SEGURIDAD | La IMM está a punto de aprobar el nuevo sistema
de "tarjeta inteligente" que sustituiría al boleto
Explosivo aumento de
las rapiñas a ómnibus en 2001
Un relevamiento de Cutcsa
reveló que con respecto a 1999 en 2001 las rapiñas
se incrementaron en un 240%
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BOLETOS.
En pocos meses el boleto comenzará a desaparecer y
será sustituido por una tarjeta
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En poco tiempo el boleto
de ómnibus será una curiosidad que podrá verse
en la vitrina del museo del transporte urbano. Un pequeño
rectángulo de plástico provisto de un microchip lo
sustituirá en un plazo no mayor de cuatro meses. El cambio
en apariencia insignificante entraña posiblemente el inicio
de la mayor transformación del sistema de transporte colectivo
urbano. Por lo pronto la paulatina sustitución del dinero
en efectivo por una tarjeta o "monedero electrónico" eliminará
el principal factor de riesgo en materia de seguridad: el récord
de asaltos que el sector ha experimentado en lo que va de este año.
Fuentes de la Intendencia
Municipal de Montevideo informaron ayer que el jefe comunal se apresta
a firmar la resolución a través de la cual las cinco
empresas de transporte colectivo urbano suscribirán un contrato
para incorporar el sistema electrónico a sus unidades.
Este año, el número
de rapiñas contra ómnibus experimentó un crecimiento
explosivo con respecto a años anteriores: un 240% en relación
al número de casos registrado en 1999.
"Hemos considerado que
por muchos operativos que implementemos, ello no es suficiente",
consideró el jefe de Policía, Nelsi Bobadilla al analizar
el problema de seguridad en el transporte. "La única forma
que podemos desvirtuar la acción delictiva es mediante un
sistema donde el dinero no esté en juego", aseguró
el jerarca.
Actualmente hay en Montevideo
unos 350 efectivos policiales específicamente destinados
a tareas de vigilancia en unidades de transporte. Empero, los delincuentes
continúan asaltando ómnibus mediante el simple recurso
de cambiar de zonas. "El fenómeno está completamente
expandido", admitió el inspector Bobadilla.
Por su parte el presidente
de Cutcsa, cuyas unidades han sido blanco de varias rapiñas
en los últimos días, indicó que el tema es
un fuerte motivo de preocupación para la empresa. "Este año
se ha triplicado la cantidad de robos, pero lo peor de todo es la
violencia de la que ha sido víctima el personal", indicó
Juan Antonio Salgado.
CIRCULANTE. El mecanismo
para el usuario de transporte es simple. Podrá adquirir una
tarjeta cuyo costo no será superior a los 40 pesos y cargarla
con la cantidad de dinero que desee. Al abordar el ómnibus
deberá aproximar la tarjeta a unos diez centímetros
del visor de un pequeño dispositivo electrónico que
computará el valor del boleto gastado, restándolo
de la cuenta del cliente y emitirá un ticket controlado por
el guarda o el conductor.
El dispositivo electrónico
a bordo de la unidad estará conectado a la red informática
de las empresas que llevarán a cabo los controles de las
cuentas de los usuarios. La incorporación del sistema supondrá
una inversión global de cinco millones de dólares
para las empresas de transporte. Empero, los beneficios de esta
inversión podrían verse reflejados en la largamente
debatida reforma del sistema. Dado que se incorporará el
sistema GPS (siglas en inglés de Sistema de Posicionamiento
Global), un dispositivo que permite rastrear la ubicación
de vehículos a través de satélites y que volcará
información en tiempo real sobre la frecuencia de los recorridos,
flujo de pasaje y tiempo de demora, ello facilitará la reformulación
del sistema de transporte. En tal sentido fuentes de las empresas
de transporte señalaron que el manejo de información
más precisa y calificada facilitará el proceso de
reforma.
Empero, la clave de este
nuevo sistema está en la paulatina eliminación del
dinero en efectivo a bordo de los ómnibus, el mayor problema
desde el punto de vista de la seguridad. De acuerdo con las estimaciones
hechas por responsables de las empresas de transporte, en caso de
tener éxito con la implementación del sistema podría
sustituir en un 80% el uso de metálico en los ómnibus.
Al mismo tiempo, se entiende que las "máquinas" no supondrán
la eliminación de puestos de trabajo ya que las tareas de
control deberán ser realizadas por empleados a bordo de la
unidad.
Fenómeno de expansión
imparable
"Por muchos operativos
que hagamos, es muy difícil terminar con este problema",
admitió el jefe de Policía, Nelsi Bobadilla al referirse
al fenómeno. Según datos oficiales y sólo contra
unidades de la empresa Cutcsa al 30 de noviembre se han cometido
281 rapiñas, contra 125 en el año 2000 y 85 en 1999.
Diariamente la Policía
asigna a 350 efectivos, uniformados, de particular y guardias de
Coraceros, en tareas de vigilancia y seguimiento de unidades de
transporte colectivo.
"Se mantiene en forma
constante la presencia policial en los lugares más propensos
a las rapiñas", explicó Bobadilla, "pero los delincuentes
cambian constantemente de lugar y el problema se ha expandido".
Lejos de ser un fenómeno
exclusivo de las denominadas zonas rojas, los atracos a ómnibus
se han producido aun en zonas residenciales y céntricas.
"Ayer nomás a las 16 horas, en General Flores y Gallinal,
hubo un caso", ilustró el jerarca policial, "subieron dos
individuos por la puerta delantera y otros dos por la puerta del
medio. Fue en una zona densamente poblada, a un horario hasta ahora
inusual, lo cual quiere decir que enfrentamos una modalidad delictiva
que está creciendo".
De acuerdo con un estudio
estadístico hecho por la compañía Cutcsa el
60% de las rapiñas cometidas contra sus unidades se produjeron
en las zonas de Instrucciones, Aparicio Saravia, Teniente Rinaldi,
el Cerro y Casabó. En orden de casos más frecuentes
el 10% se ha producido en la zona del Hipódromo, Curva de
Maroñas y Jardines del Hipódromo. En el 30% restante
de los casos, no obstante, los delincuentes se han desplazado a
barrios más residenciales como Malvín, Carrasco, Pocitos,
pero también se han registrado atracos en el Centro y en
la Ciudad Vieja.
Una decena de empleados
recibieron distintos tipos de heridas en el momento del atraco,
en algunos casos por robos cuyo monto no pasó de los 90 pesos.
En el orden económico, la compañía registró
una pérdida de $ 335.778 por los montos robados en los 281
casos ocurridos entre el 1° de enero y el 30 de noviembre de
2001.
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