Publicado
el martes 26 de febrero en la sección DEPORTES
FINAL
DEL FEDERAL. El ganador se coronó por séptima vez
en un encuentro de intensa emoción; Losada y Bouzout fueron
extraordinarias figuras
Cordón
cortó la historia
El
conjunto albiceleste derrocó la dinastía de Welcome
y es el nuevo Campeón Federal
CARLOS
MONTAÑO
Cordón
vivió anoche uno de los momentos más sublimes de su
vida. Venció a Welcome y puso fin a la dinastía del
hasta ayer Tetracampeón''. Impidió que obtuviese el
quinquenio, lo mismo que hizo Peñarol en 1943 cuando frenó
a Aguada y no lo dejó conseguir la copa por quinta vez en
forma consecutiva.
El
equipo albiceleste se consagró Campeón Federal por
séptima vez en un epílogo de alto voltaje. Faltando
4 minutos y 30 segundos Welcome, con el rival menguado y cargado
de personales, pareció encaminarse al triunfo. Un triple
de Mazzarino y dos de Bell dieron la sensación que los dirigidos
por Espíndola tenían la llave desde posiciones externas
para abrir la puerta al espacio cósmico del quinquenio. Sin
embargo, Cordón, de la mano de Bouzout en las cercanías
del cesto se agigantó en los minutos decisivos. Los perimetrales
se sumaron al pívot presionando con penetraciones. Forzaron
faltas y anotaron libres fundamentales. Los más sobresalientes
fueron los que aportó los de Caneiro.
Restando
28 segundos Welcome se imponía 92-90. Caneiro empató
con dos libres. En la réplica Carpio atacó mal y chocó
contra el bloque defensivo del oponente.
Una
vez más Caneiro fue gravitante. En el avance retuvo la pelota,
hizo que se consumieran los segundos. Lo cortaron de manera ilegal.
Anotó uno de los libres y puso al frente a su cuadro 93-92.
Welcome
tuvo la oportunidad de liquidar el partido al concebirse un contragolpe
rápido, pero para sorpresa de propios y extraños a
Mazzarino se les escapó la pelota sobre el lateral izquierdo
en el momento que se aprestaba a realizar una bandeja.
A 3
segundos y 8 décimas Caneiro nuevamente fue víctima
de infracción. Convirtió en uno de los dos intentos
y selló la victoria, ya que en un manotón de ahogado
Bell, pasada la mitad de la cancha hizo un potente disparo que rebotó
en el soporte del aro. De inmediato se desató la algarabía
albiceleste.
Hazaña
consumada a tiempo, pues Cordón , luego de comenzar como
una tromba y demoler a su adversario con una defensa asfixiante,
se confundió y paralizó en los 3 minutos culminantes
del primer período. A consecuencia de sus fallas y por la
excepcional actuación que le cupo en la contención
y en goleo a Hebert Núñez y a la entrega monumental
en la destrucción de Silveira.
El
complemento fue parejo. Cordón acumuló muchas faltas
y se gestó el tipo de trámite y ritmo más conveniente
para la ``W''. Pero al final, el equipo que en el balance de cinco
confrontaciones jugó con más criterio y conceptos
de básquetbol asociado supo salir airoso.
CORD0N
(94)-WELCOME (92)
Cancha del Cilindro. Público: 10.000 personas. Entradas 5.400.
Jueces: Isaac Glass y Juan García. Primer cuarto: Cordón
27-17. Primer tiempo: Cordón 52-49. Tercer cuarto: Cordón
72-70.
CORDON
(94): Caneiro 16, Losada 21, Morales 9, Conley 6, Bouzout 26 (formación
inicial), A. Pérez 10, Borges, Aguiar, Medrick 6. D.T.: César
Somma.
WELCOME
(92): Mazzarino 1, Carpio 9, Moglia 9, Bell 18, Szczygielski 14
(formación inicial), Silveira 15, Núñez 16
, N. Barrera. D.T.: Javier Espíndola.
El
alma de Julio Zito dio la vuelta
No
le tembló la mano cuando en los últimos segundos el
destino del partido y del Federal dependió de su pericia.
Gonzalo Caneiro fue uno de los responsables más directos
de que anoche le robaran el quinquenio a Welcome.
``Se
nos dio el campeonato, el alma de Julio Zito estuvo presente y el
triunfo es para él'', comenzó diciendo casi entre
lágrimas el base albiceleste. Hablando de la responsabilidad
que le cayó del cielo en la definición de la ``finalissima'',
Caneiro explicó que ``la responsabilidad me la dieron en
los dos años que llevo en Cordón la dirigencia y este
cuerpo técnico que se portaron magníficamente conmigo.
En esos momentos pensé en toda la confianza que ellos depositaron
en mi y en todo el sacrificio del año, laburar y laburar,
planificar cada partido en un trabajo de laboratorio. Me acuerdo
también de los dos tíos que perdí en el 2001,
pero había que seguir''.
Abrazado
de la Copa del Torneo Federal, el titán de las tablas, Marcel
Bouzout, miró el trofeo y exclamó: ``Esta es como
mi novia! Por esta uno lucha todo el año, la habíamos
perdido hace cuatro años pero recuperamos gracias al esfuerzo
de todos, de Zito (Julio), que lo perdimos el año pasado
igual que mi abuela que también se me fue. Ellos no están
conmigo ahora y no pueden festejar, por eso esto es para ellos y
para toda esta gente que nos acompaña siempre (la hinchada)''.
Sobre su nivel de juego, le achacó la responsabilidad a sus
compañeros: ``es gracias a ellos que me apoyan y también
al cuerpo técnico''.
La
bandera no se pudo completar
Los jugadores se retiraron inmediatamente hacia el vestuario. El
único que permaneció unos minutos mirando la cancha
fue Luis Silveira.
El
``Bicho'' estrujaba la toalla que llevaba en los hombros y no podía
creer lo que veía. La bandera que tenía cuatro años
escritos en pintura roja: 97, 98, 99,y 2000, fue rápidamente
retirada del balcón donde colgaba. Los hinchas acababan de
asumir que no iban a poder estampar el 2001 en ella y se fueron
con el corazón arrugado. Otros, en cambio, desquitaron la
bronca lanzándose proyectiles con los parciales de Cordón.
Mientras
en el rectángulo los albicelestes recibían las tres
copas, daban la vuelta, y cumplían promesas; en el vestuario
de Welcome todo era silencio.
En
la puerta el técnico Javier Espíndola reflexionó:
``siento una gran tristeza, porque lo difícil es llegar hasta
acá. En este momento sólo quiero agradecer a los jugadores
por su esfuerzo y tratar de consolarlos. Esa es mi función''.
Adentro,
los jugadores permanecían sentados en los bancos mirando
hacia el piso como tratando de buscar una explicación, intentando
entender por qué el quinquenio se les había escapado
de las manos.
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