Para
The New York Times, el Mercosur dio importante paso hacia la integración
con el acuerdo que libera la circulación de personas
El
diario The New York Times, en su edición del sábado
23, calificó como "un importante paso hacia la integración
regional", el acuerdo logrado por los países del Mercosur
que permitirá la libre circulación de personas dentro
de los seis países miembros del bloque.
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En
un importante paso hacia la integración regional, las seis
naciones miembros del mercado común de América del
Sur han aprobado un plan que permitirá sus 250 millones de
habitantes vivir y trabajar en cualquier otro país miembro
y recibir los mismos derechos que los ciudadanos de esos países.
"Este
es un progreso histórico", dijo Paulo de Tarso Ribeiro,
ministro de Justicia brasileño. "El libre movimiento
de gente siempre ha estado vinculado a nuestra agenda de desarrollo
económico, pero primero tuvimos que superar una vacilación
natural ante una apertura tan grande".
Argentina,
Brasil, Paraguay y Uruguay fueron los fundadores y son miembros
plenos del Mercosur, el cual, con un producto bruto combinado de
más de un billón de dólares, es el tercer grupo
comercial más grande del mundo. Bolivia y Chile se unieron
posteriormente como miembros asociados.
Los
beneficiarios inmediatos del acuerdo, firmado por los ministros
del Interior y de Justicia de los seis países días
pasados, son los más o menos 2,5 millones de ciudadanos de
los seis países miembros que están viviendo como inmigrantes
ilegales en naciones vecinas. Una vez que el acuerdo entre en vigor,
podrán solicitar de inmediato una amnistía que les
permitirá permanecer donde se encuentran, sin temor de deportación.
Este
grupo incluye, por ejemplo, cerca de 400,000 brasileños,
en su mayor parte trabajadores agrícolas, quienes durante
los últimos 30 años se han desplazado a través
de la frontera para trabajar en Paraguay. Muchos de ellos han terminado
por carecer de documentos de identificación de ambos países
y, en consecuencia, son presa fácil de agentes de inmigración
y policías corruptos.
Además,
Sao Paulo, que es la mayor ciudad de América del Sur, está
llena de bolivianos y paraguayos que trabajan en talleres con paga
ínfima, mucho menor al salario mínimo, lo que repercute
también en el salario de los propios trabajadores brasileños.
En Argentina, el número de bolivianos y paraguayos que están
ilegalmente en el país se ha calculado en un millón.
Muchos están actualmente desempleados como consecuencia del
reciente colapso económico de Argentina, pero no pueden darse
el lujo de pagar el regreso a sus países de origen.
Una
vez que la residencia permanente haya sido aprobada, el acuerdo
señala que los inmigrantes disfrutarán de "las
mismas condiciones que los nacionales del país receptor".
En términos prácticos, esto significa que los ciudadanos
de un país del Mercosur podrán trabajar, estudiar,
abrir cuentas bancarias, utilizar los servicios sociales, invertir
y comprar bienes raíces en cualquiera de los otros países
como si fueran ciudadanos.
El
acuerdo será oficialmente ratificado cuando los presidentes
de los seis países se reúnan el 6 de diciembre en
Brasilia. Las leyes de Argentina, Bolivia y Chile no requieren de
ninguna modificación adicional, pero en Brasil, Paraguay
y Uruguay, el Congreso también debe dar su aprobación,
un proceso que Ribeiro describió como un mero formulismo
porque "la medida es popular en todas partes y ya existe un
consenso político".
Fundado
en 1991, Mercosur inicialmente estimuló un enorme aumento
en el comercio entre las naciones de América del Sur, a medida
que los aranceles y otras barreras impuestas desde hacía
mucho tiempo se derrumbaron. Los países miembros han tratado
de coordinar sus políticaas económicas para estar
en mejores condiciones de negociar mejores acuerdos comerciales
con Estados Unidos, y también ha habido debates acerca de
la psoibilidad de adoptar, en algún momento, una moneda común.
Con
el desplome de la economía argentina a finales del año
pasado y la creciente turbulencia en el mercado de Brasil durante
buena parte de este año, sin embargo, el proceso económico
casi se ha frenado por completo, y en particular el comercio se
ha reducido a niveles sin precedentes. Eso ha obligado a los líderes
a buscar otras áreas para impedir que el impulso hacia la
integración regional se vea debilitado.
"Yo
siempre he asegurado que Mercosur es una creación fundamentalmente
política que no puede comprenderse simplemente como una unión
aduanera", dijo Ricardo Lagos, Presidente de Chole, durante
una entrevista este año. "El punto de arranque de toda
nuestra política exterior es Mercosur, y en consecuencia
debemos reforzar el Mercosur en todas las formas que nos sea posible".
Ribeira
dijo que la naturaleza amplia del acuerdo obligará a los
seis países eventualmente a coordinar sus sistemas de seguridad
social y salud de forma que, a medida que la gente se desplace,
no pierdan sus beneficios sociales. Un pasaporte común, en
buena parte similar al de la Comunidad Europea, también sería
una "consecuencia natural", añadió, aunque
esto no sería de inmediato.
"Este
no es el fin del proceso, sino su inicio", dijo. "Va a
haber dificultades operacionales, por supuesto, pero no creemos
que en algún momento pueda haber una marcha atrás".
The New York Times News Service
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