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IMPORTANTE MUESTRA DE
RECIENTES TRABAJOS DEL URUGUAYO SABAT SE ABRIO EN EL MUSEO DEL
PARQUE RODO
La caricatura es arte
CRITICA
I ALICIA HABER
MINAS, UN PROYECTO POSTERGADO
Exposición de
Hermenegildo Sábat
Sala. Museo Nacional
de Artes Visuales Parque Rodó. Horarios. De miércoles
a domingo entre las 15 y las 19 horas. Entrada libre.
Hermenegildo (Menchi)
Sábat es uno de los mayores exponentes de la caricatura uruguaya
y, por eso mismo, su presencia en el Museo Nacional de Artes Visuales
es un hecho imperdible. El retrato caricaturizado es su creación
más característica: allí Sábat sobresale
por una imaginación para interpretar personajes de la música,
el arte, la literatura y la política. Atrapa las singularidades
faciales, los gestos, las posturas, y crea rostros reconocibles
pero nuevos, "sabatianos", que aúnan al personaje con la
mirada de Sábat.
El artista ve la verdad
perenne detrás de la superficie de una mera apariencia exterior.
Aprehende y revela la esencia absoluta de la personalidad, liberándose
del realismo y el parangón analítico. Subraya las
deformaciones que juntas facilitan una visión global y así
revelan más del personaje que un retrato realista.
VISIONES. Sábat
capta las facciones definitorias en un proceso de selección
y síntesis y las deforma de acuerdo al tema con empatía,
humor, nostalgia, ironía o crítica aguda. Aumenta
y enfatiza los rasgos de acuerdo a su penetrante visión,
plasma evocaciones entrañables o desnuda a un personaje siniestro
con el escalpelo de su pluma, lápiz o pincel.
Tiene varias áreas
expresivas. La pintura (y el dibujo sobre papel de pequeño
o mediano formato), los libros de autor y el dibujo político
periodístico, que son sus mejores exponentes, a lo que se
agrega la pintura sobre tela. En las pequeñas pinturas y
en sus libros, así como en las grandes telas, recrea a sus
seres admirados y queridos desde una zona de sensibilidad y cariño.
Es evidente la atracción singular que tiene Sábat
hacia el mundo del jazz y del tango: transmite su conmoción
con la música, su reverencia al tango y su adoración
a algunas figuras del jazz, y participa al espectador de su reverencia
hacia algunos artistas y figuras literarias. Muchas veces sus músicos
idolatrados aparecen con alas. Esos personajes alados son una alusión
visual a su "ángel", a su condición de santos seculares,
canonizados por la admiración del artista.
Sábat, en forma
paralela, se ha dedicado a la pintura privilegiando también
allí el retrato, que exuda un aliento expresionista donde
se pueden encontrar sus diálogos con Bacon, Cuevas y ocasionalmente
Munch, entre otros artistas de ese movimiento. En este caso trabaja
en formatos grandes.
Diferente es el espíritu
que anima a la caricatura política, otra área fundamental
de su expresividad. Hay en ella sarcasmo, dolor y la acidez de sus
comentarios implícitos. En ella concita su espíritu
corrosivo y con él desnuda la realidad cotidiana de presidentes,
ministros, dictadores, legisladores y otros personajes del mundo
de la política, dedicándose en particular a ese escenario
inigualable que en la materia es la Argentina. Hay un permanente
proceso de ridiculización --que la propia realidad le facilita--
y una perspectiva ácida que emerge de una cosmovisión
desencantada.
Así Hermenegildo
Sábat se transforma en un editorialista sin palabras de la
realidad circundante. Irreverente, crudo e ingenioso, aguijonea
las conciencias, aviva las llamas del inconformismo, y genera una
peculiar parodia. No se detiene, ni se frena. Lo guían su
audacia, su libertad absoluta y su mundo interior determinado a
decir lo indecible.
REBELDE.En muchas ocasiones
surge el ojo indignado. Desde el punto de vista formal, como corresponde
a su esencia periodística, el estilo de estas obras es abreviado
y sintético, lo que incrementa la elocuencia gráfica.
Brota de su manera única e idiosincrática una tradición,
la de la caricatura política nacida en Inglaterra en el siglo
XVIII y a su vez la vinculación de esa forma de expresión
con el periodismo, que comenzó en Francia en el siglo XIX,
en La Caricature, La Charivari y el "portrait chargé", o
retrato cargado.
Una larga historia con
nombres magistrales
* Apenas hay que recordar
que desde sus orígenes la caricatura ha estado íntimamente
vinculada a las artes sin distinción entre mayores y menores,
separación por otra parte hoy obsoleta. Esa disciplina tiene
una larga historia, pero hay un momento clave, el fin del siglo
XVI y comienzos del siglo XVII en Holanda, Inglaterra e Italia,
cuando se volvió popular y devino un género en sí
mismo. El francés Cornelis Dusart en su exilio creó
la caricatura emblemática, con su libro de 25 figuras sobre
Luis XIV.
Inventaron el retrato-caricatura
los hermanos Carracci, sobre todo Annibale, e hicieron de la caricatura
una forma de expresión mayor. Los siguieron creadores de
la talla de Bernini, Goya y Doré. Más adelante prosiguió
la fama del género. Fue practicada por grandes artistas más
cercanos en el tiempo y en diversas etapas de su vida, como lo demuestran
Delacroix, Monet, Gaughin, Toulouse Lautrec, Paul Signac, Juan Gris
o Paul Klee. Y hoy es un género en que se expresan aquellos
que se dedican sólo a ella y demuestran una calidad que nada
tiene que envidiar a las consagradas firmas del arte, con sucede
con el estadounidense David Levine y otras destacadas presencias
de la talla de Cecil Beaton, Ronald Searle, Robert Osborn, Edward
Sorel, Patrick Bruce y Oliphant
Acentuando la ausencia
de límites académicos, enfantizando las líneas
exageradas, generando distorsiones, apostando a la expresión
desinhibida, la caricatura contribuyó a la atmósera
de liberación del arte ante las convenciones tradicionales
y es por ello un género que ha hecho un gran aporte a la
creatividad moderna.
De profesión
fotógrafo
Sábat por años
trabajó en El País y desde hace 28 ilustra las páginas
políticas de Clarín y sus dibujos también aparecen
en The New York Times, L'Express, Liberation, The New Yorker y la
revista Fortune. Pero no se detiene en los dibujos. Hace pocas semanas
presentó su libro Imágenes latentes; impecablemente
editado con algo más de 100 fotografías tomadas a
lo largo de casi 50 años, presenta una selección minuciosa
de imágenes de músicos, de viajes y de situaciones
curiosas.
"La foto de Louis Armstrong
fue tomada durante una conferencia de prensa en Buenos Aires, en
1957. El se rió ante una pregunta estúpida", contó
Sábat a Reuters en una entrevista reciente. "Parece de buen
gusto sugerir que muchas cosas que nos rodean (tal vez la mayoría)
insistimos en no advertirlas (...) Situaciones análogas abundan
en lugares distantes que se ignoran", explicó el dibujante
en su libro. La elección de las imágenes fue difícil.
Por eso, Sábat se ocupó de encontrarle una "coherencia"
a cada página, titulándola y sugiriendo una particular
forma de mirar.
"Yo incluí muchas
fotos de músicos porque tengo muchas fotos de músicos,
pero no puse, por ejemplo, fotos de Duke Ellington y puse una de
su hijo, Marcel, porque me venía bien con esa carcajada de
Armstrong", señaló Sábat, quien además
tiene una historia detrás de cada disparo de su vieja cámara
alemana Leica.
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