CARBONELL | El jerarca admitió que se producen robos, peleas entre barras y tráfico y consumo de drogas en los alrededores de las instituciones

Entorno complicado en liceos de todo el país

Directora dijo que "la droga existe y está en los centros" pero las autoridades no saben "cómo encarar ese tema".

10-1 -  STUART

PROBLEMAS. El titular de Secundaria Jorge Carbonell, junto al ministro Guillermo Stirling, explicó los problemas de seguridad en los liceos

CANELONES | EDUARDO BARRENECHE

Robos a estudiantes en las proximidades de los liceos, las conductas violentas de barras de adolescentes, actitudes agresivas entre los propios liceales, ex estudiantes que provocan disturbios y tráfico y consumo de drogas y alcohol en el entorno de los centros educativos, fueron algunas de las situaciones expuestas ayer por el presidente del Consejo de Educación Secundaria, Jorge Carbonell, en una reunión mantenida con comisarios y directores liceales de Canelones.

El encuentro, realizado en el Teatro Politeama de la capital departamental, contó con la participación del ministro del Interior, Guillermo Stirling, el jefe de Policía canario, Luis Pereyra Roldán y jerarcas de Primaria y UTU.

Carbonell afirmó que el consumo de alcohol en los alrededores de los liceos "es facilitado" por algún comercio de las cercanías que expende bebidas alcohólicas a menores.

"También hay consumo de drogas por parte de alumnos. Este se hace en las proximidades del liceo. A veces a través del alambrado, cuando éste existe, se puede producir algún pasaje de drogas y algún cigarrillo pudo haber sido fumado dentro del centro educativo", indicó.

Carbonell dijo que se trata de "situaciones excepcionales", y que las autoridades de los liceos informan inmediatamente a la Policía.

En ese marco, la labor policial en los liceos de Costa de Oro, Miguez, Pando, Las Piedras y Salinas fue elogiada por los directores de los centros educativos de esas zonas.

En tanto, otros directores preguntaron cómo deben proceder ante la drogadicción.

"Sabemos que la droga existe y está en los centros. Los alumnos tienen la edad propicia para el consumo de estupefacientes. No sabemos cómo encarar ese tema", dijo una de las directoras a las autoridades educativas y del Ministerio del Interior.

Una de las soluciones planteadas por una directora ante la reiteración de delitos ocurridos en los alrededores de los liceos fue que, además de buscar una mejora del relacionamiento entre la policía y las jerarquías liceales, era necesaria la participación de los jueces de menores en esos encuentros.

El principal objetivo de la reunión, impulsada por Stirling, Carbonell y otras autoridades de la enseñanza, procuró lograr un acercamiento entre los directores de los liceos y los comisarios para "avanzar en una acción conjunta que, en lo posible, normalice toda esa situación", explicó el jerarca de Secundaria.

Refiriéndose a una reciente encuesta realizada por la consultora Cifra, sobre el grado de aceptación de la sociedad uruguaya a la Policía, Carbonell recordó que la opinión de los jóvenes "es bastante dura", pero sostuvo que la imagen de los funcionarios del Ministerio del Interior había mejorado con el resto de la población.

El ministro Stirling corroboró las afirmaciones de Carbonell sobre la "mejor visualización" de la policía entre la mayoría de los uruguayos y planteó que era necesario analizar "en qué hemos fallado" en el trato con los jóvenes uruguayos.

"Hay que mejorar ese relacionamiento. Considero que el instituto policial tiene que hacer una autocrítica en ese aspecto", dijo.

SERVICIO 222. Ante la creciente ola de situaciones violentas que se viven en los liceos desde los últimos años a la fecha, el Consejo de Secundaria ha optado por la contratación del Servicio 222 de la Policía. Generalmente, el policía que se encarga de esta función cumple con un rol intimidatorio y actúa en raras ocasiones

Es que, dijo Carbonell, "está habiendo una necesidad en el límite del ámbito exclusivo del liceo. Hay hechos que hacen que ustedes (los directores) reclamen la presencia del 222".

El problema del Servicio 222 --que ya fue detectado por las autoridades educativas y policiales--, radica en que éste debe poseer un perfil especial: no puede tratarse de una persona muy joven ya que genera una relación amistosa con los liceales que puede ser inconveniente para la buena prestación del servicio. Tampoco puede ser un hombre mayor, puesto que adoptará decisiones muy rígidas y ello lo puede alejar de los liceales.

Para el titular de Secundaria "hay dificultades enormes" en el relacionamiento con los padres de los liceales sobre quienes pesan sospechas de consumir drogas.

Advirtió que una de las reacciones "es que 'mi hijo no puede ser' y la otra es que sacan el cinto delante de nosotros para pegarle al chico o lo hacen en la casa, generando un caso de violencia familiar".

Para solucionar los problemas enumerados por Carbonell sobre los funcionarios policiales que concurren a vigilar los centros educativos, la Jefatura de Canelones está estudiando cuál es el perfil más adecuado de los agentes que deben cumplir funciones en los liceos.

Simultáneamente, con el propósito de evitar hurtos a estudiantes, disturbios, consumo de alcohol y tráfico de drogas, la policía canaria ha aumentado el patrullaje en las proximidades de los liceos, dijo por su parte Pereyra Roldán.