FALLO
I Un "scaner" para los bultos se compró en 2000
pero nunca se hizo funcionar
Un
suicidio denotó falta de seguridad en el Parlamento
El
Ministerio del Interior ofreció al Parlamento apoyar con
personal y elementos técnicos de última generación
al cuerpo policial encargado de la vigilancia y seguridad de los
edificios del Poder Legislativo, luego que ayer se produjera el
suicidio de un hombre en el edificio anexo, hecho que alertó
sobre la existencia de fallas en el sistema.
Un
hombre de 39 años, oriundo de Toledo, departamento de Canelones,
logró ingresar el jueves al caer la tarde al edificio anexo
donde hay despachos para los 130 legisladores y circulan unas mil
personas a diario , armado con una escopeta de caño recortado
oculta en un portafolios sin ser detectado por los controles de
seguridad de la policía y de una empresa privada. Luego de
pasar horas encerrado en un baño, se descerrajó un
disparo poco después de la medianoche del jueves 26 y murió
en el acto.
Un
férreo sistema de seguridad en el Poder Legislativo fue instalado
en diciembre de 2000, acompañado por la obligatoriedad de
que funcionarios, periodistas y visitantes lucieran en todo momento
tarjetas de identificación de diferentes colores. Pero, paulatinamente,
los controles disminuyeron su efectividad hasta quedar casi reducidos
a su mínima expresión, luego que los propios legisladores
hicieran jugar su influencia para que no se aplicaran en forma estricta
en el caso de ellos y de sus colaboradores. Inclusive, un scaner
para registrar bultos fue adquirido en aquel momento pero nunca
llegó a instalarse por la oposición de muchos senadores
y diputados, dijeron a El País fuentes de ese poder del Estado.
Una
unidad de la policía, integrada por 48 personas y bajo el
mando de un comisario, está encargada oficialmente de la
seguridad del Poder Legislativo. Pero a raíz de las últimas
manifestaciones que llegaron hasta el Palacio, que provocaron hechos
de hostigamiento y violencia contra los legisladores y el propio
edificio, su efectividad fue puesta en duda por las autoridades
que encomendaron el apoyo a la tarea a los efectivos de la Jefatura
de Policía capitalina.
Adicionalmente,
desde hace unos años el Poder Legislativo cuenta con el servicio
de una empresa de seguridad privada, que dispuso a otras 30 personas
para la tarea. En el edificio donde se produjo el fallo de seguridad
no hay personal de ninguna clase recorriendo los cuatro pisos, pero
cinco cámaras de vigilancia monitorean cada planta.
UN
HABITUE. Pero, aparentemente, cualquier control se convierte en
insuficiente cuando se produce una fuga en la seguridad. Pasada
la medianoche del jueves, un vigilante constató que la puerta
de un baño del tercer piso del edificio de las comisiones
estaba trancada y cuando intentó forzar la entrada, escuchó
una detonación. Al ingresar encontró el cuerpo sin
vida del hombre que se había disparado con una escopeta de
caño recortado. Junto al cuerpo se encontró una carta,
que fue entregada a las autoridades policiales.
El
hombre, un productor granjero de Toledo, departamento de Canelones,
se registró el jueves de tarde al ingresar al anexo, anunció
que se dirigía al despacho del diputado Ernesto Agazzi, del
Encuentro Progresista-Frente Amplio (EP-FA), al que nunca llegó
según los secretarios del legislador.
La
persona logró ingresar con la escopeta de caño recortado
y sin culata en un portafolios y no despertó ninguna sospecha
dado que frecuentaba en Palacio Legislativo en su condición
de pariente del diputado nacionalista Julio Lara, representante
por Canelones.
Pocas
horas después, el comisario a cargo de la guardia y el secretario
de la Comisión Administrativa del Palacio Legislativo entregaron
un informe a las autoridades con los detalles del suceso.
La
Comisión Administrativa, que preside el titular de la Asamblea
General Luis Hierro, se reunirá el lunes 30 para analizar
la situación y tomar medidas, dijeron los informantes. Entre
ellas estaría la aceptación de la asistencia ofrecida
por el Ministerio del Interior y la adopción de una resolución
respecto al futuro de la empresa privada de seguridad que presta
servicios en el Palacio Legislativo. De todas maneras, las autoridades
aún no establecieron responsabilidades en lo interno, aunque
se notaba un gran pesar por lo sucedido.
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