RESULTADOS
| Desde su creación en 1986, el organismo perdió el
63% de su patrimonio, o sea U$S 70 millones
De
las 16 mayores inversiones de la Corporación, 14 dieron pérdida
En
la lista figuran cinco empresas que terminaron en la quiebra; el
Parlamento evaluará pedido de investigación
IVAN
KIRICHENKO
De
las 16 empresas en las cuales la Corporación Nacional para
el Desarrollo (CND) invirtió más dinero entre 1986
y 1999, 14 dieron pérdida. Desde que fue creado, el organismo
perdió el 63% de su patrimonio, o sea U$S 70 millones. Y
de ese dinero, que fue aportado por el Estado uruguayo, U$S 67 millones
fueron destinados sólo a inversiones en siete empresas, tres
de las cuales terminaron en la quiebra.
Los
datos surgen de informes propios de la CND a los que accedió
El País, y que constituirán parte del material que
el organismo aportará al Parlamento, si éste acepta
la iniciativa del diputado Pablo Mieres de crear una comisión
investigadora. Cuáles fueron los motivos por los que tantos
millones de dólares que salieron del Estado fueron perdidos,
y quiénes son los responsables, son las preguntas fundamentales
que planteará Mieres, y cuya respuesta podría comenzar
a buscar el Parlamento en los próximos días.
Lo
cierto es que las empresas Agolán y Cerealín (que
fueron asistidas por primera vez en 1991 y 1994 respectivamente)
son las únicas que figuran con resultado positivo para la
Corporación; de las restantes 14, cinco cerraron (Trimma,
Cedetex, El Mago, Pemasa y Malaquita).
Las
tres últimas forman parte del grupo de las siete en las que
se concentró la mayor pérdida. De ese conjunto, las
otras cuatro son los frigoríficos Colonia y Canelones, Vibobusa
y Migranja, empresas que fueron vendidas a privados luego de que,
para su salvataje, la Corporación perdiera U$S 52,3 millones,
según los informes. Entre las siete, la pérdida total
fue de U$S 67 millones.
Las
14 empresas que terminaron en números rojos fueron asistidas
por la CND desde que fue creada en 1986, hasta 1999. De acuerdo
con los datos del organismo, ocho recibieron su inversión
inicial entre 1988 y 1989 (cuando el presidente de la Corporación
era el colorado Enrique Vispo), tres entre 1991 y 1994 (Roberto
Horta, Partido Nacional), y tres entre 1997 y 1999 (Milka Barbato,
Partido Colorado).
Entre
la lista de empresas que cerraron, El Mago fue asistida por primera
vez en febrero de 1988, Cedetex en julio de 1989, Malaquita en Octubre
de 1989, Pemasa en noviembre de 1989, y Trimma en enero de 1997.
DEPENDE.
Exactamente la mitad de la pérdida patrimonial total de la
Corporación corresponde al salvataje de los frigoríficos
Canelones y Colonia, durante los últimos años de la
década de 1980.
El
actual director de la CND Julio Gemelli (Partido Colorado), quien
también ocupó ese cargo entre 1995 y 2000, aseguró
a El País que "buena parte" de la pérdida
que resultó de esas operaciones no se produjo en dinero efectivo,
sino que la Corporación había recibido "papeles",
créditos "evidentemente incobrables" que el Banco
República le había concedido a esos frigoríficos.
Esos títulos fueron cedidos a la CND y fueron capitalizados,
a pesar de las remotas posibilidades de cobro.
Por
ese motivo sostuvocuando se compara el dinero que obtuvo
la Corporación por la venta de los frigoríficos con
el valor en créditos que le cedió el República,
el resultado es una pérdida.
De
esa pérdida se hizo cargo la administración siguiente
a la que asistió a los frigoríficos, que fue la que
los vendió a privados. En virtud de ello, según los
registros históricos de la CND, entre los años 1990
y 1994 se concentraron las principales pérdidas patrimoniales
del organismo.
Por
eso los números pasan a ser relativos; por ejemplo, si bien
la inversión inicial que recibió Migranja desde la
Corporación está fechada en marzo de 1990, fue entre
1998 y 1999, durante la presidencia de Barbato, que la CND resolvió
salvar la empresa y le dedicó la mayor cantidad de dinero
de todo el período.
Aparte
de las 16 empresas cuya asistencia tuvo mayor incidencia en las
cuentas de la Corporación, existen varias más que
recibieron aportes del organismo, entre ellas algunas que tuvieron
resultado positivo. No obstante, el resultado global de todas esas
restantes empresas, fue una pérdida de U$S 3 millones, mínima
si se la compara con los otros U$S 67 millones.
En
su balance correspondiente al año 2001, la CND indicó
que "ha perdido el 63% del capital aportado hasta la fecha".
Según la normativa vigente para las sociedades anónimas,
la pérdida del 75% del patrimonio implica de forma indefectible
la disolución de la empresa. "Si fuéramos una
sociedad anónima, por lo menos ya tendríamos que haber
dado el aviso de la pérdida patrimonial que llevamos",
admitió a El País un actual jerarca de la Corporación.
En
los últimos meses, el manejo que de sus fondos ha realizado
la Corporación fue puesto en cuestión por diferentes
actores. En medios de comunicación y en el Parlamento han
surgido distintas informaciones por las cuales los procedimientos
del organismo fue puesto en duda.
A partir
de una sostenida polémica por los millones de dólares
perdidos en la asistencia a la empresa Migranja asunto actualmente
a estudio de la Justicia Penal los cuestionamientos pasaron
al total de inversiones realizado por la CND en sus 16 años
de historia, y esta semana el diputado Mieres solicitará
al Parlamento la creación de una comisión investigadora.
En
el Parlamento, en ámbitos empresariales, e incluso en la
Presidencia de la República, es difícil encontrar
a alguien que critique a la Corporación como instrumento
en sí mismo, para el desarrollo y respaldo a las empresas,
de acuerdo con consultas efectuadas por El País. Sin embargo,
muchos cuestionan el manejo que de ese instrumento aplicaron varias
de las personas que ocuparon sus principales cargos.
Si
bien es una empresa pública no estatal (ver nota aparte),
sus fondos provienen efectivamente desde el Estado. Sus estados
contables sólo han sido auditados por empresas privadas;
el organismo se ha negado siempre a que lo audite el Tribunal de
Cuentas de la República. No obstante, el dinero que maneja
proviene del Estado, y la gran mayoría de sus directores
han sido políticos.
Los
negocios de la CND El salvataje de Migranja le hizo perder U$S 13,3
millones Su cierre estaba resuelto en julio de 1999, pero un acuerdo
de última hora lo evitó
Si
la Corporación cerraba Migranja en 1998 sólo perdía
U$S 1 millón
Si
la Corporación Nacional para el Desarrollo (CND) cerraba
Migranja en 1998, habría perdido "sólo U$S 1
millón". Sin embargo, a pesar de que la asistencia financiera
a la empresa iba a implicar mucho más dinero, el organismo
emprendió su salvataje, que hasta diciembre de 2001 le provocó
una pérdida total de U$S 13,3 millones. La Corporación
adoptó esa decisión a pesar de que sabía que
Migranja tenía "patrimonio negativo", de que advirtió
que la empresa "había omitido" declarar en sus
informes financieros un pasivo de U$S 1,5 millones y la necesidad
de capital de giro por U$S 4 millones más, y de que su entonces
presidente Milka Barbato había asegurado que el organismo
no aportaba dinero "a las empresas que han demostrado que no
son viables".
En
1998, la empresa Migranja, de la cual la Corporación era
accionista desde hacía varios años, comenzó
a enfrentar serios problemas financieros.
Según
documentos del organismo a los que accedió El País,
el 23 de diciembre de 1998 el Directorio de la Corporación
recibió una nota "del señor Apariquián"
quien era principal accionista de Migranja en la cual
planteaba "la posibilidad de compra del paquete accionario
por parte de la CND a las corporaciones" del Banco Interamericano
de Desarrollo (BID) y del Banco Mundial (BM), que también
poseían acciones. La Corporación respondió
en ese momento que no era su intención adquirir sus acciones.
En
1998, cuando la empresa Migranja agonizaba, la CND hubiera perdido
"sólo U$S 1 millón" si la cerraba, admitió
a El País el entonces director y actual vicepresidente del
organismo, Julio Gemelli (ver nota aparte).
En
su sesión del 11 de enero de 1999, el Directorio de la CND
tomó conocimiento de que ambas corporaciones "han mostrado
su disposición de retirarse" de Migranja, y de que le
propusieron vender sus acciones.
En
esa misma sesión, el Directorio aprobó un préstamo
de U$S 400 mil a Migranja, para lo cual tomó como "garantía
segunda la prenda sobre el equipamiento de cámaras frigoríficas
e hidrocooling, ubicadas en ruta 1, y firma solidaria del señor
Martín Apariquián respaldando la operación".
En
carta recibida el 1º de febrero siguiente, Migranja le envió
al Directorio una nota de agradecimiento por su "consideración"
al otorgarle el préstamo.
PRECIPICIO.
El 29 de abril, el Directorio volvió a tratar el tema Migranja.
"Como se sabe, la situación financiera de la empresa
es muy delicada. Las corporaciones internacionales que son socias
y acreedoras han manifestado en reiteradas oportunidades su voluntad
de retirarse de la empresa y están dispuestas a dar los pasos
necesarios a fin de ejecutar las garantías que tienen en
su poder. De suceder esto la empresa caería, generando un
gran problema social por las 500 personas que emplea y un serio
problema en el mercado de valores de obligaciones negociables que
oportunamente emitió", se registró en actas.
Ese
día, el Directorio resolvió "iniciar negociaciones
con las corporaciones a efectos de poder llegar a una solución
que permita resolver la situación financiera actual de Migranja".
Una
semana después, el gerente general de la CND, Alejandro Conforte,
anunció al Directorio que Migranja tenía "patrimonio
negativo".
El
26 de mayo, Conforte señaló al Directorio "que
la situación de Migranja se presentó aún más
compleja en razón de que se habían omitido en los
informes financieros preparados por la empresa la existencia de
un pasivo de U$S 1,5 millones y no se expuso la necesidad de capital
de giro que asciende para el ejercicio 1999-2000 a U$S 4 millones".
En
la sesión del 2 de junio siguiente, "quedó claro
que para que la empresa sea viable necesita un fuerte abatimiento
de deuda, dado que la carga de intereses la hacen absolutamente
inviable".
Mientras,
avanzaban las negociaciones entre la CND y las corporaciones del
BID y del BM.
El
25 de junio, en declaraciones al semanario Crónicas, Barbato
aseguró: "Actuamos (...) en todos los casos en empresas
en las que la inversión de la Corporación genera mano
de obra, incorpora tecnología y se dedica a la exportación,
pero no aportando dinero para pagar deudas de los empresarios, o
a las empresas que han demostrado que no son viables".
El
4 de agosto, Conforte transmitió al Directorio de la CND
un informe del gerente general de Migranja que fue recibido el 26
de julio anterior, en el cual dio cuenta "de la situación
de la empresa y de las medidas que se verá obligado a adoptar.
Estas consisten en cerrar la operación de la empresa, procediendo
con los despidos del personal de granja el 1/8/99 y con los del
personal de packing de Las Piedras el 1/9/99".
Conforte
también indicó que había solicitado a la Gerencia
de Migranja "que los despidos se realizaran en tandas semanales,
de forma de evitar una conmoción", y que había
manifestado a las corporaciones del BID y del BM "que se ha
llegado al final del camino, por lo que el próximo lunes
se procedería a cerrar el establecimiento".
A partir
de eso, según lo expresado en actas, se llegó a un
acuerdo con las corporaciones para la compra de sus créditos
y garantías contra Migranja, y sus acciones, por un total
de U$S 3,5 millones.
Y el
mismo 4 de agosto, Barbato recibió una carta firmada por
el grupo Sponsor accionista mayoritario de Migranja
en la cual le señaló: "Informamos que transferimos
a ustedes, sin costo, el 80% de las acciones de Migranja de las
que es titular el grupo Sponsor. También estaríamos
agregando el 20% restante, siempre que se contemple la eliminación
de las garantías personales emitidas por los Sponsor
a favor de Migranja". El 14 de febrero de 2000, la CND asumió
el 100% de las acciones del grupo Sponsor en Migranja, un día
antes de que Barbato dejara la presidencia del organismo. En la
actualidad, la jerarca es directora del Banco República.
RESULTADO.
Entre abril y octubre de 1999, la Corporación le había
otorgado a Migranja préstamos por un total de U$S 2,2 millones.
Sólo entre 1999 y 2001 el organismo brindó U$S 8,16
millones en asistencia financiera para la empresa. Ese dinero no
tuvo retorno, y la CND no ejecutó las garantías de
las que disponía, afirmaron a El País fuentes del
organismo.
En
diciembre de 2001, el nuevo Directorio de la CND, presidido por
Julio de Brun y dirigido por Gemelli y el nacionalista Carlos Garat,
logró vender Migranja a inversores israelíes, por
U$S 3,75 millones. Según el último balance del organismo,
de haber seguido con la empresa, para mantenerla debería
haber gastado más de U$S 2 millones en los siguientes cinco
años.
Pero
la venta pudo compensar una parte del dinero que perdió la
Corporación en los años anteriores, y que proviene
del Estado. La pérdida patrimonial total para el organismo,
sólo por Migranja, fue de U$S 13,3 millones.
|