INVIABLE.
Un relevamiento con dirigentes de Primera división refleja
que el balompié uruguayo no puede autofinanciarse y que carece
de recursos genuinos
El
fútbol en condición muy crítica
Todos
coinciden en que las recaudaciones son paupérrimas y sólo
los salva una transferencia
CESAR
BIANCHI
El
sábado 3 de agosto jugaron Central Español contra
Plaza Colonia por la cuarta fecha del Torneo Apertura del fútbol
uruguayo de Primera división. El escenario fue el estadio
Luis Tróccoli, donde se vendieron tan solo 35 entradas. Si
se suma la cantidad de personas que componen los dos planteles,
seguramente la cifra superará la de tickets vendidos.
El
cronista de El País que cubrió el partido estimó
que habían 100 personas. La recaudación fue de $ 1.750
para el locatario, Central Español. El alquiler del Tróccoli
les costó a los dirigentes palermitanos $ 20.000, y luego
hubo que pagarle a los jueces, a la guardia policial y al personal
de recaudación. Según confió el presidente
de la institución, Ismael Blankleder, ese partido les significó
una pérdida de $ 35.000.
El
ejemplo es útil para ilustrar la inviabilidad de la práctica
profesional del fútbol en Uruguay, el principal deporte por
excelencia.
Según
un relevamiento realizado, los dirigentes de algunas instituciones
de Primera sostienen que sólo la venta de sus futbolistas
les deporta dinero y también coinciden en que los ingresos
por recaudación cuando no son ínfimos, de hecho no
existen, sino que dan pérdidas por las erogaciones al pagarle
a la guardia policial, a los árbitros, y al personal de boletería
y puertas. A propósito de las transferencias, también
afirman al unísono que las mismas han mermado considerablemente
en los últimos tres años.
Hay 12 clubes que están incluidos en el régimen de
Saneamiento Económico Financiero (o el llamado de los
U$S 20.000). Tenfield le asigna a Cerro, Central Español,
Fénix, Juventud, Deportivo Maldonado, Paysandú Bella
Vista, Plaza Colonia, Tacuarembó, Progreso, Racing, River
Plate y Villa Española unos U$S 8.500 (con el dólar
topeado y devaluado en $ 17) tal como establece el contrato
firmado el 20 de noviembre de 1998.
La
partida extra por mes que Tenfield aportaba a los clubes, unos U$S
11.500 para completar los U$S 20.000 que podían gastar en
salarios de futbolistas y entrenadores a modo de préstamo,
con la condición de reintegrarlo en enero de cada año,
posiblemente desaparezca de ahora en más dada la crisis que
afecta al país y repercute en la empresa.
Tenfield
convocó para hoy martes a los dirigentes de los 12 clubes
a una reunión de carácter grave y urgente,
para anunciarles el riguroso ajuste presupuestal.
Así
como está el fútbol uruguayo, no es viable. Está
haciendo falta gente en las canchas. Sin vender entradas no se puede
(subsistir), dijo el presidente de Deportivo Maldonado, Andrés
Moreda. Según Moreda, sólo luego de vendidas 700 entradas,
se puede hablar de ganancia en un partido.
Los
fernandinos tienen un déficit de U$S 300.000, y acarrea deudas
de comisiones directivas anteriores. Ya desvinculado del grupo Exxel,
que solventaba al club, todo se hizo más difícil,
confiesa. Se mantiene con un presupuesto de U$S 30.000 pero Moreda
dice que la institución debe ajustarse aún más.
Los clubes terminan recurriendo a Tenfield y a (Francisco)
Paco Casal. A mí no me ha ido mal.
ESCASOS
RECURSOS. Para no tener déficit en un partido tenés
que vender mil entradas y eso salvo en el Estadio (Centenario)
ante un grandepasa sólo un par de veces más.
Sólo tres veces en el año, se lamenta Ernesto
Matteo, presidente de River Plate. Para Matteo, la nueva forma de
disputa del campeonato Uruguayo enturbió el panorama:
Jugar el Torneo Permanencia es como estar en la Siberia,
dice. Se refiere a que no juega contra los equipos grandes, las
recaudaciones son irrisorias y que el torneo no es una vidriera
de jugadores.
A propósito,
el presidente de la Asociación Uruguaya de Fútbol
(AUF), Eugenio Figueredo, ya adelantó que para la próxima
temporada participarán 14 equipos y no 18 en Primera división.
El Torneo Permanencia no es atractivo, reconoció
el titular de la AUF. Es un entierro de lujo, hay que cambiarlo,
agregó Figueredo.
Nosotros no podemos recibir arroz y azúcar cuando mañana
seamos locales. Necesitamos dinero, dijo el presidente de
Central Español, Ismael Blankleder, aludiendo al partido
benéfico entre Peñarol y Villa Española en
el que 50.000 personas ingresaron con un alimento no perecedero
o juguete como entrada.
Debemos
algún dinero que nos han prestado, reconoció
Blankleder, quien especificó que el presupuesto anual del
club es de U$S 400.000. Hace tres semanas que los centralófilos
pueden contar con el Parque Palermo, pero antes debían alquilar
una cancha, lo que les incrementaba el pasivo.
En
la reinauguración del Palermo ante Defensor Sporting se vendieron
660 entradas, lo que dejó un saldo de $ 2.500 de ganancia.
Casi festejamos ese día, ironiza el dirigente.
El club deberá desembolsar U$S 150.000 para realizar la nueva
sede, canchas auxiliares y cubrir el déficit de la temporada
2002. Estamos haciendo gestiones para conseguirlos. Si tenemos
que regalar jugadores (como parte del pago), lo haremos, pero no
creo que lleguemos a eso, agrega.
El
club ha logrado préstamos especiales que suman
U$S 170.000 y otro de U$S 12.000 del Banco Caja Obrera. Para
buscar la viabilidad hay que encontrar bocas de ingreso, dice
Blankleder, quien ejemplifica: que se cree una Primera especial
en la que desciendan cuatro equipos y asciendan cuatro semestralmente,
eliminar el Torneo Clasificatorio y proponerle a la AUF que establezca
un tope en el monto de los contratos a los jugadores.
Tacuarembó
también está en el régimen de los U$S
20.000 que hasta ahora impuso Tenfield. Tiene un presupuesto
de U$S 32.000, vende un promedio de mil tickets en el Raúl
Goyenola y apenas gana $ 10.000 por partido, libre de gastos.
Tenemos
que adecuarnos a la nueva realidad: hay que readecuar sueldos y
costos de espectáculos. Hay que trabajar las inferiores.
Es más, las únicas instituciones saneadas son las
que han vendido jugadores de la cantera, dice Wilson Ezquerra,
titular del equipo norteño. Tacuarembó no existiría
sino existiera Tenfield, sentencia Ezquerra, ilustrando así
el grado de dependencia de la empresa de Casal. Los albirrojos le
adeudan U$S 200.000.
Por
su parte, el titular de Progreso, Daniel Serrato, se mostró
indignado con la realidad actual del fútbol de entrecasa.
En un fútbol donde ganan más los árbitros,
el personal de recaudación y la policía que el propio
dueño del espectáculo, obviamente no es viable,
piensa. Afirma que deben estipularse porcentajes definidos a estas
partes. Actualmente una terna arbitral se lleva entre $ 11.000
y $ 13.000, que es todo lo que deja un partido, se queja.
Sólo se gana contra los grandes y todavía nos
sacamos los ojos entre los chicos. Fuimos a alquilar
una cancha y nos cobraban $ 25.000.
Progreso
padece un déficit de $ 40.000 por mes, en el aspecto administrativo.
La morosidad de la masa social supera el 50%. Los socios son
habitantes de este país, y vos viste lo que es el país,
dice Serrato.
La
acotación de los ingresos ha hecho que sea más difícil
vender jugadores por millones de dólares. Al
presidente de Bella Vista, Sebastián Bauzá le consta
que hay futbolistas y técnicos en Uruguay que ganan más
que el Presidente de la República. ¡Eso no puede
ser!, se indigna. Los sueldos tienen que ser emparentados
con cualquier otro negocio. Además en fútbol entrenan
de mañana, así que más vale de tarde que se
consigan un trabajo, ironizó.
Damiani:
"El fútbol se murió de infarto"
El
Cr. José Pedro Damiani se reivindica como el visionario,
el adelantado que previó esta cruel realidad actual. Yo
lo anuncié hace tres años: el fútbol se murió
de un infarto, de una enfermedad terminal, dice cuando se
le consulta. Esto ya no requiere parches, hay que empezar
todo de nuevo.
Luego
de recordar que hoy martes Tenfield le anunciará a los clubes
que su apoyo económico menguará (sólo dará
los U$S 8.500 por concepto de televisación), evoca los tiempos
sin la figura del contratista. Cuando no había contratista,
cuando no había está inflación del fútbol,
Peñarol salió campeón de América en
1987 y Nacional en 1988. Empezó esta situación, por
imitar lo que hacían en otros lugares y el fútbol
se decantó, opina.
Peñarol
tiene un presupuesto mensual de U$S 140.000 sólo para el
plantel de Primera división. Tenemos el orgullo de
decir que nunca le pedimos un peso a Tenfield, ni al señor
Casal. Nunca le compramos ni vendimos un paquete.
Durante
9 años dijimos: triunfos, obras y balances. Este año
vamos a tener un déficit, por la inflación que hubo
con los salarios y el acople con la revalorización del dólar.
Inteligentemente Tenfield dijo que lo que pagaba estaba de acuerdo
al IPC (Indice de Precios al Consumo) y al valor del dólar,
y en lugar de pagarnos lo que pagaba, nos paga mucho menos,
se quejó.
Por
su parte, el Ec. Eduardo Ache, presidente de Nacional, confesó
que el presupuesto de la institución asciende también
a U$S 140.000, cuando años atrás llegaba a U$S 300.000.
Se venden cada vez menos entradas y al devaluarse los ingresos
por ese concepto, han disminuido. Aquí incide la televisación
en directo, acotó Ache.
El
titular tricolor también aclaró que se han pesificado
los ingresos por televisación, razón por lo cual éstos
han bajado considerablemente.
Al
no jugarse la Copa Mercosur dejan de entrar U$S 600.000 que estaban
en los últimos cuatro años, y eso causa un perjuicio
enorme para Nacional y Peñarol, sostuvo Ache.
Cabe señalar que la distribución anterior al contrato
con Tenfield establecía un 58% (de ingresos) para
Peñarol
y Nacional, y un 42% para las demás instituciones. Luego
se invirtieron esos porcentajes: 42% para los grandes y 58% para
los demás, pero como contrapartida una comisión de
notables dirigentes entendió que se tenían que generar
otros ingresos por U$S 720.000. Eso nunca se hizo efectivo porque
estuvo la Copa Mercosur.
Tenfield
no nos asiste económicamente en nada. Hoy hay menos transferencias
y son por menos valores, cuando existen hay un impuesto (el 5% por
cada pase), sostuvo.
¡No
busquemos culpables! Manejemos la realidad propuso Acheporque
mientras perdemos tiempo buscando culpables, la realidad nos sigue
consumiendo.
MAS
COMODOS | DANUBIO, DEFENSOR SPORTING, BELLA VISTA, WANDERERS,FENIX
Y VILLA ESPAÑOLA
Algunos
jugadores salvaron a sus equipos
El
recorte financiero que propone Tenfield no afectará a las
instituciones fuera del régimen de los U$S 20.000,
entiéndase Peñarol, Nacional, Danubio, Defensor Sporting,
Bella Vista y Wanderers, equipos que reciben puntualmente mes a
mes lo que les corresponde por los derechos de televisación.
Estos clubes cubren sus presupuestos con sus propios recursos.
El
Cr. Fernando Nodar, presidente de Danubio, es muy reservado y por
eso prefirió no especificar el presupuesto de la institución.
Sin embargo, señala que no sólo no tiene números
en rojo sino que tiene cubierto el presupuesto de parte del
año que viene. Al percibir ingresos en dólares,
el cambio de la política cambiaria lo benefició dado
que el club tiene las obligaciones pesificadas.
De
todas formas, precisa que la recaudación de los partidos
es tan magra que podría cubrir tan solo un mes y medio de
presupuesto. Nodar dice con orgullo que Danubio no ha tenido necesidad
de recurrir a Tenfield, más allá de los aportes por
concepto de televisación. Lo saludable es que cada
club tenga sus ingresos genuinos y no esté dependiendo de
la financiación de terceros, porque esos préstamos
algún día hay que pagarlos, aconseja.
El
entiende que las instituciones del fútbol deben administrarse
con criterio empresarial, y propone que sean menos clubes en Primera,
apostar a la fusión de clubes y aplicar la reciente ley aprobada
de sociedades anónimas deportivas.
OTROS.
A Villa Española los salvó Marcelo Guerrero. Gracias
a vender el 50% de los derechos federativos del juvenil a un grupo
ítalo-suizo, no terminarán con un estado deficitario
la temporada 2002. Cuando en enero de 2003 la AUF les pase la factura
del dinero adelantado, Villa Española podrá devolver
esos U$S 8.000 sin mayores inconvenientes, entiende el secretario
general de la institución, Enrique Perdigón.
El
fútbol uruguayo está como la sociedad, reflexiona
Perdigón. Amén de la cancha que están realizando
para la cual apelan al compromiso establecido con la Intendencia
de Montevideo, deben hacer un complejo para las divisiones inferiores
con cuatro canchas auxiliares. Esa inversión es de U$S 60.000
y la afrontará Villa Española sin ayuda de terceros.
Defensor
Sporting, por su parte, tiene un presupuesto de U$S 100.000 mensuales,
que solventa el fútbol, básquetbol y actividades sociales.
En recaudación, en muy pocos partidos no hay pérdida,
dice FernandoSobral, presidente violeta. Se precisa una reforma
estructural seria y grande. La mayoría de los clubes están
en déficit, afirma Sobral, quien confiesa que el caso
de los del Parque Rodó es una excepción, porque tienen
liquidez como para empezar el año que viene sin inconvenientes.
Sebastián
Bauzá, presidente de Bella Vista, explica que Tenfield le
proporcionaba a los papales tres cuotas de U$S 33.000 por concepto
de televisión, pero dado el tope impuesto en
$ 17, hoy reciben unos U$S 27.000.
Tenemos
depósitos bancarios que se avalan en el presupuesto hasta
fin de año. Nosotros habíamos retirado la plata a
tiempo (antes de la crisis financiera), pero nos quedó un
saldo de U$S 50.000 en el Banco de Montevideo, que no sabemos qué
va a pasar con eso, se lamenta Bauzá.
Fénix
está al día, ni déficit, ni superávit.
El dirigente albivioleta Alvaro Chijane aclara que si bien el club
no ha vendido jugadores últimamente, se ha visto beneficiado
con los importantes donaciones de colaboradores anónimos:
se trata de gente con mucho dinero y bajo perfil. La tercera
fortuna de Uruguay es de la persona que fundó Fénix,
comenta sin especificar.
Chijane
coincide con Blankleder (Central Español) en que deberían
estipularse contratos por escalas (jugadores A, B y C con
topes de sueldos).
Wanderers
es otra institución que se jacta de estar al día y
no deberle dinero a Tenfield. Los del Prado tienen las finanzas
en orden, en parte, gracias a los U$S 135.000 que cobró Wanderers
en cada partido de la primera ronda de la Copa Libertadores de América
pasada más los U$S 160.000 por clasificar a la segunda fase.
De todas formas, su presidente, Walter Devoto entiende que el fútbol
uruguayo no es viable: ningún club vive con U$S 8.000
o U$S 10.000 mensuales.
¿Cómo
depender menos de Tenfield? Es una buena pregunta para las autoridades
de la AUF, sugirió, y vaticinó que para el 2003
la crisis regional y del país mellarán aún
más en el fútbol.
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