ELECCIONES | Estudio revela que sólo uno de cada cuatro participa
Los
hispanos no votan en EE.UU.
Los partidos políticos
nacionales están conscientes del potencial hispano para modificar
el panorama político.
NUEVA
JERSEY, EE.UU. | AP
El largo viaje de Egidio
Rivera desde su Colombia natal hasta Estados Unidos le permite vivir
ahora en el ámbito de la democracia norteamericana. Pero,
al igual que muchos otros inmigrantes hispanos, Rivera no participa
en las elecciones de su patria adoptiva.
En los 14 años
que lleva residiendo en los Estados Unidos, el inmigrante se ha
casado, ha fundado una familia, ha conseguido un empleo en un servicio
de comestibles para areolíneas y ha obtenido la ciudadanía
norteamericana.
Gracias a la televisión,
ha aprendido lo suficiente acerca de política para poder
identificar al representante Bob Menéndez cuando éste
hace campaña con el candidato demócrata a la gobernación
del estado, Jim McGreevey, en la populosa zona hispana de Union
City.
Pero no ha ejercido
su derecho al sufragio.
"Yo no voto", dice Rivera
en respuesta a preguntas de un periodista. Su esposa Ana acota:
"No sabemos a dónde tenemos que ir para votar. Nunca lo hemos
hecho".
Los Rivera no son una
excepción entre los hispano-norteamericanos, el grupo étnico
de mayor crecimiento en el país, según un análisis
realizado por The Associated Press en más de 700 distritos
predominantemente hispanos, distribuidos en diez estados.
CIFRAS. Sólo
un 25% de los adultos de edad electoral en los vecindarios mayormente
hispanos votaron en las elecciones presidenciales del año
pasado. La cifra representa menos de la mitad de la tasa nacional
de participación electoral, que ascendió al 51%.
En California, apenas
un 22% de los electores en los distritos de población mayormente
hispana votaron el año pasado, según el análisis
de AP. En los estados de Nueva México e Illinois, la cifra
no llegó siquiera al 20%.
Incluso en la Florida,
donde se disputan intensamente muchos cargos electivos, la participación
en unos 100 distritos predominantemente hispanos fue de apenas un
32%, según el análisis.
"Es un problema generalizado.
Si la gente no participa en las elecciones, será más
difícil para nosotros obtener poder político", dijo
Juan A. Figueroa, presidente del Fondo Puertorriqueño para
la Defensa Legal y la Educación.
No obstante, agregó
Figueroa, el 59% de crecimiento de la población hispana,
documentado por el Censo 2000 respecto a 1990 "asegura virtualmente
que los latinos obtendrán el lugar que les corresponde".
Ambos partidos políticos
nacionales están muy conscientes del potencial hispano para
modificar el panorama político. Los republicanos y los demócratas
han iniciado ya intensas campañas de proselitismo entre los
hispanos para las elecciones congresionales del año 2002
y la contienda presidencial del 2004.
APATIA. Millones de
hispanos no están habilitados para votar porque no han adoptado
la ciudadanía estadounidense. Algunos, como la salvadoreña
Silvea Silva, de 30 años, de la localidad de West New York
en Nueva Jersey, han comenzado a dar los pasos necesarios para adoptar
esa ciudadanía.
Silva, que inmigró
aquí hace 16 años y es residente legal de Estados
Unidos desde hace seis, dijo que hace dos años había
entregado a un individuo 200 dólares para que la ayudase
a obtener la ciudadanía norteamericana.
"Presenté mi
solicitud y no sé qué ocurrió", dijo.
Los analistas dijeron
que la apatía, la lucha por la supervivencia económica
y la tradición de represión política en muchos
de sus países de origen contribuyen a la baja participación
electoral.
Los hispanos, que ascienden
a 35,5 millones, representan ahora un 12,5% de la población
estadounidense y han superado a los norteamericanos negros como
el grupo minoritario más numeroso del país. De ese
total, 23 millones de hispanos han alcanzado la edad electoral,
una cifra superior a la población de cualquier estado, salvo
California.
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