RECURSOS
HUMANOS | EN EL SECTOR PUBLICO, LA CONCESION DE COMPENSACIONES DEPENDE
DE LAS RELACIONES DEL PODER
Mayoría de los beneficios adicionales al sueldo se ha aprobado
a escondidas
Los abusos van a continuar
mientras no haya libre acceso de la prensa y del público
a la información, en eso consiste la transparencia.
Para averiguar acerca
del costo que representan los beneficios adicionales, en dinero
o en especie, al salario otorgados por el Estado a sus empleados,
ECONOMIA & MERCADO conversó con el economista Alberto
Sayagués, un experto en Administración Pública,
quien tiene una extensa trayectoria en la supervisión y control
de los recursos humanos del sector público. En resumidas
cuentas, el entrevistado expresó que los sueldos y beneficios
más altos los tienen aquellos organismos más cercanos
al poder y a las finanzas del Estado, cuyos servicios sean más
críticos y donde los sindicatos sean más fuertes.
Es un problema de fuerza, no de solidaridad o de políticas
sociales, sostuvo Sayagués.
--¿Cuáles
son los beneficios adicionales, en dinero o en especie, más
comunes otorgados por el Estado a sus empleados?
--La variedad es muy
grande así que le menciono algunos de los más importantes
y extendidos:
* Viático por
alimentación, que en las empresas públicas está
bastante uniformizado en unos U$S 110 mensuales y que otros organismos
lo llaman "reintegro de gastos", etc.
* Cuota mutual, a veces
parcial, a veces a todo el núcleo familiar interpretado ampliamente.
* Participación
en recaudaciones del organismo y, en algún caso, en las utilidades
del mismo o en los llamados "incrementos de productividad", que
son nombres algo decorativos.
* Bienes o servicios
producidos por el organismo, gratis o a precios subsidiados.
Cabe señalar
que quedan muy pocos de aquellos fuertes beneficios que hubo antes,
como préstamos subsidiados para vivienda o en dinero.
--¿Es posible estimar
cuál es el costo aproximado para los contribuyentes uruguayos
de los beneficios que reciben los funcionarios públicos adicionales
a su salario mensual?
--La respuesta depende
del concepto de beneficio que queramos utilizar. Una respuesta numérica
fácil sería entre el 15% y el 20% de su salario, pero
todo depende de la definición de beneficio que se utilice
y de tener claro que se trata de un promedio. Quizás sea
más ilustrativo señalar que su costo anual es del
orden del 1% del PBI o que está cercano a las pérdidas
estimadas que sufrió el Uruguay por la aftosa.
Creo que las estimaciones
financieras esconden la realidad de la cuestión que son los
demás beneficios que se reciben por ser funcionario público,
aunque no se cobren periódicamente en dinero.
En primer lugar, debe
señalarse el beneficio de la mal llamada "inamovilidad",
de la cual se supone gozan los funcionarios públicos presupuestados,
que equivale al empleo de por vida. En la época de la dictadura,
hubo una tendencia a pasar a éstos a la condición
de contratados en varios organismos y se estimaba que un aumento
del 20% del sueldo compensaba el riesgo de la pérdida de
ese privilegio. Quizás habría que sumar esta cuantificación
a la primera para los que tienen esa condición.
En segundo lugar, es
un hecho que los funcionarios públicos trabajan, en promedio,
menos que los privados. Y también es cierto que los promedios
esconden la realidad de quienes trabajan mucho y de quienes trabajan
poco o nada, como algún aduanero pasado en comisión.
Muchos organismos pagan una escala de 40 horas pero se cumplen efectivamente
30, por ejemplo; los días laborables son menos que en la
actividad privada; las licencias por enfermedad son más frecuentes
y se pagan a sueldo completo y no al 70% y con topes como en DISSE,
etcétera. Aquí habría que considerar un diferencial
no inferior al 10% entre ambos sectores, a igualdad de las demás
condiciones.
En tercer término,
habría que señalar que, también en promedio,
hay una menor presión y carga de trabajo en muchas oficinas
públicas respecto a las oficinas privadas, aunque el problema
es muy diferente si uno toma actividades públicas diferentes
a las oficinas administrativas como la docencia directa, la policía
ejecutiva, la atención directa a menores o enfermos, los
cuarteles. Estas actividades que enumero comprenden a la mitad de
los funcionarios públicos. La funcionaria administrativa
que personifica Antonio Gasalla es muy emblemática y divertida,
pero esa categoría nunca fue representativa del total. Hay
muchos buenos funcionarios, aunque no sean tan graciosos.
En cuarto lugar hay
que señalar, sí, que hay mayores remuneraciones por
todo concepto que en el sector privado, especialmente en la parte
de abajo de la pirámide salarial, no en la superior. En estos
momentos, se está pagando un salario líquido por hora
de $ 10-11 a las limpiadoras y se contratan buenas administrativas
y vendedoras jóvenes a $ 2.500 por mes. Los salarios públicos
inferiores están por arriba de estas cifras.
--¿Dichos beneficios
tienen alguna similitud con los beneficios extrasalariales que otorgan
las empresas privadas grandes y medianas a su personal?
--Hay una gran similitud
si el origen de los mismos es la sensibilidad social de la entidad
o para promover la productividad, etc. Pero son drásticamente
diferentes en su esencia. Una empresa privada puede hacer lo que
quiera con sus recursos y, si los administra mal, perderá
competitividad y terminará quebrando. En una economía
de mercado, competitiva, sin monopolios u oligopolios, el sistema
se autorregula y el dueño de la empresa cuidará la
productividad ya que todo beneficio que pague lo deberá deducir
de sus utilidades legítimas. Y, por tanto, es muy cuidadoso
al sopesar costos y ventajas de estos beneficios, porque la empresa
puede entrar en dificultades.
En cambio, un organismo
público no puede hacer lo que quiera con sus recursos ya
que debe responder por ellos ante sus mandantes, que son directamente
las autoridades políticas e indirectamente los ciudadanos
que las eligen. Pero estos beneficios suelen estar envueltos en
grandes misterios, aunque el que los paga siempre es el contribuyente
o el usuario de los servicios públicos. El organismo no va
a quebrar, no va a cerrar, sólo aumentará la carga
tributaria, el "costo país".
Es muy fácil
y agradable ser generoso con fondos ajenos. Si el presidente chino
me permite parafrasearlo diría: "despilfarrar dinero ajeno
es glorioso". El principal responsable de los sueldos más
privilegiados del sector público es muy buen crítico
desde afuera de la cosa, pero no pudo ser tan drástico desde
adentro, ya que ello no es tan fácil.
Capacidad de presión
--¿Estos beneficios
se conceden por igual a todos los funcionarios públicos?
¿Existen diferencias en los beneficios que otorgan la Administración
Central, las empresas estatales o las intendencias municipales?
--Por supuesto que hay
diferencias. Los beneficios no suelen, salvo excepciones, ser generales
ya que surgen de las diferentes capacidades de presión que
tienen los funcionarios y pocas veces han respondido a políticas
de remuneraciones. La mayor parte se han aprobado a escondidas de
la opinión pública y de los organismos de control
que luego tuvieron que aceptar los hechos consumados.
Los sueldos y beneficios
más altos los tendrán aquellos organismos cuyos servicios
sean más críticos, donde los sindicatos serán
más fuertes, como la banca, la electricidad, los combustibles,
las comunicaciones; los organismos más cercanos al poder
y a las finanzas del Estado como el Palacio Legislativo, las Juntas
Departamentales, el Ministerio de Economía; y los núcleos
chicos respecto a los grandes (policía, soldados, docentes,
enfermeras, etcétera) Algo parecido pasará en la actividad
privada, sumado el efecto de la productividad marginal de la mano
de obra.
Es un problema de fuerza,
no de solidaridad o de políticas sociales. ¿Acaso vio
Ud. alguna vez a un sindicato fuerte proponiendo repartir los beneficios
que le da su poderío con los demás trabajadores que
no tienen esa suerte? ¿Vio pancartas reclamando nivelar hacia
el promedio de todo el sector público en base a los recursos
que ya existen o sólo propuestas demagógicas nivelando
hacia arriba en base al dinero que no hay? ¿Quién quiere
volver a barajar el mazo cuando tiene una buena mano?
El Uruguay --en especial,
su sector público-- no puede interpretarse correctamente
si no es a la luz de las luchas por la redistribución del
ingreso, pugnas que en algunos casos ya tomaron rango constitucional,
como la reforma de la seguridad social.
--¿La concesión
de beneficios adicionales a los funcionarios estatales puede representar
una compensación para algunos sectores de la administración
pública cuyos salarios están sumergidos?
--La concesión
de beneficios puede ser una política social de apoyo a sectores
sumergidos pero, en tal caso y habiendo recursos, ¿por qué
no subirles el sueldo líquido directamente?
--¿Qué motivos
existen para otorgar grandes beneficios a los empleados de las empresas
públicas, la banca estatal y el Poder Legislativo, cuyas
remuneraciones incluso superan a las del sector privado?
--Creo que la concesión
de beneficios depende más de las relaciones de poder que
de otras consideraciones. ¿Qué otra cosa pasa durante
el trámite del Presupuesto?
Atención médica
y seguro de salud
--¿Los servicios
de asistencia médica gratuita que gozan los funcionarios
de algunos entes autónomos como ANCAP o el Banco de Seguros
o los Ministerios de Defensa y de Interior, etc. no suponen una
superposición de tareas que ya cubre el Estado en el área
de la salud?
--Aquí hay que
diferenciar lo que es una superposición de tareas de lo que
es un servicio de categoría superior. No sabría decirle
si el servicio de salud de militares o de policías es más
caro o no que el que brinda Salud Pública, pero creo que
son bastante complementarios ya que hay un problema de "deseconomías"
de escala. El Ministerio de Salud Pública ya tiene suficientes
problemas con su millón largo de usuarios para agregarle
trescientos o cuatrocientos mil clientes más.
En cambio, los organismos
poderosos querrán brindar a sus trabajadores un servicio
muy superior al que brindan los servicios mencionados anteriormente.
Con extremos como incluir operaciones en el exterior o haber tenido
que prohibir el suministro gratuito y repetitivo de lentes de oro
o las cirugías estéticas.
--Mientras que el Seguro
Social de Enfermedad (ex-DISSE) paga a todos los trabajadores de
la actividad privada su cuota mensual de afiliación a una
mutualista con los aportes que hacen los empleadores y los empleados,
¿por qué no existe un sistema similar en la administración
pública?
--En su origen, los
trabajadores públicos no fueron incluidos por un problema
de costo presupuestal, cuestión que sigue vigente. Los patronos
privados pagaban el 5% y los empleados el 3% de su salario y el
Estado pagaba el déficit ya que esos aportes no alcanzaban.
Hoy ya no se trata más
de un financiamiento tripartito y solidario. Desde 1992 el Estado
dejó de contribuir al mismo y ese aporte fue sustituido por
el complemento de cuota mutual que pagan las empresas. Esa carga
complementaria se le hace dificil de sobrellevar a muchos empresarios
cumplidores de sus obligaciones.
El resultado es un impuesto
al trabajo muy pesado en los sueldos más bajos que aumenta
la desocupación del personal no calificado. Los aportes patronales
son del 18% en los sueldos a partir de $ 7.200, pero el complemento
de cuota mutual sube los aportes a un 39% en el caso de un trabajador
de la limpieza que gana $ 2.000. Sin embargo, este empleado no suele
usar los servicios de la mutualista porque no puede pagar los tickets
y porque se trata de un adulto sano o bastante sano. El sistema
de DISSE es un subsidio a la gestión de las mutualistas,
a sus médicos y trabajadores, a su gestión y a los
afiliados que consumen más servicios de salud (personas de
edad, etc.). Uno puede aproximar el verdadero costo para las mutualistas
de un afiliado a DISSE si lo compara con el precio que paga un afiliado
joven vía INJU (Instituto Nacional de la Juventud); el resto
es transferencia o solidaridad o como se le quiera llamar.
Si la verdadera razón
es el cuidado de la salud de la gente, podría permitirse
al trabajador elegir, dentro de su núcleo familiar, cuál
es el miembro que se beneficiará de la cuota mutual. ¿O
no somos tan liberales?
--¿Por qué
algunos funcionarios públicos tienen cubierto el pago de
esa cuota para ellos, sus cónyuges y sus hijos, los de algunas
dependencias cubren sólo la cuota mutual del empleado, y
los de otras reparticiones estatales no tienen ningún beneficio
en esta materia?
--Por falta de recursos
y por la diferente fuerza al aprobarse el gasto presupuestal. No
es una maldad de los gobernantes sino la lógica de los hechos.
Licencias y feriados
--¿Se conoce cuánto
incide en las cifras de ausentismo de la actividad estatal los días
de licencia especial por exámenes de estudios formales que
se toman los funcionarios públicos?
--La tendencia es a
la disminución ya que la prohibición de ingresos está
llevando a un paulatino envejecimiento de los empleados estatales
(aún incluyendo los becarios) y, por ende, a tener menos
educandos. Pesa alrededor de uno por ciento.
La licencia máxima
de estudiante es de treinta días hábiles al año
y requiere haber aprobado dos exámenes el año anterior,
lo que equivale entre un tercio y un quinto de las materias. Es
un privilegio respecto a los trabajadores privados que no tiene
adecuada justificación. Podría mitigarse fraccionando
la licencia en función de lo que es un año normal
de estudios (unas 700-800 horas clase) evitando el abuso de un mes
y medio de licencia paga para preparar dos exámenes "fáciles".
--Si bien resulta muy
difícil estimar el monto de los beneficios adicionales de
los funcionarios públicos dado la casuística que impera
en cada dependencia oficial, ¿se ha estimado qué porcentaje
del sueldo nominal representa el mayor número de días
de licencia anual dado que no se computan los días sábado
y feriados laborables incluidos los días de Carnaval y Semana
de Turismo, lo cual es común para toda la administración
pública?
--Si las situaciones
de público y privado son comparables realmente, los feriados
laborables, Carnaval, Turismo, la laxitud de las licencias por enfermedad
pagas al 100%, la prorrata de las licencias por estudio y otras
facilidades, pueden equivaler a un mes y medio de diferencia entre
uno y otro.
Prima por hogar constituido
--Según el artículo
40 de la Constitución, la familia es la base de nuestra sociedad,
para lo cual el Estado velará por su estabilidad moral y
material, etc. ¿Por qué el Estado se muestra más
preocupado por las familias de los funcionarios públicos,
quienes perciben una prima por hogar constituido, y no así
los demás trabajadores?
--Si el Estado impusiera
a las empresas un pago adicional por trabajador con hogar establecido
y por hijo, los patronos preferirían contratar a solteros
y viudos. El carácter social de ese beneficio exige que su
financiamiento sea fiscal, pero los recursos son escasos.
El origen del hogar
constituido en el Presupuesto Nacional fue una forma de aumento
por partida fija, igual para todos, sesgado hacia los que tuvieran
familia. Algo similar ocurrió con las asignaciones familiares,
inclusive con topes para los sueldos más elevados.
En sus comienzos eran
cifras bajas. A partir de 1969 el gobierno, luego de la congelación
de precios y salarios de junio de 1968, redistribuyó la masa
salarial con sentido social y triplicó en el Presupuesto
el valor en términos reales de la Asignación Familiar
(de $ 600 a $ 3.000 nominales) y duplicó la prima de Hogar
Constituido (de $ 1.800 a $ 6.000 nominales). Pero no debe verse
como un aumento real del gasto sino una redistribución del
mismo, ya que en esa época no había aumentos cuatrimestrales
o semestrales sino sólo en las instancias de leyes presupuestales.
Parque de vacaciones
--¿Es consistente
con un buen esquema de gestión pública que un centro
de recreación para funcionarios, como es el Parque de Vacaciones
de UTE/ANTEL, sea propiedad de estas empresas del Estado y que ellas
se hagan cargo de su administración?
--Ese Parque de Vacaciones
se creó hace muchos años en base a un financiamiento
del 2% aplicado en la tarifa, lo cual ahora se llamaría "costo
país". Carece de utilidad social que lo administre el sector
público. La prueba de su conveniencia sería la siguiente.
El aporte de estas empresas (costos por todo concepto menos ingresos
por venta de bienes y servicios) para subsidiar el Parque podría
repartirse por partida fija a los funcionarios de esas dos empresas
con la posibilidad de gastarlo libremente en ese Parque (al costo
real de una empresa privada) o en donde o para lo que quisieran.
Seguramente, no habría casi usuarios del mismo y el bienestar
de los funcionarios y familiares, a partir de esa libertad para
gastarlo, sería igual o superior. Se trata de un beneficio
cuyo costo es muy superior a su verdadera utilidad social.
--¿Qué señal
se está enviando al resto de la población con este
sistema de beneficios complementarios?
--La población
la tiene muy clara: existen muchos abusos que no se conocen públicamente
y que todos pagamos. La señal más importante la envió
el Presidente de la República haciendo públicas las
remuneraciones básicas y causando el revuelo que causó
así como logrando una buena base para frenar buena parte
de los pedidos y crear conciencia del problema. La señal
que recibió la población es que sólo si se
entera la ciudadanía de los hechos, éstos pueden llegar
a ser controlados. Hay que darle más transparencia a la cosa
pública, profundizando esa línea.
Estos abusos nunca van
a dejar de reiterarse hasta que haya libre acceso de la prensa y
del público a la información, pues en eso consiste
la transparencia. El gasto público empezará a bajar
sistemáticamente el día que, antes de poderse concretar
una designación, un aumento especial, un beneficio adicional,
un contrato de obra, un pase en comisión o un viaje al exterior
deban publicarse en la página web oficial de la Presidencia
o del Tribunal de Cuentas y que se puedan conocer las verdaderas
remuneraciones por todo concepto. Los primeros interesados en exigir
la transparencia deberían ser los contribuyentes --y en mayor
grado los empresarios-- que son los que pagan el gasto público.
Se destituyen
pocos funcionarios públicos
--¿Cómo
se explica la mal llamada "inamovilidad del funcionario público"?
--Ni la Constitución
ni la Ley crearon la figura del funcionario "de por vida". El Dr.
Enrique Sayagués Laso escribió en su Tratado de Derecho
Administrativo que "en nuestro derecho hay un concepto claro y preciso
de la inamovilidad: es la situación en que se hallan ciertos
funcionarios que sólo pueden ser destituidos por las causales
de ineptitud, omisión o delito, y siguiendo determinados
procedimientos" que consisten en las garantías del debido
proceso, sumario y previa venia del órgano legislativo. Los
funcionarios comprendidos en este concepto son los funcionarios
presupuestados de la Administración Central y de los Gobiernos
Departamentales. No están comprendidos los contratados, los
docentes, los policías, los militares, los de las empresas
públicas. Sólo tres de cada diez funcionarios están
comprendidos. Pero se destituyen pocos, estén o no comprendidos
en la inamovilidad.
--¿A qué
obedece entonces la fuerza de la inamovilidad?
--El problema no es
la norma sino la aplicación de la norma. Una causal de omisión
e ineptitud puede ser el bajo rendimiento del funcionario, debidamente
comprobado. También puede suprimirse un cargo público
ocupado "pero la supresión debe hacerse por razones de interés
público, no por motivos ajenos a la función, ni para
lograr una destitución indirecta, pues se configuraría
desviación de poder que viciaría el acto" (Sayagués
Laso). Por ejemplo, no se podrían eliminar cargos ocupados
y luego crear y proveer otros similares. Pero no se suprimen cargos
ocupados, aunque sean redundantes. El gobierno opta por redistribuirlos
o anticipar la jubilación. Un sistema severo, presionando
lentamente y con las garantías del debido proceso sobre los
malos funcionarios, probablemente no llegue a causar muchas destituciones
porque producirá una mejora rápida de los bajos rendimientos
y ausentismos reiterados, ya que los "vivos" no son bobos...
Algunos
casos muy curiosos
--¿Cuáles
son los beneficios adicionales más curiosos que Ud. ha conocido
en la administración pública?
--Conozco muchos. El
pase libre utilizado regularmente para traer contrabando hormiga
sin pagar costo de transporte en el tren a Rivera es interesante.
Uno original y muy longevo fue el "viático ficto al exterior"
por el cual el nivel superior de determinado organismo cobraba un
complemento de sueldo importante. Ya el Dr. Quijano lo había
denunciado en el semanario Marcha en 1962. La operación de
implantes mamarios disfrazada con el nombre de otras operaciones
también era muy meritoria. Quizás, el más curioso
fue el préstamo a funcionarios a bajas tasas de interés
que tenía un organismo cuya Carta Orgánica le prohibía
otorgarlos. Se creó una atrocidad verbal al que llamaban
el "seguro invertido", por el cual se cobraba primero el premio
y después se pagaban cuotas iguales y consecutivas. Como
en las películas, cualquier parecido con un préstamo
es pura coincidencia...
FICHA
TÉCNICA
De la extensa trayectoria
del economista Alberto Sayagués destacamos que fue director
de ATYR del Banco de Previsión Social hasta el año
2000, jefe de la División Cargos y Salarios en la Presidencia
de la República, director del PRONADE (Programa Nacional
de Desburocratización) e impulsor del Decreto 500, director
del Plan de Compras del Estado e impulsor del TOCAF, fundador del
Programa de Formación Gerencial del Sector Público,
profesor de Administración para el Desarrollo y Sistemas
Comparados en la Facultad de Ciencias Económicas.
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