Publicado
el domingo 24 de febrero en la sección RURALES
INVESTIGACION
| Científicos de la Universidad de Georgia (EE.UU.) y de
INIA demostrarán que grasas del alimento combaten el colesterol
negativo, contrarrestando las enfermedades de origen cardíaco
y el cáncer
La
carne uruguaya es buena para la salud
Al
alimentarse a pasto, los vacunos uruguayos producen grasas con ácido
linoleico y omega 3, que mejoran la vida
JAVIER
PASTORIZA
En
setiembre de este año Uruguay sabrá si cuenta con
un mayor número de razones para promover en los mercados
externos el consumo de su carne vacuna. Para esa fecha estará
finalizada una investigación que vienen llevando a cabo expertos
de la Universidad de Georgia y del Instituto Nacional de Investigación
Agropecuaria, tendiente a demostrar que las grasas presentes en
el alimento no sólo combaten el colesterol malo de la sangre,
sino que poseen un componente, el ácido linoleico conjugado,
que tiene propiedades anticancerígenas, así como ácidos
grasos omega 3, que reducen la hipertensión y la obesidad,
así como los riesgos de contraer cáncer.
El
estudio, iniciado justamente el pasado diciembre y que tras la faena
de los animales continuará con el trabajo de laboratorio
y las correspondientes publicaciones, también permitirá
demostrar que la carne proveniente de los animales alimentados a
pasto suministran a sus consumidores menos calorías y cantidad
de grasas saturadas que los engordados exclusivamente a grano, tal
como se hace con más del 90% de los novillos en EE.UU., país
cuyos habitantes tienen llamativos niveles de obesidad, y que mueren
mayormente por enfermedades relacionadas con el corazón y
el cáncer.
VENTAJAS.
Para el Ing. Agr. Daniel De Mattos, este programa, inserto en uno
más amplio vinculado a Calidad de Carnes y una vez conocidos
y especialmente difundidos sus resultados, permitirá que
Uruguay aproveche de una forma más eficiente y con mayor
contenido lo que es la promoción de sus carnes en el exterior,
sacando partido de las ventajas que tiene. Para ello, opina, la
participación de científicos de la Universidad de
Georgia resulta fundamental, por lo que es su nivel de investigación
y por el prestigio que tienen tanto en su país como fuera
de él en temas vinculados con las ciencias agropecuarias.
Precisamente
la Universidad de Georgia ha venido trabajando intensamente en programas
genéticos con INIA y con la Sociedad Criadores de Hereford,
en todo lo que ha sido la realización de las evaluaciones
de padres para la elaboración de las diferencias esperadas
de progenie (EPD) desde 1993.
EL
ESTUDIO. La Dra. Susan K. Duckett se desempeña en el Departamento
de Ciencia Animal de la Universidad de Georgia y es una de las investigadoras
con mayor proyección de dicha casa de estudios en temas vinculados
con la carne. Secundada en Uruguay por el Ing. Agr. Gustavo Brito
y la estudiante Carolina Realini, ya ha comenzado su labor en la
cuantificación de las diferencias existentes en las grasas
de los animales que provienen de diferentes sistemas de producción,
esperando encontrar productos beneficiosos en los vacunos que comen
pasto que pueden ser utilizados en el marketing de la carne uruguaya.
Duckett
participó de una investigación similar realizada en
su país donde el objetivo quedó plenamente demostrado:
los vacunos alimentados a pasto producen carne con menor cantidad
de ácidos grasos saturados y con mayor presencia de grasas
mono y polyinsaturadas.
Los
trabajos se vienen haciendo en la evaluación de novillos
en un feed lot de una empresa integrante de Aupcin y en el predio
de Kiyú de la Sociedad Criadores de Hereford, aguardando
la experta que los resultados demuestren una diferencia más
grande a la obtenida en el estudio de EE.UU.
Los
animales son también suplementados, en feed lot, con vitamina
E, para evitar la rápida oxidación de las grasas beneficiosas.
También se usa vitamina C en forma post mortem con el mismo
objetivo. "Ambos aportes actúan por mecanismos diferentes
pero en el mismo sentido, para prolongar la vida útil del
producto. No se busca sólo la calidad, sino también
la estabilidad del producto, tal como reclaman los consumidores",
explicaron Brito y Realini.
CERTIFICACION.
Esta investigación, según dijeron los integrantes
del proyecto a El País, facilitará los procesos de
certificación de la carne uruguaya. Duckett informó
que los estadounidenses, particularmente, "confían en
la investigación y se comportan de acuerdo a lo que ella
determina, a lo que dicen los científicos". De esta
forma se entiende que las certificadoras contarán con la
base científica adecuada para hacer su labor.
También
se estableció que el presente no es un estudio aislado, sino
que se integra con otras investigaciones vinculadas a terneza, a
color, a palatabilidad, para integrarse en una acción de
calidad de carne, tal como viene promoviendo el INIA.
Investigaciones
de similares características se hacen en Australia y Nueva
Zelanda, señaló la científica estadounidense,
quien también respondió a la interrogante de por qué
un encierro a corral uruguayo puede producir diferentes resultados
a los de un feed lot de su país. La Dra. Duckett respondió
que en EE.UU. al animal se lo tiene largo tiempo alimentado exclusivamente
a grano, mientras que en Uruguay se alimenta a pasto hasta cien
días antes de su faena, donde pasa al corral, pero donde
come ración también elaborada a partir de materia
verde.
UNA GRASA FAVORABLE
En
EE.UU. las principales causas de muerte están relacionadas
a enfermedades del corazón y cáncer, seguramente porque
la población consume alimentos con alto contenido de grasa.
Para prevenir y reducir estos problemas, los dietistas recomiendan
disminuir el consumo de grasas saturadas en la dieta.
Los
productos de origen animal han sido considerados generalmente como
una fuente de grasas saturadas. Sin embargo, la carne vacuna contiene
más del 70% del total de grasa como grasa monoinsaturada
y polyinsaturada, como aquellos presentes en los aceites de oliva
y canola, cuyo consumo es recomendado porque reducen los niveles
de colesterol malo en la sangre.
Asimismo
la carne vacuna tiene un alto contenido de nutrientes esenciales,
incluyendo proteína, hierro, zinc y complejo de vitamina
B. Y suministra importantes componentes de la grasa que son beneficiosos
para la salud humana.
Los
investigadores han identificado en el ácido linoleico conjugado
(CLA) propiedades anticancerígenas. El mismo está
presente en todas las grasas provenientes de rumiantes (carnes vacuna
y de cordero, leche, manteca, queso), que además contiene
ácidos grasos omega 3, los cuales reducen la hipertensión,
las enfermedades de corazón y cáncer, y la obesidad.
Los
sistemas de producción de carne vacuna de nuestro país,
basados en la alimentación con pasturas, podrían verse
beneficiadas por la presencia de mayor contenido de CLA y ácidos
grasos Omega 3. Al mismo tiempo, estarían suministrando menos
calorías y menos cantidad de grasas saturadas que los animales
alimentados exclusivamente con ración, como en algunos sistemas
de producción estadounidenses.
Eso
viene siendo actualmente investigado por el INIA y la Universidad
de Georgia, con la participación de la Asociación
Uruguaya de Productores de Carne Intensiva Natural (Aupcin), la
Sociedad de Criadores de Hereford y Latu, con apoyo de Laboratorio
Roche y financiación del programa BID/MGPA.
"La gente es prioridad"
¿Este
tipo de investigaciones no va en contra de los intereses económicos
de EE.UU., que exporta tanta carne de feed lot?, se le preguntó
a la Dra. Duckett, quien rápidamente respondió que
"es más importante lo que piensan nuestros consumidores,
nuestra población. Su salud es prioritaria". Y agregó:
"es que cada vez más la demanda exige información,
calidad, productos sanos".
En
EE.UU. este tipo de proyectos es impulsado, por ejemplo, por la
National Cattlemen Beef Association (Asociación Nacional
de Ganaderos) y por las cadenas integradas. Ya han aparecido nichos
de mercado donde la gente busca ese tipo de carne producida a pasto,
porque es más sana. Por ejemplo eso sucede en Athens, donde
vive Duckett y donde estudiaron el propio De Mattos, Brito y Realini.
Pero
la investigadora también reveló, confesando ser sincera
y no decirlo por quedar bien, que "he comido aquí carne
más sabrosa que en mi país. Realmente amo estar en
un lugar que tiene la capacidad de comer tanta carne vacuna".
¿Quién
ataca a los churrascos?
La
carne bovina que se produce en Uruguay bajo sistemas de alimentación
pastoril "es altamente recomendable por su elevado contenido
en proteínas y bajo contenido en grasa y colesterol con relación
a la carne de otras especies, tales como cerdo, pollo y pescado".
Esa es la principal conclusión a la que arribó, un
par de años atrás, una investigación en carnes
tras la finalización de un proyecto que analizó, a
lo largo de una década, los "Efectos de los diferentes
sistemas de producción de bovinos sobre la composición
y calidad de las carnes".
El
trabajo --disponible en la página web www.inac.gub.uy--,
también concluye en que "el sistema de producción
de carne sobre la base de pasturas determina una mejor composición
de la misma, fundamentalmente en lo que tiene que ver con las grasas",
y sustenta que "la carne de pasturas es un elemento fundamental
para toda dieta saludable".
El
proyecto tuvo como institución responsable y ejecutora al
Instituto Nacional de Carnes (INAC), siendo patrocinantes la Asociación
Rural del Uruguay, la Dirección de Laboratorios Veterinarios
(Dilave "Dr. Miguel C. Rubino"), la Universidad de la
República a través de la Facultad de Veterinaria,
el Instituto Nacional de Investigación Agropecuaria, el Instituto
Plan Agropecuario, el Ministerio de Ganadería, Agricultura
y Pesca, la Sociedad de Criadores de Hereford y Partners Uruguay-Minnesota,
con la Universidad de dicho estado norteamericano, siendo el técnico
responsable el Dr. (MS. PhD) Andrés D. Gil, con el aporte
de la Dra. Stella Huertas.
Ya
en respuesta a tantos años de infundados ataques al alimento,
a comienzos de la década del 90 INAC había convocado
a un panel de eminencias en Pediatría, Fisiología,
Cardiología y Deportología, entre otras disciplinas
médicas, donde se defendían los valores nutricionales
de las carnes rojas uruguayas, contrarrestando estadísticas
e investigaciones generalmente provenientes de países que
tienen diferentes sistemas productivos al uruguayo.
Más
recientemente, en el último Congreso Mundial de la Carne
celebrado en el 2000 en Belho Horizonte, el Ing. Agr. Hugo Durán
Martínez expuso sobre las ventajas del sistema pastoril nacional,
recordando que las expectativas de vida de la población rondan
los 74 años, en un nivel similar al de los países
más desarrollados, con la diferencia de que en Uruguay el
consumo per cápita es el mayor del mundo, con 65 kilos de
carne vacuna por año.
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