Clausura de la cumbre sudamericana

Llamados a una mayor globalización

Nueve presidentes de la región clausuraron el sábado 27 de julio en Guayaquil la II Cumbre Sudamericana, en la que se constató una visión común de que sólo la integración puede ayudarles a superar las crisis actuales y avanzar en el desarrollo.

Comprometidos en una alianza política, los gobernantes se reunieron desde el viernes 26 en esa ciudad ecuatoriana con el único objetivo de forzar la integración física como uno de los mecanismos para procurar el desarrollo y encarar los retos de la globalización.

Los mandatarios de Argentina, Eduardo Duhalde; de Brasil, Fernando Henrique Cardoso; Colombia, Andrés Pastrana; Chile, Ricardo Lagos; Guayana, Bharrat Jagdeo; Ecuador, Gustavo Noboa; Paraguay, Luis González Macchi; y Venezuela, Hugo Chávez, participaron en la Cumbre hasta su clausura.

El peruano Alejandro Toledo anticipó su retorno a Lima el viernes por la noche y los gobernantes de Surinam, Ronaldo Ronald Venetiaan, y Uruguay, Jorge Batlle, cancelaron su participación en el cónclave por asuntos internos en sus naciones.

Uruguay estuvo representado por el vicepresidente Luis Hierro.

La Cumbre de Guayaquil también ha servido para afianzar la presencia de dos naciones que tradicionalmente han estado apartadas de las decisiones regionales, Surinam y Guayana, que ahora han reforzado su compromiso de actuar de cara a la integración.

Los gobernantes se han dado plazo hasta 2004, hasta la próxima cumbre presidencial en Bolivia, para constatar los avances de lo que han decidido en Guayaquil.

Las perspectivas de progreso económico se basan en la integración física que sigue contenida en la Iniciativa de Integración de la Infraestructura Regional de América del Sur (IIRSA), adoptada hace dos años en la I Cumbre Sudamericana de Brasilia y conformada hasta ahora por más de 150 proyectos de interconexión vial, energética, de transporte y telecomunicaciones.

El presidente de Bolivia, Jorge Quiroga, fue claro en que la integración es el único camino para afrontar los riesgos de la política de globalización que impera en el mundo y que en el continente se expresa en el Area de Libre Comercio de las Américas.

Quiroga admitió el peligro de que en el ALCA puedan primar las visiones protecciones de las naciones poderosas del continente, ante lo cual para los sudamericanos es necesario negociar el proyecto con fuerza, unidos e integrados.

El presidente chileno, Ricardo Lagos, también coincide en que la integración física es un imperativo regional, pero le preocupa la financiación de los proyectos.

Por eso es que los sudamericanos, al finalizar la Cumbre de Guayaquil, sobre todo han logrado que los organismos multilaterales de crédito ligados a la región (Banco Interamericano de Desarrollo y Corporación Andina de Fomento), comprometan sus esfuerzos para concretar los proyectos integradores.

Lagos incluso propuso que la negociación de los proyectos de integración regional con esos y otros organismos crediticios ya no puede pasar por la consulta bilateral.

Se trata, explicó, de que todo lo que pueda hacer un país en la negociación con los organismos en proyectos de interconexión con otras naciones de la región sea asumido como una negociación multilateral de toda Sudamérica y, por tanto, sujeta a otro tipo de tratamiento y preferencia.

Comisiones integradoras del subcontinente seguirán trabajando para vigilar el proceso de la mano del BID y la CAF, que se han ofrecido para encaminar la búsqueda de los recursos financieros y de inversión que actualmente no pueden salir de las arcas nacionales.

El Consenso de Guayaquil recoge, además, la ratificación de la lucha contra las drogas, la corrupción y la defensa de mecanismos como la ayuda oficial al desarrollo.

También los dos bloques comerciales de la región, la Comunidad Andina de Naciones (CAN) y el Mercado Común del Sur (Mercosur), han confirmado su decisión de concluir en este año un tratado de libre comercio para encarar las negociaciones sobre el Acuerdo de Libre Comercio de las Américas (ALCA).

Los mandatarios suscribieron la declaración "Consenso de Guayaquil sobre Integración, Seguridad e Infraestructura para el Desarrollo" en una ceremonia en uno de los salones de un exclusivo hotel de Guayaquil, 270 kilómetros al suroeste de Quito.

En el documento, enfatizaron la importancia de las negociaciones entre la Comunidad Andina de Naciones (CAN) y el Mercado Común del Sur (MERCOSUR), reiterando que es imprescindible concluirlas en el presente año, fortaleciendo de este modo su capacidad negociadora en otros procesos de negociación, particularmente el ALCA.

El ALCA, impulsado por los Estados Unidos, busca establecer hacia el 2005 una zona de libre comercio en todo el continente americano.

Los jefes de estado calificaron como urgente la necesidad de erradicar la corrupción y luchar contra el narcotráfico aclarando, sin embargo, que esa lucha debe ser responsabilidad compartida con los países consumidores.

Otros puntos de la declaración

*Se busca llegar a la conformación de un espacio común sudamericano y el compromiso de fortalecer la democracia (y) los derechos humanos.

*Reconocen la necesidad de mejorar la competitividad para incrementar su participación en la economía mundial y enfrentar mejor los desafíos que impone la globalización.

*Aprobaron una declaración sobre una Zona de Paz Sudamericana, proscribiendo el uso de la fuerza en la región, convocando a la limitación de gastos en armamentos.

*Expresaron un enérgico rechazo al terrorismo y reafirmaron su decisión de luchar coordinadamente para eliminarlo.

*Señalaron que la crisis de financiamiento y escasez de recursos para la inversión productiva son una amenaza para la democracia y requirieron de la comunidad internacional apoyo financiero para sustentar el sistema político.

*Apoyaron a Argentina, ante el esfuerzo que realiza para superar la actual coyuntura adversa instando a la comunidad financiera internacional a apoyar a ese país.

*Expresaron su solidaridad con Colombia, rechazando las acciones terroristas y las violaciones de los derechos humanos por parte de "los grupos al margen de la ley".
En base a EFE y AP