BUENA | Hoy se cumple un año sin focos; no hay virus vivo en el campo

La pesadilla de la fiebre aftosa pasó

La enfermedad se controló en 110 días, y a un año del último foco no queda vestigio alguno de la enfermedad

PABLO ANTUNEZ

Cuando el 23 de abril de 2001 se desató la epidemia de fiebre aftosa, Uruguay vio como, en efecto dominó, caían uno a uno los más de 80 mercados a los que abastecía con carne. Hoy, 21 de agosto, cuando se cumple un año del último foco conocido (ello aconteció en un tambo del departamento de San José y tuvo cuatro animales enfermos), está jugando una nueva partida y prácticamente la tiene ganada.

De los 2.057 focos que tuvo en el pico máximo de la epidemia, pasó a controlar en prácticamente 110 días la enfermedad, llevándolos a cero. La estrategia se basó en una vacunación masiva a los bovinos, mientras que los ovinos, que conviven y se alimentan sobre las mismas pasturas, se convirtieron en centinelas.

"La gran herramienta que tuvo y tiene el país para demostrarle al mundo que no existe actividad viral, son los muestreos de sueros de lanares", aseguró el Dr. Hipólito Tapié, titular interino de la Dirección General de Servicios Ganaderos del MGAP. Aplicando un sistema estadístico especialmente diseñado, el Ministerio de Ganadería, Agricultura y Pesca prueba con 99% de seguridad que el virus de la aftosa fue derrotado.

"Los últimos muestreos dan resultados excelentes", afirmó Tapié, destacando lo acertado que fue no vacunar esta especie, como se hacía en otras épocas, para poder utilizarla como testigo. En un sistema de pastoreo mixto como el que se desarrolla en Uruguay, si los lanares se enferman, los vacunos seguirán el mismo camino.

"Tenemos que estar más que conformes de la situación sanitaria", porque los 2.057 focos que tuvo Uruguay marcan la dimensión de la epidemia y "se pudieron rápidamente dominar aplicando dos vacunas con excipiente oleoso en 2001. Esas vacunas le confirieron a los bovinos una inmunidad tan sólida que posibilitó cortar la epidemia".

EN EL RECUERDO. Durante la epidemia desatada el 23 de abril de 2001, el primer foco apareció en el departamento de Soriano, pero rápidamente hubo otros en Colonia, Río Negro, Paysandú y posteriormente los casos clínicos se extendieron a todo el país.

El virus (de tipo A) ingresó desde la Argentina, donde ya había focos y se habían mantenido escondidos. "En un primer momento, cuando vimos que no podíamos contener la enfermedad con la aplicación del rifle sanitario (se aplicó hasta el 29 de abril de 2001 y se indemnizó por U$S 1.900.000), se procedió a una vacunación en anillo alrededor de los focos, a los efectos de buscar contenerla", recordó Tapié a El País. La estrategia no dio el resultado esperado y el virus siguió avanzando sobre una población bovina sin inmunidad, porque Uruguay, desde 1996, no vacunaba a sus ganados.

La estrategia de los técnicos del MGAP cambió. Se aplicó vacuna formando un cordón de contención que abarcaba parte de los departamentos de San José, Flores, Durazno, Río Negro, Paysandú y Salto. La táctica dio resultado y finalizada la epidemia "pudimos darnos cuenta que estábamos en lo cierto, porque la enfermedad se presentó en un 81% a la izquierda de ese cordón imaginario. Es decir, en los departamentos del litoral, un 3% fuera de esa franja y 16% en el resto del territorio nacional".

En forma inmediata, la meta fue evitar que los focos hicieran daño a Brasil. Los Servicios Ganaderos del MGAP decidieron aplicar vacuna, antes que nada, a lo largo del litoral, en la frontera con el estado de Río Grande del Sur, en el centro y por último en el este del país. "No hay dudas que el virus causante de la epidemia ingresó desde Argentina, era el mismo serotipo, la oferta fue enorme y de ahí la magnitud de la epidemia que tuvimos", insistió.

PROMISORIO. Para el funcionario el futuro "es promisorio". Lentamente se han ido recuperando los mercados, por ahora sólo del circuito aftósico (son 56 a la fecha) y se han pasado con éxito todas las auditorías. Pero, sin duda, la más importante fue la que realizaron Estados Unidos, México y Canadá, integrantes del tratado del Nafta, el mes pasado. "Pasamos esa auditoría con tres sobresalientes y felicitaciones de la mesa, porque no tuvimos ninguna observación", recordó.

Los resultados que hoy se palpan a nivel de documentos serán una realidad a partir de la próxima primavera cuando Canadá, en primer término, vuelva a abrir sus puertas a las carnes de Uruguay.

Se vacunará en el 2003

Uruguay es ahora ante el mundo un país con fiebre aftosa (país infestado). Habrá que ir subiendo los peldaños de la escalera sanitaria de la Organización Internacional de Sanidad Animal (OIE), uno por uno. Primero, volveremos a ser calificados como libre de aftosa con vacunación. Para conseguirlo, según el Código Zoosanitario de la OIE, hay que estar dos años sin focos y vacunando, y recién llevamos uno. Para ser libres sin vacuna, habrá que esperar otros 12 meses después de aplicar la última dosis.

El MGAP ya informó que durante el 2003 se vacunarán los bovinos y que, para cumplir con este objetivo, se necesitarán 15 millones de dosis (manejando también la reserva).

Dejar de vacunar, ya no dependerá sólo de la sanidad de Uruguay, sino de la de sus vecinos y de la de los demás países de la región, para no toparse dos veces con la misma piedra.