RESULTADO
| La Organización Mundial de Comercio logró, pese
a todo, lanzar una nueva ronda de negociaciones comerciales, agricultura
incluida
Qatar parió una esperanza
Aunque parezca paradójico,
los acontecimientos del 11 de setiembre operaron como un motivador
CONSULTORA
SERAGRO
Para el comercio, la
cosa no pintaba bien en los últimos meses. La economía
mundial reducía su crecimiento y la tendencia a la apertura
y al desarrollo del comercio comenzó a ceder, paulatinamente,
a reflejos proteccionistas e impulsos antiglobalización,
que ponían en la picota los moderados avances que el mundo
realizó en términos de liberalización comercial
en los años recientes.
La reacción no
resulta extraña. En forma similar actuaron los principales
países del mundo cuando la depresión de los años
'30. Según los análisis liberales, el abandono del
libre comercio en situaciones de dificultad económica contribuyó
a acentuar más la recesión.
La situación
actual está lejos de ser tan grave, pero los grandes bloques
mundiales han preferido prevenir males mayores. Así, en la
reciente IV reunión ministerial de la OMC (Organización
Mundial de Comercio), todos sus países miembros acordaron
lanzar una nueva ronda de negociaciones comerciales, al término
de la cual se prevé consolidar avances en la liberalización
del comercio mundial. En el primer punto de la declaración
final, se destaca, precisamente, la determinación de todos
los Estados en "mantener el proceso de reformas y liberalización
de las políticas comerciales, particularmente a la luz de
la retracción económica mundial".
Aunque parezca paradójico,
los terribles acontecimientos del 11 de setiembre y sus actuales
consecuencias, operaron como un motivador para que la aldea global
no haga volar los puentes que la mantienen unida.
¿QUE PASO EN DOHA?
En la capital de Qatar (en pleno Golfo Pérsico), se echó
a rodar un nuevo ciclo de negociaciones comerciales. El hecho es
positivo dado que no había certezas de que la reunión
culminara en un acuerdo. El propio sentido de la OMC estaba en juego
y la organización pasó la difícil prueba.
En la declaración
final, los ministros delegados definen el marco cualitativo y los
objetivos básicos que perseguirá la negociación
en este nuevo ciclo lo que en la jerga diplomática se define
como el "mandato".
En este sentido, la
declaración expresa algunos puntos relevantes para el comercio
de bienes agropecuarios, puntos que fueron fruto de febriles negociaciones
entre los distintos grupos de interés.
Como ya había
anticipado en su última reunión en Punta del Este,
el Grupo de Cairns (que nuclea a países agroexportadores
que no subsidian su producción), condicionó su apoyo
a la nueva ronda a que se incluya el comercio agropecuario. Esto
fue aceptado. ¿En qué términos? Con el apoyo
de los EE.UU. y luego de idas y venidas con los representantes de
la UE, la declaración expresa lo siguiente en lo que refiere
a agricultura:
"A partir del trabajo
realizado hasta ahora y sin anticipar su resultado, nos comprometemos
a realizar negociaciones que apunten a: mejorar sustancialmente
el acceso a mercados; reducir, con miras a su eliminación
progresiva, toda forma de subsidio a las exportaciones; reducir
sustancialmente los apoyos domésticos que distorsionan el
comercio".
Como se lee, con algunos
giros atenuantes se acordaron reducir, con miras a eliminar progresivamente,
los subsidios a las exportaciones. Estos subsidios, usados principalmente
por la UE, deprimen los precios internacionales de muchos productos
de origen agropecuario, lo que resulta sumamente perjudicial para
los países que exportan dichos productos sin subsidiar, caso
de Uruguay.
Lácteos, granos
y carnes reducen su valor en el mercado internacional cada vez que
la UE vende sus excedentes a precios ruinosos, para facilitar su
venta. Las tesorerías europeas, más holgadas que la
nuestra, subsidian estas ventas constantemente. Es esto lo que se
quiere eliminar, aunque hay un largo trecho aún por recorrer
en la negociación. El objetivo final está explícito,
pero aún hay que definir los términos cuantitativos
del asunto: cuántos subsidios se eliminarán y en qué
plazo se llegará a su eliminación total.
Más aún:
importa afinar el lápiz y ver cómo se define el control
de los subsidios encubiertos en "donaciones". Esta práctica
es intensamente utilizada por los EE.UU., que canalizan importantes
volúmenes de commodities hacia países en desarrollo,
desplazando del mercado a productores que no subsidian y ofrecen
su mercadería a precios de mercado.
La nueva ronda también
apuntará a reducir los apoyos internos a la producción
agropecuaria, que también causan, indirectamente, importantes
perjuicios a los productores de otros países. Esta práctica
es especialmente vigorosa en los EE.UU., donde el apoyo opera sosteniendo
el precio. Así, por ejemplo, los productores de arroz norteamericanos
producen bastante más de lo que producirían si recibieran
el precio internacional. Dado el apoyo del gobierno federal, la
producción es mucho mayor y, muchas veces, los excedentes
se vuelcan al mercado internacional, tal como está sucediendo
ahora.
Como se ve, están
claramente pautados los elementos cualitativos de la nueva ronda
de negociaciones, pero no los cuantitativos, que surgirán
en los próximos meses. Por lo tanto, aún hay que aguardar
para ver los efectos reales de esta nueva iniciativa.
Es tal vez en lo que
refiere a la mejora en el acceso a los mercados donde Uruguay tiene
mucho para ganar. En cualquiera de los grandes bloques de consumo
(Japón, EE.UU., UE) conseguir cuotas adicionales de importación
para colocar productos uruguayos implicaría avances interesantes.
El vicecanciller uruguayo
Guillermo Valles, miembro de la delegación de nuestro país
que concurrió a la reunión de la OMC, lo ejemplificó:
"La Ronda Uruguay representó a su conclusión la apertura
de un cupo de 20 mil toneladas de carne en EE.UU. y la ampliación
de nuestro cupo en la UE a 6.300 toneladas", dijo. "Pues aquí
tenemos, por fin, un ámbito negociador entre todos los países
que nos permitirá llegar, al concluir las negociaciones,
a mejores condiciones de acceso y mejores condiciones de competencia
para nuestros productos", agregó.
Por su parte, el ministro
de Ganadería, Agricultura y Pesca, Gonzalo González,
jefe de la delegación uruguaya en Qatar, destacó el
papel del grupo de países en desarrollo, comandado por el
egipcio Buthros Ghali (ex secretario general de la ONU).
El ministro expresó
que "las economías más necesitadas y débiles
del mundo tienen una necesidad sustancial de empezar su desarrollo
por el principio: la agricultura. Es lo que más hace la gente
por una necesidad de supervivencia; entonces allí aparecen
ventajas comparativas y tal vez se genere alguna ventaja competitiva
que permita que esas economías tremendamente débiles
empiecen a comerciar algunos de los productos que genera su agricultura".
Con esta base, según
González, este grupo de 77 países en vías de
desarrollo operó y presionó para que la ronda implique
una mayor apertura en el comercio agrícola mundial, sin descartar
tratos especiales que muchos de estos países puedan demandar.
Hay
plazo hasta 2004
* Quedó establecido
que las negociaciones comenzarán de inmediato. Para marzo
del 2003 ya tienen que estar definidas las modalidades y los calendarios
de desmantelamiento de los subsidios. Se apunta a que al finalizar
el 2004 tiene que estar concluida la negociación. Allí
se verán, efectivamente, sus resultados.
Simultáneamente,
Uruguay y el Mercosur mantienen instancias de negociación
bilateral con Europa y EE.UU. El lanzamiento de la nueva ronda beneficiará
también éstas instancias, porque se adicionan espacios
de negociación y aumentan las posibilidades de llegar a acuerdos,
al menos parciales. Sin embargo, hay que ver qué derivaciones
tiene el avance en la OMC en la estrategia de países como
Brasil, que pueden apuntar a enfriar las negociaciones en el ALCA
y entre el Mercosur y la UE, argumentando que centrará sus
esfuerzos negociadores en el organismo multilateral. En este sentido,
la historia recién empieza.
OMC | Declaración final recoge puntos "auspiciosos para Uruguay"
Habrá
cambios en comercio agrícola
El acceso a los mercados
y algunas normas internas de países que subsidian necesariamente
serán negociados
A su regreso de Doha,
donde participó en la reunión de la Organización
Mundial de Comercio, el ministro de Ganadería, Agricultura
y Pesca, Ing. Agr. Gonzalo González, insistió en que
la declaración final "recoge una serie de puntos que permiten
calificarla como auspiciosa", porque contempla "las demandas que
pretendía nuestro país, el Mercosur y todo el Grupo
de Cairns".
En rueda de prensa,
en la que le acompañaron el canciller interino, Dr. Guillermo
Vallés y el subsecretario del MGAP, Ing. Agr. Martín
Aguirrezabala, insistió en que, a partir de esa favorable
declaración, "comienza una ronda de negociaciones en la agricultura,
que va a permitir trabajar aspectos como la disminución de
los subsidios a las exportaciones en forma creciente, hasta su finalización".
Puntos claves como "acceso
a los mercados" y "las reglamentaciones internas que tienen los
distintos países y que aplican al fomento de determinadas
producciones, van necesariamente a ser negociadas", aclaró.
La Organización
Mundial de Comercio fue creada como resultado de la Ronda Uruguay
del Gatt, promueve la no discriminación y trato nacional,
encarna el sistema de reglas y disciplinas multilaterales que protege
a los países más débiles, evitando la imposición
de medidas unilaterales por parte de los más fuertes.
Pese a ello, los países
en desarrollo no se han podido beneficiar de los avances generados
por el sistema multilateral de comercio. El ministro insistió
en Doha, capital de Qatar, en que "para Uruguay el principal objetivo
es lograr la integración definitiva de la agricultura a las
reglas y disciplinas de la OMC".
TRABAJO. A partir de
Doha se va a trabajar "en los aspectos de acceso a mercados y en
las regulaciones internas que tienen los distintos países
que aplican el fomento de determinadas producciones, determinadas
prebendas que van a tener que ser negociadas". En lo que se refiere
a la agricultura, el ministro González informó que
"hay una decisión de que para marzo del 2003 debe estar preparada
toda la documentación de lo que se va a negociar y en qué
forma se hará".
Explicó que "hay
un mandato de tener pronta la negociación en el 2005" y para
él, "esas cosas son las que hablan de un progresivo cambio
en el mundo internacional del comercio de productos agrícolas,
donde claramente debemos de festejar el hecho de que eso haya sido
apoyado y resuelto por la OMC".
En Egipto
prefieren carne uruguaya
Ya se concretó
el primer negocio de carnes con Egipto. La operación comercial
fue pactada por 2.000 toneladas, las que estarán llegando
a destino el 10 de diciembre.
La nación africana,
un mercado importante para las carnes uruguayas en otros tiempos,
quedó habilitado tras la visita del ministro de Ganadería,
Agricultura y Pesca, Ing. Agr. Gonzalo González y el director
de los Servicios Ganaderos, Dr. Recaredo Ugarte.
"Las carnes pueden entrar
a partir del 1° de diciembre, por lo que los frigoríficos
uruguayos ya pueden estar faenando para ese destino", advirtió
el secretario de Estado, agregando a la vez que la habilitación
es para carne bovina desosada, pero no tiene por qué estar
madurada.
"La Asociación
de Importadores de Carne Congelada de Egipto nos manifestó
su preferencia por la carne uruguaya y quieren volver a comprar",
insistió el Ing. González. Hasta el momento los frigoríficos
egipcios, que habitualmente importan carne para procesar, se abastecían
en la Unión Europea, principalmente Irlanda, pero "dejaron
de comprarle por seguridad alimentaria" ante los casos de Encefalopatía
Espongiforme Bovina (vaca loca) que sacudieron al viejo continente.
Los proveedores pasaron a ser entonces "Australia y Brasil", manejándose
precios de "entre U$S 1.500 y U$S 1.600 por tonelada", cuando el
año pasado, el precio promedio de las exportaciones de carnes
uruguayas fue de U$S 1.400. Para quedar cubiertos este año,
Egipto necesita comprar "140 mil toneladas", pero ha llegado a importar,
en otros años, "por más de 300 mil toneladas".
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