Ministro
de Salud Pública
Férreos controles a los gerentes de hospitales
Luis Fraschini.El
secretario de Estado manifestó que en adelante los hospitales
públicos funcionarán en forma autónoma, que
deberán dar cuenta de su gestión a ASSE y que cuando
no se cumplan las metas pautadas con anterioridad sus administradores
serán cambiados.
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PROYECTO. Fraschini anunció que los 200 médicos
de familia del Ministerio serán incrementado en su
número
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ALVARO
GIZ | ROSARIO TOURIÑO
El ministro de Salud,
Luis Fraschini, ubicó como una de las principales aspiraciones
de su gestión que los hospitales públicos sean "verdaderas
empresas sanitarias" capaces de desarrollar una gestión autónoma,
aunque controlada a través de la Administración de
los Servicios de Salud del Estado (ASSE).
No obstante, Fraschini
advirtió que si el gerente de un hospital no logra que se
cumplan con las pautas establecidas, "se cambia".
"Si un equipo (de dirección)
no tiene capacidad de gestión, corresponde cambiarlo", dijo
el ministro durante una entrevista con El País.
Por otra parte, anunció
que los 200 médicos de familia que tiene los servicios del
Ministerio, serán incrementados.
--Se ha hablado mucho
de la reestructura del mutualismo a través de un próximo
préstamo del BID y del Programa de Promoción del Sector
Salud (Promoss) pero, ¿cuánto dinero se va a invertir
en el área pública?
--El Promoss trata de
estabilizar todo el sector y de llegar a un modelo de atención
al usuario adecuado a las necesidades de la población. Por
lo tanto, la disponibilidad de dinero para un sector u otro, no
es lo más importante. Lo primordial es cómo se estabiliza
el sistema y volcar los dineros necesarios para lograr los cambios.
Lo primero que se detectó
es que había que volcar una fuerte masa de dinero para estabilizar
al sector privado y sostener a empresas que se podían venir
abajo. Ahí nace el Promoss, y por supuesto, que ya se había
comenzado con la modernización en el sector público.
En el Presupuesto Quinquenal
del Ministerio de Salud Pública, ya se designó una
partida para ASSE. En cambio, en el sector privado, no había
una asignación, entonces la partida grande de dinero que
viene es para sostener al sector privado, y tratar de lograr cambios
sustanciales en sus estructuras jurídicas, organizacionales
y de calidad de servicios.
--¿Entonces, la
reestructura es más que nada organizacional y no implica
nuevos equipamientos o construcción de hospitales?
--Hay una parte para
gastos de funcionamiento y organización de la estructura
de recursos humanos. Hay una partida aparte -el Plan de Inversiones
Públicas (PIP)- para la compra de plantas físicas
nuevas y equipamientos. Es imposible pensar que los cambios se hacen
sólo por partidas de dinero. Los cambios se hacen primero
teniendo una estructura adecuada a las metas propuestas.
Si el ministerio quiere
tener un rol rector, de controlador y planificador de la salud,
tiene que reordenar sus estructuras.
--Ese reordenamiento,
¿por qué es, porque antes el MSP era más prestador
y ahora va a ser más controlador?
--No, porque la medicina
cambió. El modelo tradicional intrahospitalario atendía
a la pérdida de la salud. Hoy en el mundo desarrollado se
apunta a preservar la calidad de vida y al cambio de costumbres:
programas que incentiven a no fumar, a prevenir el alcoholismo o
a respetar las señales de tránsito.
El modelo es tratar
de evitar que la persona termine dentro de un hospital. En el mundo
entero los hospitales se achican, poseen mayor tecnología
y rápida resolución. Crece el concepto del hospital
de día. Nosotros ya estamos empezando a realizar la cirugía
de día para acortar la estadía y disminuir los costos.
El hospital se transforma
en un gran CTI y los demás problemas tienen que ser solucionados
a través de las policlínicas, en los centros de salud
más pequeños, y por los médicos de familia.
--Desde hace décadas
se pregona una evolución hacia un modelo de atención
preventivo, pero no se invierten recursos y los programas se postergan
¿Por qué?
--Es muy difícil
tratar de quitarle recursos a un sector de salud para dárselo
a otro. El MSP tiene una fuerte orientación en el primer
nivel de atención, contrariamente a la visión que
tenemos del sector privado. Tenemos muchísimas policlínicas
y más de 200 médicos de familia, que van a ser incrementados.
Pero además,
el Ministerio busca cambiar su estructura organizacional para poder
controlar mejor lo que gasta en el primer nivel o en el hospital.
Tenemos que lograr que
los hospitales públicos se transformen en verdaderas empresas
sanitarias, y que nuestros administradores sean equipos de gestión
que cumplan con los objetivos que sean prefijados, que planifiquen
sus compras y que controlen sus créditos.
--¿Hay gente capacitada
para desarrollar esa tarea?
--Bueno, nos estamos
reconvirtiendo. Es un proceso del que no se puede pasar de la nada
a tenerlo todo. Los hospitales hoy tienen sistemas de informatización
en recursos humanos para saber en qué áreas hay vacantes
y en cuales no.
También se han
informatizado los sistemas de farmacia para planificar las compras
de medicamentos, controlar quién emite las recetas, qué
medicamentos se eligen y qué relación tienen con sus
historias clínicas. Está informatizada la contabilidad,
los directores de los hospitales disponen de la información
de sus créditos rubro por rubro; antes no era así.
Saben el dinero que le va quedando y donde se está gastando.
Hoy cuentan con un contador, que cumple el cometido de ser un gerente
financiero y que puede ayudar a la dirección del hospital
a planificar las compras. El 50 por ciento de los hospitales públicos
ya han formado un equipo de gestión, con su director, subdirector
técnico, administrador, contador, jefe de mantenimiento,
de personal, constituyéndose en verdaderas empresas. Es un
primer paso por lograr un compromiso de gestión de los equipos
y monitorear si cumplen sus objetivos.
--¿Y el usuario,
qué gana?
--Gana muchísimo.
Primero, porque gastar bien ya es una ganancia. Segundo, todo lo
que se gastaba de más o compraba mal, quedará para
el equipo del hospital. No quitamos esos recursos, sino que los
mantenemos.
Los hospitales luego
pueden gastar esos recursos mejorando la infraestructura que se
le brinda al paciente.
--¿Los remanentes
van a ser utilizados en medicina preventiva o en más superposición
de equipos?
--La idea nuestra es
que ellos tengan en cuenta presupuestos para atención primaria,
sobre todo en el Interior. Allí es muy claro que existe toda
una organización de primer nivel.
En los presupuestos,
empiezan a aparecer ahora los gastos para atención primaria
y para funcionamiento hospitalario. Entonces, ahí empieza
a cambiar la historia. Si un hospital gasta menos plata en medicamentos,
pero necesita más para estudios, su director hace un trámite
en el Ministerio y se les pasa recursos de un rubro a otro.
Es imposible mantener
una gestión a distancia, tanto para el hospital de Artigas
como para el Pereyra Rossell. El cometido es la desconcentración.
ASSE, por estar encargada de asignar los recursos, tiene que ser
una unidad de negociación. Tiene que negociar con los distintos
hospitales públicos los objetivos --de acuerdo al plan general
de salud--, los indicadores, las inversiones y lo asignado. Eso
se plasma en un documento llamado compromiso de gestión.
--¿Y si no se cumple
con lo que fue acordado, usted qué va a hacer?
--No se trata de lo
que hago yo, sino el Ministerio. Yo hago lo que se hace en una empresa
privada. Si un gerente no cumple con las pautas establecidas, se
cambia.
El primer paso es dejar
bien claro cuáles son las obligaciones de cada uno. ASSE
tiene que controlar que el compromiso de gestión se cumpla.
Ese es el gran cambio en el área pública.
--También se
puede pensar que de esta manera se reducen los recursos y se modifica
la calidad de la atención, a efectos de lograr las metas.
¿Piensa que eso no va a suceder?
--No, porque las metas
que se fijan en el compromiso de gestión, son metas de salud.
Usted pacta todo lo demás, pero lo que se van a cumplir son
indicadores de salud. Los resultados pueden no cumplirse por diversas
razones: porque los recursos no eran los suficientes, los objetivos
no estaban claramente especificados o porque no hay capacidad de
gestión.
Y si un equipo no tiene
capacidad de gestión, corresponde cambiarlo. El fin no es
buscarle la cabeza a alguien que no cumple, sino que cumplan todos.
--¿Podría
ejemplificar las metas asistenciales que tendría una unidad
ejecutora en un típico compromiso de gestión?
--Por ejemplo, hay indicadores
de cuántos pacientes egresan de un servicio y cuántos
reingresan. Si en un servicio determinado se opera a una cantidad
equis de personas, y un alto porcentaje es reingresado debido a
complicaciones, la conclusión es que el servicio no está
funcionando bien.
El director del hospital
es el que tiene la primera acción para corregir ese problema.
Podemos definir así objetivos de calidad en todo hospital.
En las mutualistas que
son cooperativas de médicos muchas veces existe "una confusión
de roles" donde el profesional defiende "más su situación
salarial que a la institución", afirmó ministro de
Salud Publica, Luis Fraschini.
"Cuando viene un aumento
de sueldo, se puede imaginar el resultado de la votación",
reflexionó el ministro en entrevista con El País.
Fraschini advirtió
además que el ministerio realizará un monitoreo permanente
de las instituciones, a través de un equipo auditor que está
organizando.
--¿Cuáles
son las principales observaciones que recibieron los proyectos de
fusión de mutualistas?
--La mayoría
del mutualismo uruguayo no tiene una organización adecuada.
No existe un órgano de gobierno similar a lo que son los
accionistas en una empresa privada, ni tampoco una gerencia profesional
que gestione.
O bien existe una masa
de afiliados que elige una directiva o cooperativas con socios médicos
que eligen una directiva. En este caso, la mayoría de los
médicos constituyen una institución para poder tener
una fuente de trabajo. Y si hay una confusión de roles, el
médico va a defender más su situación salarial
que a la institución. Por lo tanto, cuando viene un aumento
de sueldo, se puede imaginar el resultado de la votación.
Al no existir esa oposición de intereses, y además,
en muchos casos el médico que tiene un clínica particular
le vende servicios a la institución y distorsiona la gestión.
Luego aparece todo lo
relacionado con la compra de afiliados, el lucro, el manejo de una
institución, la cantidad de horas dedicadas por los directivos.
El estatuto tipo que propone el Ministerio tiende a reconstituir
a las mutualistas como empresas sanitarias, para que tengan un órgano
de gobierno, un órgano gerencial, oposición de intereses,
y los distintos actores sean colocados en su lugar.
--¿De las cuatro
mutualistas observadas por el MSP, sus proyectos de reconversión
van camino al éxito o al fracaso?
--Algunas de ellas han
tomado medidas muy interesantes y esperamos que tengan la posibilidad
de presentar un proyecto viable. Están haciendo esfuerzos
importantes, pero no puedo decirle si son lo suficientemente sólidos
como para viabilizarse. Nosotros le dimos esa oportunidad a las
dos que se cerraron, pero presentaron propuestas sobre supuestos
irrealizables.
--¿En ese estatuto
se va a prohibir expresamente el doble rol de proveedor y directivo
mutual?
--Sí, hay una
prohibición de hecho.
--¿Se detectaron
muchos?
--El resultado final
de ésto es porque esas prácticas se dieron en casi
todas las instituciones. Si yo hago un estatuto que permite nocividades,
no tengo por qué dudar que esa institución va a estar
en problemas. También está la ley, y la reglamentación,
que prohíbe la manipulación, la comercialización
de los socios y además la penaliza. Después se consagrarán
prácticas gerenciales que impliquen auditorías permanentes.
Pero además el MSP está organizando un departamento
de control, que venía muy debilitado y que va a funcionar
como un equipo auditor externo permanente de las mutualistas.
--¿Si esas metas
no se cumplen, desaparece el mutualismo?
--Las instituciones
nacen, si tienen buenos gerenciamientos viven y si no, mueren. Pueden
nacer otras instituciones diferentes. Nosotros creemos en el sistema
de medicina colectiva. Tenemos que ir hacia un sistema más
justo, en cuanto a equiparar los servicios de salud públicos
y privados. Hemos visto sistemas donde el usuario elige si va a
un sector público o privado porque los sistemas son iguales.
La tendencia es ir a un sistema nacional de salud.
--¿Esto significaría
que una persona con carné de asistencia gratuita podría
atenderse en una mutualista?
--Debería ser
así, el usuario debería tener la libertad de tomar
el servicio donde entiende que es mejor y la competencia de los
prestadores de servicio debería buscar darle un mejor servicio
a la gente.
--Perfecto, ¿pero
quién lo paga?, porque no me imagino a un usuario de carne
verde atendiéndose en una mutualista pero sin dinero para
pagar los tiques de análisis.
--Es que hay que corregir
el sistema, porque el tiques no debe tener fines recaudadores, sino
reguladores. Esto es progresivo. Recuerde que muchas instituciones
se financian en parte importante con los tiques. Hay que tratar
ahora que la institución se financie de modo diferente.
En los dos sistemas
público y privado siempre alguien paga: es siempre la sociedad
la que lo paga a través de impuestos o a través de
su propio bolsillo. Hay mucha superposición de servicios.
En algún momento va a tener que hacerse un esfuerzo muy importante
por ver cómo es la masa de dinero, cómo se distribuye
y cómo se podría utilizar mejor.
"TRATO
DE MANTENER LA MAYOR CANTIDAD DE AMIGOS POSIBLES, SIN MIRAR EL COLOR
POLÍTICO"
Amigos
políticos, a estudiar administración
* --Su antecesor, el
contador Horacio Fernández Ameglio, dijo que en el sistema
de salud hay corrupción y que los médicos no tienen
capacidad para dirigir las mutualistas, ¿qué opina usted?
--Yo creo que la administración
es patrimonio de los administradores. Conozco abogados, contadores
y hasta médicos que son buenos y malos administradores. Lo
que digo es que quien administra en salud debe ser un especialista,
sea de la profesión que sea. Lo que tenemos que hacer es
formar administradores especializados en el área de la salud.
--¿Y cuántos
de quienes hoy son administradores de salud están ahí
por amiguismo político?
--El país está
cambiando. Nosotros hace ocho o diez años no teníamos
formadores de administradores salvo la Universidad de la República.
Hoy están la Universidad Católica, la ORT, y otras
más y el Ministerio ya cuenta con 60 o 70 contadores que
están ayudando en la gestión de los hospitales publicos.
Estamos haciendo un esfuerzo enorme por incorporar personas especializadas
en gestión hospitalaria.
--Esa situación
que describe, ¿ha dejado menos lugar para que ingresen a la
salud los amigos políticos?
--No, muchos de ellos
son amigos políticos, todo va con la velocidad con que los
amigos políticos se pongan a estudiar administración.
Lo que vamos es hacia una profesionalización del manejo de
la salud. Creo que no hay nada mejor que tener un buen director
y un buen administrador.
--¿El Ministerio
va a generalizar los llamados a concurso u otras formas de designación?
--Usted me plantea como
que todo es un problema político, tal vez pensando en las
aseveraciones del ministro anterior, al cual respeto mucho y considero
un amigo. Yo creo que no tenemos que poner hincapié en si
es político o no, el objetivo debe ser lograr la persona
más adecuada para el cargo que se debe llenar.
--¿No prima si
pertenece a tal o cual sector?
--No, le digo más,
las calificaciones las ha hecho una consultora externa.
--¿El hecho de
que desde su sector --el Foro Batllista-- o desde el Partido Colorado
se le haya cuestionado por no atender compañeros, le ha significado
una carga?
--Presiones existen
en todos lados, en todas las empresas. Cuando usted toca intereses
siempre va a haber gente que se molesta. El tema es si tocamos los
intereses de alguien pero en beneficio de un interés superior,
el cual creo que existe en este caso: el sistema de salud, la población,
la sociedad. Tenemos que apuntar a los intereses superiores.
Es imposible lograr
la unanimidad de criterios.
--¿Y no le preocupa
quedar a la intemperie en el futuro?
--A mi me agradaría
que todo el mundo estuviera de acuerdo con lo que yo hago, pero
sé que a veces no es posible. Yo trato de mantener la mayor
cantidad de amigos posibles, sin mirar el color político.
--¿Se ha sentido
hostigado por compañeros del Foro Batllista?
--No, hostigado no.
--¿Y cómo
lo definiría?
--Simplemente creo que
algunos no han comprendido cabalmente la función y las limitaciones,
los deberes y las obligaciones que uno tiene. Cuando alguno no entiende
esto se siente molesto, perfecto, pero al tiempo algunos comprendieron
la situación.
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