TORNEO CLAUSURA | QUEDO LA SENSACION QUE LA HINCHADA PIDIO DISCULPAS CON SU FERVOROSO RECONOCIMIENTO A LOS JUGADORES

Peñarol sumó en la cancha y perdió en la AUF LLEGO FIN DE AÑO

Gracias a la habilidad de Estoyanoff, los aurinegros cerraron el certamen venciendo a Danubio 3 a 1

EDWARD PIÑON

El manya ganó dos quinquenios, la Libertadores también. Somos campeones del mundo y todo por primera vez. Andá a fijarte a las vitrinas, a ver cuantas copas tenés". Pegada al tejido del talud Amsterdam, mientras un abierto partido —bien jugado y con emociones— transcurría en la cancha, y poco antes de ser desalojada por la Policía, la hinchada de Peñarol se dispuso a reconocer el trabajo realizado por jugadores a lo largo del Torneo Clausura (ganado en la cancha y perdido en la AUF).

Fue un grito cargado de rebeldía, de mucha bronca y, al mismo tiempo, de enorme amor a la camiseta, al club. Claro que el equipo, además, merecía esa muestra de adhesión porque con la pelota rodando en el césped fue el que más puntos sumó y si el campeonato se escapó fue por los puntos que hizo perder la hinchada el año pasado en Jardines del Hipódromo.

Por otra parte, aunque no puede desconocerse que se cerró el certamen frente a un elenco de alternativa de Danubio, en virtud de que los de la franja se están preparando para las finales del Campeonato Uruguayo, el conjunto que orienta Gregorio Pérez hizo lo que tenía que hacer: asumió el compromiso con todas sus armas y lo ganó.

Para ello, fue sumamente decisiva la labor que tuvo el delantero Fabián Estoyanoff. El popular "Lolo" fue incontrolable para la retaguardia danubiana y sus apariciones fueron las que generaron las mejores jugadas de un cotejo que fue disfrutable porque ambos elencos lo encararon con vocación ofensiva.

El propio Estoyanoff se encargó de marcar diferencias y demostrar que el ataque aurinegro era más potente y agresivo. Después de una gran jugada de Fabián Canobbio, fue el encargado de convertir cuando transcurrían 22 minutos de juego.

Los hombres que ayer fueron orientados por Eduardo Del Capellán también hicieron de las suyas a la hora de ofender, porque tanto Juan Manuel Olivera como Fernando Cañarte o Ignacio González tuvieron buenas apariciones que hicieron creer que el partido podía tener un interesante ida y vuelta en el marcador. Sin embargo, la creación futbolística no tuvo el debido apoyo al momento de pisar el área de los carboneros y, la mayoría de las veces, el peligro se diluyó mucho antes de que Elduayen fuera llamado para entrar en juego.

Un gol en contra de Curbelo a los 51 minutos le dio a los mirasoles una mayor tranquilidad para seguir intentando cerrar el torneo con mejor puntaje —sin tomar en cuenta el descuento de los tres puntos—. Pero el partido se puso vibrante cuando Juan Manuel Olivera convirtió un golazo a los 80 minutos. Allí pareció que Danubio podía pisar con mayor fuerza y darle a su buen juego el remate que le había faltado hasta ese entonces.

Sin embargo, el juez Roberto Ferreira "compró" el penal que inventó Estoyanoff dos minutos más tarde (justo es señalar que antes había ignorado uno claro de Quintana sobre Jiménez) y Bengoechea se encargó de cerrar el año con su remate.

"Porque al manya lo quiero, lo vengo a alentar. Porque al manya lo quiero, lo vengo a alentar. En las buenas y en las malas mucho más". Fue el fin. La hinchada despidió a los jugadores y quedó la sensación que les pidió disculpas por los puntos que les hicieron perder en la AUF.