MERCOSUR
| La cumbre expresó el compromiso de ampliar la integración
latinoamericana
Se
reafirmó el objetivo de ser mercado común
Subrayan
que la integración es la mejor forma para superar las "dificultades
coyunturales" que crearon problemas
BRASILIA
| EFE-AP
El
Mercosur ampliado reafirmó ayer sus compromisos de avanzar
en la construcción de un mercado común y de profundizar
la integración regional como estrategia de desarrollo, según
la declaración final de la cumbre que culminó en Brasil.
Los
presidentes de Argentina, Bolivia, Brasil, Chile, Uruguay y Paraguay
ratificaron en un documento que esta integración es la mejor
forma para que los países socios superen las "dificultades
coyunturales" que han creado problemas a la unión aduanera.
El
comunicado conjunto de los presidentes del Mercosur hace un recuento
de los últimos avances en el ambicioso proyecto de ir más
allá de un área de libre comercio.
Después
de la firma de los documentos, Brasil traspasó a Paraguay
la presidencia semestral del bloque.
CONTENIDO.
En el documento los gobernantes manifestaron su satisfacción
por la firma de un nuevo acuerdo que facilita el visado para los
ciudadanos de los países socios y que "pavimenta el
camino para la libre circulación de personas, iniciativa
fundamental para la construcción de un mercado común".
También
manifestaron su optimismo y reconocieron los avances de las negociaciones
en bloque para aumentar el comercio exterior a través de
acuerdos de liberalización con los países de la Comunidad
Andina de Naciones, México, la Unión Europea y Africa
del Sur.
En
el texto también destacaron el interés de los países
socios, todos ellos con una fuerte actividad agrícola, de
que las naciones ricas remuevan sus barreras arancelarias, subsidios
y demás instrumentos "que distorsionan el comercio mundial
de esos productos".
Asimismo
recalcaron la necesidad de que los socios preserven el reconocimiento
internacional alcanzado por la lucha contra la fiebre aftosa, una
dolencia del ganado vacuno que amenaza la exportación de
productos cárnicos, particularmente ahora en el caso de Paraguay.
En
otra declaración conjunta de los presidentes de Mercosur
más los de Bolivia y Chile como países asociados,
se enfatizó la importancia de las negociaciones multilaterales
y la coordinación de los estados miembros en los foros internacionales.
De
la misma manera reiteraron "su firme compromiso de preservar
y fortalecer la instituciones democráticas y el estado de
derecho como condición esencial para avanzar en el proceso
de integración".
Los
presidentes ratificaron su determinación de luchar contra
el narcotráfico y el terrorismo y de aumentar la integración
física para unir las fronteras con inversiones que ayuden
a dinamizar la producción y el comercio.
En
este sentido, resaltaron la creación de un Grupo de Integración
Fronteriza del Mercosur, volcado a la promoción del desarrollo
económico y la mejoría de las condiciones de vida
de las comunidades fronterizas.
Destacaron
"el paso fundamental" que significa para el fortalecimiento
institucional del Mercosur el inicio de la transformación
de la Secretaría Técnica en una Secretaria Administrativa.
Este
nuevo organismo de apoyo trabajará con la perspectiva común
de que la integración regional refleje los intereses del
bloque en su conjunto.
NUEVO
DIRECTOR. Reginaldo Braga Arcuri, de Brasil, fue designado como
nuevo Director de la Secretaría Administrativa del Mercosur
(SAM), informaron fuentes del organismo basado en Montevideo.
Braga
Arcuri, que era coordinador del sub grupo de trabajo Nº 7 de
Industria del Mercosur, asumirá el dos de enero en reemplazo
del argentino Santiago González Cravino.
El
mandato del Director del SAM se extiende dos años.
La
designación de Braga Arcuri se conoce en momentos en que
se realizaba la cumbre del Mercosur, Argentina, Brasil, Paraguay
y Uruguay y sus socios, Chile y Bolivia en Brasilia y con estudios
de convertir al SAM en una Secretaria Técnica que sea más
ejecutiva.
La
SAM que tiene su sede permanente en Montevideo, cuenta con 24 funcionarios,
seis por cada país titular, además del Director y
el secretario.
Mercosur
aprueba la Secretaría Técnica y acuerdo con la CAN
La
nueva secretaría fue una propuesta de Uruguay y con la misma
estructura desarrollar ocupaciones más sustantivas
BRASILIA
| AFP
Los
cancilleres del Mercosur (Argentina, Brasil, Paraguay y Uruguay)
alcanzaron ayer un acuerdo marco con la Comunidad Andina de Naciones
(CAN) y acordaron la creación de la secretaría técnica
del bloque, con sede en Montevideo, en lo que parece una vuelta
del optimismo en el futuro del bloque.
El
acuerdo marco con la CAN, integrada por Bolivia, Colombia, Ecuador,
Perú y Venezuela, prevé la conclusión de un
acuerdo de libre comercio para el 30 de noviembre del próximo
año, informó el ministro brasileño de Desarrollo,
Industria y Comercio, Sergio Amaral.
Mientras
tanto, uno de los bloques podrá negociar con un país
del otro bloque un acuerdo de libre comercio y no bilateralmente,
como se oponía Paraguay, que también bloqueaba la
creación de la secretaría técnica que sustituirá
a la administrativa, cuya sede se encuentra en Montevideo.
SECRETARIA.
La secretaría técnica, que tendrá la misma
estructura de personal que la actual, "va a dejar simplemente
de administrar y organizar reuniones y va a tener ocupaciones más
sustantivas, como producir documentos técnicos de apoyo a
las decisiones, o velar por el cumplimiento de las normas del Mercosur",
explicó a la prensa el representante comercial de la cancillería
brasileña, Clodoaldo Hugueney.
Para
el funcionario, la reunión ha sido "muy positiva",
sobre todo si se tiene en cuenta que el Grupo del Mercado Común
(GMC) no logró ningún avance en la reunión
que mantuvo el miércoles en Rio de Janeiro.
"Ayer
(el miércoles) la reunión acabó en situación
muy difícil porque no teníamos presupuesto (para el
funcionamiento de la secretaría), no había apoyo para
la secretaría técnica ni teníamos acuerdo marco
Mercosur-CAN", dijo, antes de pagar tributo a los ministros
que han conseguido superar todos los escollos en una jornada de
reuniones.
El
ánimo ha cambiado entre los miembros del Mercosur, que ven
en la firme decisión del presidente electo de Brasil, Luiz
Inacio Lula da Silva, de reforzar el Mercosur una luz de esperanza
al final del túnel al que han llevado las crisis económicas
que sacuden a sus miembros.
ARGENTINA.
El vicecanciller de Argentina, Martín Redrado, que reemplaza
al titular, Carlos Ruckauf, fue firme al asegurar que el "Mercosur
tiene presente y tiene futuro".
La
recuperación económica argentina, que mensualmente
registra un saldo comercial positivo de U$S 1.200 millones, es un
signo de que se camina hacia mejores tiempos para la integración
sudamericana.
El
comercio entre los dos principales socios del bloque también
se ha recuperado. Según una información de la Gazeta
Mercantil, las exportaciones de Brasil a Argentina se redujeron
en noviembre un 26% con respecto al mismo mes del año pasado,
lejos de la caída del 71,5% registrada en marzo.
Las
importaciones también superaron en los últimos dos
meses los U$S 400 millones, aunque todavía muy inferiores
a los U$S 600 millones que se registraban en 1997 y 1998. Brasil
sigue manteniendo un déficit de U$S 2.270 millones.
El
Mercosur, que hoy recibirá la visita del director del Fondo
Monetario Internacional (FMI), Horst Köhler, también
estudia una declaración para que éste ayude financieramente
a Argentina.
Pero
mientras los problemas puntuales se resuelven, el grupo de 28 "cabezas
pensantes" de los países miembros reunidas por la Cancillería
brasileña para repensar el Mercosur, ha concluido que falta
liderazgo en la construcción del bloque y se han sumado a
la idea propuesta por el embajador de Brasil en Buenos Aires, José
Botafogo, que reclama un papel más activo del gigante sudamericano.
Por
último, los cancilleres del bloque también han apoyado
la propuesta del presidente Fernando Henrique Cardoso, de fusionar
los dos fondos de financiación de la región, la Confederación
Andina de Fomento (CAF) y el Fondo de Inversiones de la Plata (Fonplata),
aunque no será aprobado en esta reunión ni se encontraba
en la agenda.
La
fusión de estos dos fondos podría "crear un agente
financiero para toda América del Sur, para ayudar en la ejecución
de los planes del Iirsa (Iniciativa de Integración Regional
de Sudamérica)", destacó Hugueney.
Una
Cumbre para preparar el relanzamiento del Mercosur
El
politólogo Romeo Pérez Antón, repasó
junto a El País Digital, la situación política
de los cuatro socios en vísperas de la Cumbre de Brasilia
Las
condiciones están maduras, pero la crisis por la que atraviesan
los países miembros puede restarle credibilidad a los acuerdos
que se firmen
El
politólogo Romeo Pérez Antón trazó un
diagnóstico de los cuatro miembros plenos del Mercosur y
describió un panorama que en su opinión impide el
relanzamiento inmediato del bloque.
Pérez
Antón, un estudioso de los procesos de integración
regional, dijo tener expectativas moderadas respecto a los resultados
que emerjan de la Cumbre del Mercosur que comienza en Brasilia.
Pueden esperarse algunas medidas que preparen el relanzamiento del
Mercosur, ya que las condiciones están maduras, pero el problema
se ubica al nivel de las dificultades por que atraviesan sus países
miembros. En un breve diagnóstico, Pérez Antón
señaló que el problema de Brasil radica en sus dificultades
competitivas. Brasil tiene un gran mercado interno pero es débil
hacia fuera; la industria se puede proteger tres o cuatro años
pero después hay que bajar sostenidamente los aranceles y
hacer frente a las presiones de los que piden protección.
También tiene una deuda externa pesadísima. Brasil
tiene que modificar mucho y muy dolorosamente en su economía.
Tiene un gobierno electo, pero que todavía no ha asumido
y ni siquiera ha designado a sus principales autoridades y sus primeras
matrices de gobierno.
El
problema de Argentina: no tiene un gobierno mínimamente creíble
y mientras no lo tenga no puede contribuir al relanzamiento. Los
pactos que habría que firmar para reactivar el Mercosur deberían
ser ambiciosos, si Argentina los firmara con el gobierno actual,
nadie podría creer en la seriedad de ese compromiso.
El
problema de Uruguay: el Mercosur no se puede relanzar sin Brasil
y tampoco sin Argentina, pero tampoco sin Uruguay. Uruguay tiene
una economía pequeña, pero es un país importante
en el proceso de toma de decisiones del Mercosur. "Tenemos
un gobierno legítimo pero que está atravesando una
fase de gran debilidad sobre todo por la crisis bancaria y por haberse
disuelto la coalición de gobierno que lo sustentaba",
reflexionó el politólogo. En Uruguay no existe una
situación tan desfavorable como la de Argentina o Brasil
desde la óptica del relanzamiento del Mercosur, pero sí
una situación que dista de ser la ideal para comprometer
al país en ese proceso.
El
problema de Paraguay: está sumido en una crisis política
terrible; no tiene un gobierno, el presidente de la República
sólo puede comprometer nominalmente al Paraguay. El vicepresidente
tiene más representatividad que el presidente, ya que el
presidente no fue elegido popularmente mientras que el vicepresidente
sí, y con los votos de la oposición al presidente.
"Agreguemos a esto que se ha retrocedido en materia de corrupción
e irregularidades de todo tipo en el proceso político. De
todos modos, si se recompone la política doméstica
en Argentina, Brasil y Uruguay, una vez más arrastrarán
a Paraguay en el camino de la reactivación del MERCOSUR",
.
¿Qué
relevancia puede tener esta cumbre en comparación, por ejemplo,
con las de Olivos o de Ouro Preto?
Yo
diría, como un ciudadano del Mercosur y como creyente del
Mercosur, que tengo expectativas moderadas o medianas respecto de
la cumbre de Brasilia, la cual pone fin a la presidencia pro tempore
brasileña. Mis expectativas son moderadas porque mientras
por una parte creo maduras las circunstancias para un relanzamiento
genuino del Mercosur, por otra, considero que no se han reunido
todas las circunstancias de política doméstica en
los países miembros que permitan tal transformación.
Yo
esperaría de esta reunión de toda esta serie
de reuniones que culminan en la cumbre de presidentes algunas
pocas medidas concretas que preparen al Mercosur. de tal modo que
en los meses que siguen, en los primeros meses del 2003, podría
producirse el relanzamiento, quizás antes de la próxima
cumbre que pondrá fin a la presidencia de Paraguay.
¿Por
qué entiende que el relanzamiento puede darse en esas fechas?
Creo
que están dadas las condiciones generales para la transformación,
las condiciones de contexto, porque se han frustrado las alternativas
a los compromisos del Mercosur que deslumbraron en su momento a
los cuatro países miembros plenos del Mercosur. Y eso es
clave para un resurgimiento del bloque.
Lo
que falla son los dispositivos de política interna en todos
los países miembros. El relanzamiento vendrá dentro
de unos meses, cuando cambien ciertas cosas en Argentina y Brasil
principalmente, y también en alguna medida, en Uruguay y
en Paraguay.
¿Qué
fue lo que deslumbró a estos países?
Principalmente,
los países tomaron dos caminos igualmente distantes de los
postulados del Mercosur. Por un lado, tenían expectativas
de entendimiento bilateral con Estados Unidos y Canadá. Y
por otro, creyeron que el ALCA era la "Tierra prometida".
Hoy por hoy, quedó en evidencia que ninguna de estas alternativas
tuvo éxito.
Se
ha fracasado en la negociación bilateral con Estados Unidos
de "grande a grande" en el caso de Brasil, de "mediano
a grande", pero "mediano" audaz con (Domingo) Caballo,
en el caso de Argentina, y de "pequeños a grandes"
en el caso de Uruguay y Paraguay. Fracasaron todos.
Y en
cuanto al ALCA, yo no hablaría aún de fracaso, aunque
sí es preocupante el rumbo que ha seguido este proceso.
Lo
que sucede es que Estados Unidos pretende una apertura total de
los mercados latinoamericanos y a la vez, quiere obtener las garantías
que están en su interés en el área de servicios
de protección de la propiedad intelectual y de compras gubernamentales.
Del mismo modo, no está dispuesto a abrir sus mercados a
las ofertas latinoamericanas, como lo han demostrado diversas normas
recientes, de carácter proteccionista, entre ellas la de
aplicación de medidas sobre supuestos "dumpings"
en el caso del acero que se exporta a Estados Unidos.
Yo
no soy sistemáticamente anti-ALCA. No me identifico con quienes
salen manifestar en su contra. Creo, en cambio, que hay un ALCA
"malo" y otro "bueno". El ALCA "bueno",
el que debería lograrse para América Latina, implica
una verdadera liberación del comercio hemisférico.
De
hecho, el ALCA, siempre y cuando sea "el bueno", puede
convivir perfectamente con el Mercosur. No son incompatibles porque
el Mercosur, al menos en su objetivo final, progresa hacia un mercado
común, lo cual es perfectamente compatible con un área
de libre comercio más amplia. El ALCA no tiene otro propósito
que la liberalización del comercio.
Lo
cierto es que, políticamente, las fuerzas que en Estados
Unidos propician el ALCA miran con recelo el Mercosur. Igualmente,
habrá que afrontarlas y negociar en términos que permitan
la supervivencia del Mercosur. Pero para que eso sea posible, el
ALCA que se construya deberá reunir las características
de lo que llamo el ALCA "bueno", no del ALCA unilateral,
en el que nos abrimos nosotros y no los estadounidenses.
En
el ámbito del Mercosur, con todos sus compromisos, ¿cómo
fue que se permitieron las negociaciones bilaterales?
No
fueron permitidas, pero tampoco enfrentadas. Se toleró relativamente
y más bien se prefirió interpretar las "aventuras
extramatrimoniales" de los otros miembros del bloque como una
especie de aval para aventuras propias. Aunque, como a veces también
pasa en las aventuras extramatrimoniales, todos estamos retornando
al hogar conyugal más bien decepcionados de lo que de lejos
se ve muy atractivo pero de cerca no lo es tanto. Y a eso yo le
llamo madurez para relanzar el Mercosur. Brasil y Argentina no son
los mejores vecinos imaginables para Uruguay y Paraguay y lo mismo
sucede a la inversa, pero son los que tenemos. Y son nuestros principales
mercados de importación aún hoy.
¿Y
qué reformas son necesarias para relanzar el Mercosur?
Principalmente,
son reformas de tipo político, aunque también las
hay de carácter económico, como liberar aranceles,
porque ninguna industria que ha sobrevivido detrás de altos
muros protectores se hace apta para sobrevivir luego en un contexto
liberalizador. Se puede proteger tres o cuatro años, pero
después hay que bajar los aranceles sostenidamente, incluso
contra todas las presiones de los interesados en mantener una alta
protección.
Tarde
o temprano, tiene que aparecer la verdadera capacidad competitiva.
Creo que esto es lo que tiene por delante nuestro país, pero
sobre todo, es un desafío que tiene que enfrentar Brasil.
Brasil no es competitivo. Es un gran mercado, pero fuera de fronteras,
no es competitivo. Ha hecho alguna cosa en los últimos diez
años. Pero tendrá que modificar mucho y muy dolorosamente
su economía.
Además,
en términos comerciales mundiales, Brasil es un pequeño
país. El Mercosur es la unión de un país (en
términos de comercio mundial) pequeño, que es Brasil
con otro algo más pequeño, que es Argentina, con dos
países casi invisibles en ese sentido que son Paraguay y
Uruguay. Paraguay, en último caso, es completamente invisible.
Sin
embargo, juntos somos algo más, nada al lado del Nafta o
la Unión Europea, pero al menos, somos, como se dice retóricamente,
"el cuarto bloque comercial del mundo".
¿Y
de carácter político?
Las
coyunturas políticas internas hoy no son las mejores para
un relanzamiento del Mercosur.
En
concreto, Argentina no tiene un gobierno mínimamente creíble.
Por lo tanto, mientras ese país no encuentre una estructura
gobernante seria, no puede contribuir al relanzamiento del Mercosur.
De modo que, si Argentina firmara los pactos de reforzamiento del
Mercosur con el gobierno actual, nadie podría creer en la
seriedad de ese compromiso. Así que el primer paso para Argentina
debe ser encontrar un gobierno.
Tiene
elecciones fijadas para el año próximo. Es posible
que de las elecciones surja un gobierno. Con gran optimismo me animaría
a decir "es probable". Pero habría que estar loco
para decir "seguramente Argentina tendrá un gobierno
el 27 de mayo de 2003". Sólo es posible. Mientras Argentina
no tenga un gobierno no habrá relanzamiento del Mercosur
porque obviamente el bloque no se puede relanzar sin Brasil, y tampoco
sin Argentina. Y me parece que sin Uruguay tampoco. Por más
que Uruguay es pequeño, creo que es importante en el Mercosur.
Brasil
tiene un gobierno electo, es legítimo. Y a la vez, despierta
muchas simpatías hacia adentro y hacia fuera del país
porque está encabezado por un hombre que proviene de las
capas más pobres del país. Esto es absolutamente insólito
en la política brasileña que es una política
de clases altas. No es fácil que un hombre pobre llegue al
gobierno en ningún lugar del mundo.
Ese
gobierno electo es de un partido, el Partido de los Trabajadores,
que ha sido pro Mercosur. En los 10 años largos del Mercosur,
el PT siempre fue bastante favorable a la integración. Ahora,
es un gobierno que enfrentará unos problemas gigantescos
y además, aún no ha definido cómo enfrentará
esos problemas.
El
PT y Lula a su frente han ganado las elecciones haciendo promesas
enormes, imposibles de cumplir en su conjunto. Ha librado cheques,
como se dice normalmente, que no puede afrontar íntegramente.
Entonces tendrá ahora que recortar las expectativas que levantó
cuando fue oposición y durante la campaña electoral.
En ese momento van a surgir las protestas, las decepciones y ahí
comenzará realmente el gobierno de Lula, del PT, y de la
alianza que hizo con muchos otros grupos. Porque además no
hay que olvidar que el PT tuvo que hacer muchas alianzas para ganar
las elecciones. Va a ser difícil conducir esa coalición,
una coalición muchísimo más vasta de la que
integra el Frente Amplio en Uruguay.
Además,
todo hace pensar que Lula recibirá una situación muy
difícil, no una herencia maldita. No habrá explosivos.
Pero es un paquete dificilísimo. Brasil está muy mal.
Durante
los ocho años de gobierno de Fernando Henrique Cardoso se
ha duplicado la deuda externa y ya el país no tiene capacidad
para continuar endeudándose. Probablemente, no tenga capacidad
para pagar con algún refinanciamiento menor a la deuda que
ya tiene, que es pesadísima.
En
cuanto a las reformas a las que usted hacía referencia, ¿qué
lo que debe cambiar en Uruguay?
Uruguay,
por otra parte, es un país importante: es pequeño,
como sabemos, pero es un país decisivo en el proceso de toma
de decisiones del Mercosur. Tenemos un gobierno legítimo,
a pesar de que está atravesando una fase de gran debilidad
por los problemas que afronta, sobre todo en cuanto a la crisis
bancaria y la disolución de la coalición de gobierno
que lo sustentaba y que le proporcionaba mayorías parlamentarias.
Hoy
en día, las medidas más urgentes surgen mucho más
del Parlamento que del Poder Ejecutivo y se tramitan en términos
más parlamentaristas que en términos presidencialistas.
Esto no me parece nada anormal, pero el hecho de que exista un presidente
obstruye el buen funcionamiento de las lógicas parlamentaristas,
de la misma manera que no podemos esperar mucho de un presidencialismo
que no tiene sustento suficiente a nivel parlamentario. O sea, Uruguay
hoy no puede gobernarse dinámicamente ni en términos
parlamentaristas ni presidencialistas. Cuando esto ocurre, se funciona
recostándose sobre las lógicas parlamentaristas, pero
estas no pueden desplegar toda su eficacia porque, como decía,
existe un presidente.
De
todos modos, en Uruguay entonces no creo que exista una situación
tan desfavorable como las de Argentina o Brasil desde el ángulo
del relanzamiento del Mercosur, pero sí una situación
que dista de ser la ideal para comprometer al país en ese
proceso.
Usted
mencionaba anteriormente que Uruguay es un país importante
para el Mercosur, ¿por qué?
Su
capital de importancia consiste en dos elementos. Uno es el prestigio
de sus comportamientos y otro, sus instituciones políticas.
Uruguay es mucho menos que Brasil y Argentina en términos
de producción, de mercado de consumo, de desarrollo tecnológico.
Pero es mucho más que ellos en instituciones políticas.
Es la única democracia cabal del Mercosur, que se equivoca,
pero que, como gobierno del pueblo, es irreprochable. Y eso es importante,
eso lo necesita el bloque porque en definitiva, el Mercosur es un
proceso democrático.
¿Y
qué sucede con Paraguay?
Paraguay
está sumido en una crisis política terrible, no tiene
un gobierno, el presidente de la república, que no fue elegido
constitucionalmente, sólo puede comprometer nominalmente
a Paraguay y el vicepresidente tiene de hecho más representatividad.
Así
que hasta las próximas elecciones es difícil pensar
en un gobierno en Paraguay. De modo que tampoco Paraguay está
en plenas condiciones para intentar con sus socios el relanzamiento
del Mercosur. Pero si se recompone la política doméstica
en Argentina, Brasil y Uruguay, bueno, una vez más arrastrarán
a Paraguay en el camino de la reactivación del Mercosur.
Ficha
personal
Romeo
Pérez es politólogo, docente e investigador del CLAEH
y de la Universidad de la República y de la Universidad Católica.
Además,
integra dos redes internacionales de estudios sobre el Mercosur:
"Parlamentos y Mercosur" y otra del Foro Euro-Latinoamericano
que estudia relaciones del Mercosur con la Unión Europea.
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