BRILLOS Y PREMIOS | Todas las estrellas se congregaron y concitaron la atención del planeta para vivir horas de emoción y expectativa

La gran noche de los Oscar

Hollywood volvió a vestirse de fiesta anoche para celebrar la 74a edición de entrega de los premios de la Academia

LOS ANGELES, EEUU | AFP

Mientras las estrellas se preparaban para la más glamourosa ceremonia de entrega de premios de Hollywood, unos 400 privilegiados esperaban a primera hora de la mañana para ocupar las gradas construidas frente al Teatro Kodak deseosos de ver, aunque fuese por un breve instante, a los protagonistas de la 74a. edición de los Oscar.

A diferencia de años anteriores, en que los admiradores de las estrellas solían acampar en la calle para lograr un buen lugar, este año los organizadores de la velada decidieron asignar asientos.

"Queríamos saber quién se iba a sentar en esos asientos, no queríamos a ningún extraño que no conociésemos, así que comprobamos la identidad de cada persona", explicó John Pavlik, portavoz de la Academia de las Artes y las Ciencias Cinematográficas.

MADRUGON. De modo que para poder presenciar la entrada triunfal por la famosa alfombra roja de Nicole Kidman, Sissy Spacek, Russell Crowe o Denzel Washington ataviados con sus mejores galas, los fans tuvieron que presentarse a las 6.00 de la madrugada, hora local. Es decir, 11 horas antes del inicio de la ceremonia.

"Tuvimos que revisar los bolsos de todas las personas y comprobar que no trajeran nada peligroso", dijo Pavlik.

Este año, la ceremonia de los Oscar se vio rodeada de las mayores medidas de seguridad de su historia, en reacción a los atentados terroristas del pasado septiembre. Así, las calles que rodeaban al teatro fueron cerradas en la noche del pasado martes y lo permanecerán hasta hoy.

Tras más de 40 años alejado del barrio que lo vio nacer en 1928, Oscar volvió al pie de la colina que luce la celebérrima palabra "Hollywood" en letras gigantes, donde el flamante Teatro Kodak, especialmente diseñado para la ceremonia, devolvió a la velada el glamour de su época dorada.

Una de las estrellas más esperadas de la noche fue Nicole Kidman, nominada al Oscar de mejor actriz por su interpretación de la cortesana Satine en Moulin Rouge. Kidman, que recientemente se divorció de Tom Cruise y a la que no se le conoce ningún nuevo novio, se apeó de su limosina acompañada por su hermana y su vestido no defraudó las expectativas.

PLUMAJE. Pero una de las mayores sorpresas, en el terreno del vestuario, la protagonizo la actriz Whoopi Goldberg, que actuó como maestra de ceremonias enfundada en un modelo de espectacular plumaje.

"Este año se ha echado tanto barro durante la campaña de los Oscar que todos los candidatos parecen negros", afirmó Goldberg con su peculiar sentido del humor.

El señor de los anillos, que aspiraba a trece estatuillas, fue la primera de las películas favoritas en recibir el preciado premio, en la categoría de "Maquillaje", y también recibió el de Mejor Fotografía.

Redford y Poitier, los adelantados
LOS ANGELES * El actor Sidney Poitier recibió anoche el premio honorífico de la Academia, en un año en el cual permanece en la mente de los observadores de Hollywood su singular logro como el único actor afro-americano en recibir un Oscar hasta la actualidad.

Poitier fue el primer actor de raza negra en Estados Unidos en convertirse en una presencia líder en la pantalla hace cuatro décadas.

El actor ganó el Oscar al mejor actor en 1963 por su papel en Una voz en las sombras, un logro que ha recibido especial atención este año porque había un sorprendente grupo de tres nominados afro-americanos en las máximas categorías de los premios de la Academia: los actores Will Smith y Denzel Washington (cinco veces nominado), y la actriz Halle Berry.

Mientras tanto, el veterano actor Robert Redford también recibió una estatua honorífica por su trabajo impulsando un cine independiente mediante su Sundance Film Institute.

Redford fue nominado como mejor actor, por la película El golpe (1973), pero perdió ante Jack Lemmon en Sueños del pasado. Sin embargo, ganó un Oscar como mejor director, por su debut en 1980 con la película Gente como uno. AFP

Patriótico tributo de Tom Cruise

La estadounidense Jennifer Connelly ganó el Oscar de mejor actriz secundaria, la primera recompensa de la 74 edición de los prestigiosos premios de la Academia de las Artes y las Ciencias Cinematográficas.

Jennifer Connelly fue coronada por su encarnación de Alicia Nash, la esposa del esquizofrénico genio de las matemáticas John Forbes Nash en la película Una mente brillante.

"Ninguna película me ha emocionado y me ha enseñado más que Una mente brillante, afirmó Connelly tras recibir el Oscar de manos del actor de origen puertorriqueño Benicio del Toro.

El actor estadounidense Tom Cruise había sido el primero en aparecer en el escenario para presentar un homenaje patriótico en relación con los atentados terroristas del pasado del año pasado.

"El pasado septiembre ocurrió algo que nos cambió. Y nos preguntamos si debíamos continuar celebrando la alegría y la magia que nos traen las películas. Mi respuesta es: más que nunca", afirmó Cruise despertando una gran ovación del público. AFP