INFORME. Y la nave va

Esperamos que cargada de carne.

Luego de un duro interregno de seis meses, se reinician las exportaciones a la Unión Europea. También a Israel y después, paulatinamente, a otros lugares. En el retorno a la navegación encontramos un mar agitado, tormentas en el camino, puertos cerrados con cadenas. El escenario es paradojal: Uruguay cuenta con las mejores condiciones productivas ­infraestructura, ganados, sanidad, controles, gente capacitada­ como para cumplir un gran papel en el comercio de carne. Pero no tenemos mercados, porque la peste nos contaminó los ganados y el prestigio.
Depreciados y despreciados, hoy estamos de vuelta.

Se nos cayó la estantería en la cabeza, para recordarnos la importancia de la humildad. Recuperémosla, ahora que volvemos a cargar las naves. Principio quieren las cosas, y en eso estamos.

Por Jorge Chouy

 

La riqueza que no cristalizó

HERIDAS Y SECUELAS

Ahora que pasamos lo peor, podemos hacer cuentas. Al estilo Perogrullo y para las actas: la aftosa nos provocó grandes pérdidas. La principal es la caída en el valor de todos los activos agropecuarios vinculados a la ganadería, incluyendo el precio de la tierra y de los pastos. Los ganados de todas las categorías bajaron y no habrán de retornar fácilmente a los valores perdidos.

Lo otro: volvemos a comerciar carne en mercados acotados. Por varios años no podremos acceder a los circuitos de mayor volumen y valor, y deberemos competir en un terreno en el que actúan poderosos actores, que se adueñaron de la cancha que dejamos libre.

 

Pérdidas y postergaciones

Cuando nos preguntamos cuánto nos costó (hasta ahora) la aftosa, lo primero que pensamos es en la faena no realizada en el período. Es decir, el número de cabezas vacunas y ovinas que no se faenaron, en comparación con la faena del año pasado.

Además, hay que contar los animales que se hubieran exportado en pie y tampoco se pudo.

En términos más precisos, no son pérdidas, sino que se trata de producción que no se vendió. De todas maneras, ese dinero no circuló en el sector agropecuario, asfixiando la economía del interior primero y del país entero luego.

Los animales que no se extrajeron quedaron en el campo; no se murieron porque el tiempo rodó bien. Pero los ganados gordos perdieron kilos que recién ahora están recuperando, luego de pasar meses consumiendo y ocupando espacio inútilmente. Lo que se perdió irremediablemente, entonces, fue el pasto, o la renta del campo.

Lo otro que sí se perdió fue el precio. Ya no tenemos los valores del año pasado. Si valorizáramos la faena que no se realizó con los precios del año pasado, hubiera aportado US$ 40 millones más de lo que su hubiera obtenido a los valores de este año.

Esa caída del orden del 22,3% en los precios promedios ponderados de toda la faena vacuna, no será fácil de revertir, de acuerdo a la realidad del mercado disponible hoy.

 

Exportación en pie

Este año se hubieran exportado una buena cantidad de terneros para Argentina, así como ovinos para Brasil.

Entre abril y octubre del 2000 se enviaron 27 mil vacunos para ambos destinos, y 130 mil lanares, básicamente para Brasil.

A estas cifras hay que añadir las exportaciones de vientres Holando para Brasil y para Méjico, que tienen gran importancia en la economía de los tamberos, oxigenando una plaza siempre necesitada de fondos frescos.

El valor de esas exportaciones hubiera equivalido, por lo menos, a unos US$ 11 millones, en total.

 

Ovinos

La faena de ovinos en frigorífico prácticamente se interrumpió. En el período que rigió la veda se faenaron el año pasado 650 mil lanares más que en este año. A los valores y pesos que se registraron el año pasado, considerando la composición de faena real, puede estimarse en US$ 12 millones el monto de la faena de ovinos no realizada.

 

Fletes

El traslado de ese cuantioso volumen de hacienda a frigorífico hubiera requerido unos 21 mil viajes de camión, por un valor del orden de los US$ 5 millones. No se contabilizan los fletes perdidos por la suspensión de las ferias ganaderas, que suponen sin duda, cifras mayores.

Todos afectados

El efecto multiplicador de la reducción de la actividad impactó en la industria, con el personal desocupado; en el comercio, con la caída del consumo; en las finanzas públicas (centrales y municipales), por la baja en la recaudación impositiva y la necesidad de postergar cobros; en las instituciones financieras, por el aumento de la morosidad. *


193 MILLONES MENOS

US$ 170 millones es el valor de la faena vacuna no realizada, a precios del 2000.

US$ 12 millones es el monto de la reducción en la faena ovina.

US$ 11 millones vale la exportación en pie perdida.


VOLVER A SER EXPORTADORES

A partir de mañana

La absolución (con penitencia incluída) de la Unión Europea, nos permite empezar a producir carne para abastecer a su opulenta sociedad. Ese era el destino principal de nuestras ventas, hasta hace pocos años, pero luego lo relegamos, encandilados por otras luces.

Pensamos, ingenuamente, que nunca más íbamos a tener aftosa, pero la realidad demostró que dependemos de la situación sanitaria en la región; no vivimos en una isla, como Nueva Zelanda, ni tenemos la Cordillera de los Andes, como Chile.

No somos ya "libres de aftosa sin vacunación", que es la condición que habilita a jugar en todas las canchas. Tampoco tenemos la condición de "libres con vacunación", que aspiramos a obtener de la autoridad sanitaria mundial, la Oficina Internacional de Epizootias (OIE), a la brevedad, pero que en todo caso va a demorar varios meses.

El balance de las pérdidas sufridas por el retorno de la peste aún no se ha contabilizado en toda su dimensión; los efectos perjudiciales se sufrirán por un largo período.

Todo empezó cuando, hace justo un año, tuvimos el primer rebrote de la enfermedad. Perdimos de entrada, primero, a los míticos mercados ricos del Asia, que nos desvelaban como a Marco Polo y por los que mucho habíamos peleado. Tardará muchos años el viaje de retorno.

Junto con ellos, para no volver, se fueron los caribeños, con sus hoteles de varias estrellas, y sus multitudes afroamericanas.

Después perdimos al NAFTA entero, en abril pasado; lo que equivale a perder el comprador del 40% de nuestras exportaciones. Se supone que van a pasar por lo menos dos años a partir de la vacunación de mayo próximo (o sea, hasta mayo del 2004, si no hay más contratiempos en la región) para intentar la recuperación.

Quedaba subsistente el circuito "aftósico", compuesto por países que aunque no tienen aftosa y, en general, no vacunan (como es el caso de Europa o de Chile), igualmente compran carne de países que vacunan contra la enfermedad, siempre que éstos tengan la situación controlada, y que no tengan focos activos.

Esa es la política de la Unión Europea, cuyas exigencias marcan la pauta por la que se guían muchos otros países. De ahí la importancia de haber obtenido la aprobación comunitaria, luego de superar las exigentes misiones inspectivas que revisaron hasta debajo de las piedras.

 

Al día de hoy

Europa habilitó la importación de carnes desosadas y maduradas de nuestro país. Israel hizo otro tanto.

Pero no se trata sólo de estos grandes. La estrategia explícita es explorar otros mercados menores y, sobre todo, retomar los vínculos con antiguos aparceros, que habían sido abandonados por otros nuevos, de mayor enjundia.

Al momento del cierre de este artículo, una misión sanitaria y comercial de Argelia se encuentra recorriendo instalaciones industriales y establecimientos rurales. Este país se venía constituyendo en un fuerte comprador de carne vacuna y ovina; en el año 2000 compró carne a Uruguay por valor de US$ 9 millones.

Se espera que otros importantes países árabes, como Arabia Saudita y Egipto, retornen a la mesa de negocios.

Se cumplieron contactos de alto nivel con Rusia, que en otro tiempo fue un importante comprador

Para los próximos días, se esperan misiones de Irán, de Perú y de otros eventuales interesados de menor porte. Por pequeño que sea, al día de hoy, cualquier monedita sirve.

El broker Enrique Decker comentó a El País Agropecuario que las autoridades uruguayas están concientes de la necesidad de desarrollar una acción intensa en aquellos mercados que, estando hoy cerrados, pueden cumplir un papel fundamental a la hora de complementar los destinos principales. De esa manera se valoriza la res. "De las cien piezas en que se puede despostar un vacuno, son muy pocas las que tienen colocación asegurada y alto valor. Al resto hay que venderlo donde sea, buscando el mejor negocio", apuntó Decker. Señala a Sudáfrica, Filipinas, Indonesia, Egipto y algunos otros destinos asiáticos como los que deben merecer la rápida atención del gobierno. Detrás de las habilitaciones vendrán los negocios.

El industrial Daniel Belerati destaca los mercados asiáticos de Hong Kong, "en el que tenemos cifradas esperanzas para colocar librillos, bolas de lomo, tendones, además de otros cortes". "También Singapur puede ser un destino interesante, pero en este momento ninguno de estos países están operativos. Hay que ponerse las pilas, el Estado (MGAP y Relaciones Exteriores) deben ir a golpear las puertas; los privados, e INAC podemos informar y ayudar", agregó.

 

La plétora

Tal era la denominación que se le daba antiguamente al "sobrestock", es decir, a la situación, ya olvidada, de tener demasiado ganado en los campos. Cuando tal cosa sucedía y el pasto no alcanzaba para todos (sea porque llovía poco o porque llovía demasiado), la mortandad estaba asegurada.

Con los mercados que el status sanitario perdido nos había abierto, el tema había pasado al anaquel de la historia, como un fenómeno definitivamente superado.

Ahora el antiguo problema vuelve por sus fueros. Tenemos demasiado ganado y no tenemos a quien vendérselo. Ya no están Canadá y EEUU, comprando vacas faltonas para enmagrecer las hamburguesas. Los novillos chafalotes vuelven a ser invendibles. Habrá que hacer cola en los frigoríficos para conseguir entrada por los ganados de segunda, aceptando el precio que haya.

El gran mecanismo regulador que habíamos creído insuperable, no está funcionando: la exportación en pie a la región está prohibida y no parece que vaya a reanudarse por ahora.

Por el lado brasileño, los estados del Sur están empeñados en una estrategia que apunta a dejar de vacunar en el más breve plazo posible (aunque el sogazo reciente los debe hacer dudar). Río Grande del Sur tuvo aftosa y aplicó a regañadientes una política de sacrificios, aunque en la mayor parte de los casos mandando los animales a frigorífico y aprovechando la carne; y volvió a vacunar todo el rodeo. Los gaúchos sufrieron grandes restricciones en sus ventas fuera del estado, pero ahora la situación está prácticamente normalizada; incluso las exportaciones van a ser autorizadas luego de las inspecciones que están teniendo en estos días. Hoy compran en Uruguay sólo carne sin hueso; los asados, tan apetecidos, se los provee San Pablo.

Santa Catarina, el otro estado incluído en la zona estratégica que busca el status de "libre sin vacunación", consiguió evitar el ingreso de la peste a su territorio. No vacunaron ni tuvieron aftosa.

Así que la exportación en pie de vacas y novillos pesados de campo a Brasil, que tanto defendían el precio en situaciones de mercado saturado, no parece posible.

Por el lado argentino, la situación no es mejor. En un momento se pensaba que era el destino natural para una buena porción de nuestra producción de terneros, sobre todo de las hembras, que nunca tuvieron fácil colocación en nuestra plaza.

Llegaba a decirse que Uruguay se iba a transformar en la zona de cría de las invernadas argentinas, más eficientes que las nuestras. La utilidad de esta corriente comercial podría haberse apreciado particularmente en esta circunstancia, dada la gran parición de terneros que aún está teniendo lugar en nuestro país, y que puede encontrar dificultades de colocación en el otoño próximo, si no se regulariza la extracción de los ganados gordos.

El dilema se plantea entonces de esta forma: si no se exportan los enormes volúmenes de carne disponibles o de inminente disponibilidad, los ganados gordos que no se faenen van a represar la reposición, provocando bajas adicionales en los valores de estas categorías, con el consiguiente y lamentable desestímulo de la cría en última instancia.


DESENGAÑO EN ALEMANIA

Un balde de agua fría

En medio del ambiente de cierta euforia por la reapertura de la UE, los dirigentes gremiales de la industria frigorífica realizaron extensas declaraciones en varios medios de prensa. Esto sucedió después de la participación de una importante delegación del sector cárnico uruguayo en la feria internacional de alimentación de Anuga (Alemania).

En sus declaraciones, los industriales transmitían tal pesimismo respecto a la situación del mercado de carnes y de la industria, en particular, que generaron suspicacia respecto a si no estaban tratando de deprimir la plaza, a la hora de salir a comprar haciendas para cumplir con los negocios que se estaban reanudando.

El Presidente de la Cámara de la Industria Frigorífica, Daniel Belerati, pintó un panorama bastante sombrío a El País Agropecuario. Transcribimos parte del diálogo que mantuvo con este periodista:

 

Belerati: Vamos a entrar a la Comunidad, pero no de la misma manera que estábamos. No podemos vender carne con hueso, ni menudencias, que tienen gran importancia en la ecuación económica de las empresas y en la valorización del ganado. Con Israel sucede otro tanto: nos van a comprar sólo carne sin hueso, cuando antes le vendíamos asado, bife ancho con hueso (la costilla redonda), ossobuco, menudencias, a buenos valores.

Hoy no tenemos colocación para asados ni menudencias, en ningún lado. Matando unas 30 mil reses semanales, que es lo que se espera faenar, por 40 kilos, representan 1.200 toneladas de asado ¡por semana!

¿Vamos a comer asado barato?

Muy barato, pero el mercado interno no puede absorber esos volúmenes.

¿Y Argentina y Brasil?

En Argentina el asado bueno de novillo vale 1 dólar.

Pensamos que los mejores asados nuestros, si los podemos vender allá, valdrán menos que eso y no en los volúmenes anteriores.

Argentina tiene un acumulo de carne y ganado excedentario como nosotros.

Brasil no compra carne con hueso. En un acuerdo que firmamos en julio aceptamos esa situación.

¿Chile?

No podemos vender nada, compran en Brasil y Paraguay. Pretenden que previamente Uruguay sea declarado libre de aftosa con vacunación, lo que podría postergar varios meses el ingreso a ese mercado. Chile es el principal mercado de América Latina, compra carne en el orden de las 60 mil toneladas anuales, peso embarque.

 

"Europa no nos espera con un caminero rojo"

Coincidente en buena medida con esta visión, el broker Enrique Decker describió a El País Agropecuario el escenario en Anuga. "Nos encontramos, sin sorpresas, con una Europa apática en la demanda de carne, con caídas importantes en el consumo, por las razones sanitarias conocidas (aunque lentamente se viene recuperando)."

"La producción europea de carne en estas condiciones ­agregó Decker­, es aún más superavitaria; se autoabastecen y les sobran grandes volúmenes. Hay grandes campañas promocionales para estimular el consumo de la carne local, en cada uno de los países productores.

La feria se acortó un día respecto a la duración tradicional; y además había notoriamente menos gente, no sólo en el ambiente de la carne.

Uruguay llevaba una oferta y una idea de precios dignos, pero a pesar de los duros esfuerzos no se pudieron concretar los negocios esperados en carne vacuna. La pelea sigue, sin embargo".

Con respecto a otros mercados, Decker señaló: "el otro país importante es Israel. Es el único lugar del mundo en el que se distingue y se prefiere la carne uruguaya. El público la elige como primera opción. Pero entre el público y los exportadores uruguayos están los comerciantes e importadores judíos, muy interesados en los márgenes que les deja la carne brasileña".

Ese es el otro gran problema: Brasil. Cuando Argentina y Uruguay salieron del mercado los brasileños se posicionaron decididamente, con un gran marketing: cajas, etiquetas, pesos de los cortes, volúmenes ilimitados, cumplimento de los pedidos y, sobre todo, precios; nunca tuvimos un competidor así. Hay pedidos europeos que sólo ellos pueden atender; como la nalga magra que pide Italia, o los grandes bifes de 5 kilos, o lomos de 5 libras, que sólo pueden proveer animales de razas índicas. En Inglaterra o en Alemania se valoran más las carnes marmoleadas de razas británicas, que vendemos Uruguay y Argentina, pero no en el resto de Europa.

 

El nuevo mercado cárnico

Una mala: no hay colocación para los asados. Si bien se espera que haya una buena temporada turística y aumente, así, el consumo local de este tipo de cortes, no es probable que coincida la demanda con las características de la oferta sobrante, que será fundamentalmente de asados de vaca y de novillos pesados. Los argentinos están acostumbrados a comer la crema de sus rodeos y no van a aceptar carne dura en sus vacaciones.

Otra mala: el llamado "quinto cuarto" o "recuperos", que financian gran parte de la faena, encuentran dificultades de colocación o precios declinantes. No hay mercados para las menudencias; ni Europa, ni Israel, ni Argelia, aceptan hoy las "achuras", por desconfianzas sanitarias.

El precio del subproducto más importante, el cuero, también está a la baja; pero éste por la inseguridad internacional, que deprime la demanda de muchos bienes hechos con cuero (tapizados de auto, muebles, etc.).

Una buena: la carne ovina se vendió bien. Europa no tiene ovinos y las Islas Británicas están más que complicadas con la aftosa. Se cumplieron los proyectos previos.

El gerente de compras del Frigorífico San Jacinto (uno de los principales en el rubro ovino), Carlos Segredo, comentaba sobre las dificultades para alcanzar a cumplir la cuota ovina que tiene asignado el país en Europa, dado que se rige por el año calendario, a diferencia de la cuota Hilton vacuna, que es por año agrícola y vence el 30 de junio del 2002. "No es sólo la dificultad para faenar la cantidad de lanares que hay atrasados, con las complicaciones de esquila y preparación, sino también la necesidad de coordinar con las faenas vacunas que hay que hacer. Además, hay que ver la disponibilidad de barcos para cargar los volúmenes pendientes en fecha", explicó. *

 

 

Belerati dixit

Mercado reducido

"El principal problema es la escasez de mercado que vamos a tener por los próximos meses, completamente en contradicción con las expectativas de los productores de extraer 40 mil reses semanales. Con estos mercados lo más que podemos aspirar es a colocar 130 o 140 mil toneladas peso carcasa por año, con una faena de 33 a 35 mil reses semanales."

 

Competitividad

"En (la feria de) Anuga, lo que se comprobó es que Brasil puede bajar los precios a niveles que nadie puede competir. Compran el ganado en reales, que se devalúa permanentemente, y venden la carne en dólares. Tienen un sistema de subsidios encubiertos, como devoluciones de impuestos, que complementan esas ventajas."

 

Reintegros

"En Uruguay existe un sistema de devolución de impuestos indirectos, que no refleja ni de lejos la realidad de todos los impuestos que se pagan a lo largo de la cadena productiva.

Los cortes deshuesados tienen 5,5 % de reintegro, y los cortes con hueso, 2,25 %."

Suplemento Agropecuario - Miércoles 31 de Octubre