta norma es
incompleta, debería impedirse lisa y llanamente que los fondos
de no residentes se presten a residentes, para evitar que una corrida
de ellos provoque una crisis como ocurrió en 1982. Por supuesto
que esa crisis no se produjo sólo por una "corrida"
de los depósitos de no residentes, también tuvo lugar
una "corrida" contra el peso. Ambas produjeron el resultado
por todos conocidos.
¿Habría
una transgresión de esa norma bancocentralista si los depósitos
de los argentinos en bancos uruguayos contemplados por el acuerdo
propuesto por el Dr. Baldinelli se destinaran a otorgar préstamos
en Argentina?
Lo
que se está proponiendo es que Uruguay reciba depósitos
de no residentes y que una regulación obligue a que los mismos
sean colocados en Argentina. Si no fuera así, los argentinos
no se asegurarían de que recibirían crédito
con los fondos depositados en Uruguay. Creo que esa norma estaría
parcialmente respetando las prácticas de las plazas offshore
en cuanto a que los fondos no se colocan en el mercado doméstico.
No obstante, me parece que lo fundamental es que no toma en cuenta
el problema del riesgo país. Porque si se impone la obligación
de que los fondos que se reciban de argentinos sean recolocados
en Argentina, los depositantes podrían temer que si se impone
un "corralito" en el futuro, las empresas argentinas que
recibieran esos préstamos no podrían honrar sus deudas
como ocurre actualmente.
Fallas
en supervisión
Cuando
en 1999 el gobierno uruguayo autorizó a que el Banco Galicia
que dejara de operar como una IFE (Institución Financiera
Externa) y se transformara en una institución bancaria propiamente
dicha, ¿no advirtieron las autoridades cuál era la
estrategia operativa de dicha institución?
Me
imagino que el gobierno de esa época no podía estar
ajeno al hecho de que la inmensa mayoría de los fondos de
ese banco en nuestro país era de argentinos y que se prestaba
en Argentina. Este es precisamente el esquema que plantea el Dr.
Baldinelli. La Superintendencia de Instituciones Financieras fácilmente
debía saber en qué y dónde esa institución
estaba colocando esos depósitos. Tengo entendido que la autorización
fue dada por el BCU con motivo de una norma que había aprobado
el gobierno argentino, por la cual no permitía la exoneración
tributaria de los fondos radicados en el exterior de los argentinos,
salvo que esos capitales estuvieran depositados en bancos regulares.
Por consiguiente, no podían beneficiarse de esa ventaja tributaria
todos aquellos argentinos que tenían dinero colocado en instituciones
financieras sin categoría de bancos. Como el Banco Galicia
funcionaba como una IFE en Uruguay y tenía cuantiosos depósitos
de argentinos, el BCU le permitió que se transformase en
banco para que pudiera continuar su negocio con no residentes y
evitar una salida importante de depósitos.
¿No
hubo fallas en la actuación del Banco Central del Uruguay
como supervisor de la actividad financiera durante los meses más
críticos de la reciente crisis bancaria en Argentina, especialmente
cuando se transfirieron fuerte sumas de dinero del Banco Comercial
al Banco General de Negocios en Argentina?
Indudablemente,
ha habido una falla en la supervisión oficial porque quien
ejerce esa función tiene necesariamente que saber que los
bancos Comercial, Galicia y algunos otros, por sus balances así
como por la propia constitución de sus paquetes accionarios,
estaban invirtiendo dinero en Argentina. Si no fue así, creo
que es una debilidad de la supervisión. De poco serviría
exigir reservas por morosidad por el crédito concedido a
una PYME, cuando, por otro lado no se evalúan los riesgos
de otras colocaciones, como pueden ser títulos emitidos en
otras plazas como Argentina, Brasil, etc. conociendo de antemano
la fuerte interrelación entre las mismas. Teniendo en cuenta
que la Superintendencia conocía la elevada tasa de riesgo
que suponía colocar capitales en la plaza argentina desde
el año pasado, se debió haber actuado preventivamente.
Pero estoy juzgando sólo por los hechos. No sé si
internamente han existido informes en donde se puso de manifiesto
este tipo de riesgo. A primera vista, se ve como una falla de la
supervisión, aunque habría que conocer si los supervisores
actuaron en tiempo y forma, informando a las autoridades y si, por
diversas razones, esos informes se perdieron en un trámite
interno o, sencillamente, no circularon. Le reitero que desconozco
cómo fue la operativa, pero no me caben dudas que, con la
escasa información disponible, cualquier ciudadano se hace
la misma pregunta que Ud. me formula. Y la respuesta es obvia.
Sin
riesgo sistémico
¿Hay
riesgos de una crisis sistémica de la banca uruguaya en la
actualidad?
Considero
que no existe un riesgo sistémico. Si hubiera un serio problema
de contagio por retiros de depósitos, la gran mayoría
de las instituciones que operan en la plaza uruguaya tendría
el respaldo de sus casas matrices por ser sucursales, filiales,
subsidiarias, etc. de bancos internacionales. Se supone que, normalmente,
dichas instituciones respaldan a los depositantes en cualquier país,
con lo cual el riesgo del depositante se reduce en forma considerable,
aunque no desaparece totalmente. De alguna manera, esto fue lo que
pasó en nuestro país en los primeros meses de 2002.
Una vez corregida la administración del Banco Comercial e
intervenido el Banco Galicia con suspensión de actividades,
la crisis se ha aliviado bastante al detenerse el drenaje de depósitos
del sistema financiero uruguayo, que según estimaciones preliminares
habría sido de unos U$S 1.500 millones, lo que representa
un 10% aproximadamente del total de depósitos en el país.
Buen
negocio bancario
¿Representa
el flujo de capitales a través del Río de la Plata
un negocio financiero muy redituable para los bancos uruguayos?
Es
un buen negocio porque los instituciones locales ofrecen a sus clientes
argentinos servicios de banca privada que dejan beneficios. También
es sabido que algunas instituciones captan depósitos de argentinos
y los prestan en la plaza local, pero es una práctica que
no debería permitirse bajo ningún concepto. Como dije
antes, hoy las normas lo permiten pero no debería ser así.
¿No
podrían los bancos uruguayos ir a hacer negocios a los países
vecinos?
Lo
están haciendo y es un negocio legítimo. También
tomaron depósitos efectuados por argentinos en Uruguay y
los llevaron a Argentina, donde los prestaron a tasas muy altas,
pero tuvieron la mala fortuna que quedaron atrapados por el "corralito".
Es una confirmación de que los riesgos existen y que, cuando
el retorno es muy grande, se debe intuir que el riesgo es alto también.
Crédito
contraído y tasas elevadas
¿A
quiénes están dando crédito los bancos de Uruguay
en estos tiempos de crisis?
De
acuerdo con las cifras oficiales, los préstamos se están
contrayendo. Hay una caída muy importante debido, entre otras
razones, a la salida de capitales de residentes y no residentes.
Si esos depósitos que se fueron estaban fondeando préstamos,
ese crédito lógicamente se tiene que contraer porque
ya no existen los fondos. Pero antes de que se comenzara a observar
esta salida, ya el crédito del sistema bancario se había
retraído por la falta de oportunidades de colocación
dado el alto nivel de la tasa de interés real.
¿A
qué se debe que las tasas de interés sean tan elevadas?
Creo
que juegan varios factores. Comenzando por las tasas en dólares,
en un sistema abierto como el nuestro, el costo de los fondos depende
de la tasa internacional y del riesgo país, que se fue elevando
a medida que la región fue ingresando en problemas. A esto
se agregó un importante aumento de la morosidad resultante
de la recesión en la que ingresó la economía
uruguaya en 1999, y que derivó en mayores dificultades para
hacer frente a las deudas por la caída de precios en dólares,
menor demanda de Brasil, etc. Por último y no menos importante,
los costos operacionales de los bancos aumentaron por unidad como
consecuencia de que la actividad se contrajo. Todo esto derivó
en un aumento de las tasas nominales, que coincidió con una
caída de precios en dólares, lo cual hizo aumentar
las tasas reales a niveles que no son reembolsables con una actividad
económica lícita.
¿Y
qué ocurre con las tasas en pesos?
Aquí
la historia es un poco diferente. Además de los factores
señalados, hay que agregar el riesgo de devaluación.
El público uruguayo no cree en el peso y apuesta al dólar.
La consecuencia de estas expectativas tan negativas sobre la estabilidad
del peso es que nadie está dispuesto a prestar en pesos a
menos que las tasas compensen por una eventual devaluación.
Hoy las tasas están reflejando una devaluación implícita
del orden del 60% y más también. Esto es una locura
y por eso todo el mundo se endeudó en dólares. Hoy,
por supuesto, temblamos cuando sentimos la palabra devaluación,
pero hay que ver todo lo que se ganó durante todos estos
años, mientras el dólar se estuvo apreciando en términos
reales.
¿A
qué atribuye la falta de confianza en el peso uruguayo?
El
problema de falta de credibilidad en el peso no es de ahora. La
dolarización fue el escape que hemos tenido los uruguayos
para que no nos devorara la inflación y las devaluaciones
de la moneda. Es un problema de falta de responsabilidad en el manejo
fiscal que hacen los gobiernos y en el permanente problema de falta
de solvencia fiscal. Pero esa falta de confianza le ha costado muy
caro a quienes mantuvieron dólares. Su rentabilidad fue muy
baja, pero hoy están cubiertos del riesgo. Y ese riesgo es
el premio que, precisamente, se debe pagar si alguien quiere tomar
pesos para comprar dólares.
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