HAZAÑA Y EJEMPLO | El puerto costó el equivalente de 500 millones de dólares en 1901 y se hizo con ahorro nacional, sin un préstamo

Primero puerto, luego la nación

Montevideo fue declarado en 1776, por España, su principal puerto y su Apostadero Naval en el Río de la Plata.

puerto

HISTORIA. Toda el agua que se ve es la calle 25 de Agosto a la altura del edificio de la ANP

EMILIO CAZALA

A diferencia de Buenos Aires, la historia del puerto de Montevideo no fue el resultado de la influencia de la gran urbe y de la enorme densidad demográfica del país sobre el puerto sino que nuestro puerto nació como resultado de su estratégica posición geográfica. Entonces ya era obvio que ésta bahía tenía todo a su favor y que los barcos no debían fondear a 15 kilómetros de la orilla como ocurría con Buenos Aires sino que podían hacerlo dentro de la misma bahía y fue a partir de esta realidad que se tejió y formó la patria oriental. En realidad fue un proyecto de geopolítica de España y tanto es así que designó a Montevideo como su Apostadero Naval, historia que comenzó el 9 de agosto de 1776.

Lo que más llama la atención de toda esta trama portuaria es la exacta visión que tuvieron nuestros patricios acerca del porvenir, del futuro como nación y hay que decir que el proyecto portuario que estructuraron lo vieron con notable claridad. El puerto fue y lo es hoy y así será mañana, producto de la capacidad de sus estadistas y empresarios, de presentir acontecimientos económicos más allá de su tiempo y alentar respuestas políticas y técnicas para contribuir a llevar adelante lo que llamamos hoy desarrollo: sin un puerto apto, y esto lo hemos dicho siempre, este desarrollo del país habría sido impensable, ayer, hoy y mañana.

NUESTRO PUERTO. Nos parece entonces muy apropiadas las palabras del Dr. Luis Alberto Lacalle en una conferencia que ofreció en la Liga Marítima hace tres años cuando dijo: "Si tuviéramos que escribir el Evangelio de San Juan en términos políticos respecto de nuestro país, diríamos que en el principio fue la bahía, fue el puerto. El nuestro es un país marítimo, no es que lo vamos a convertir, sino que es un país marítimo. Y lo es porque están dadas las condiciones de geopolítica y son tan fuertes que a pesar de que las hayamos olvidado y muchas veces relegado, surgen como un mandato lo que dice la casa de Ximénez, Plaza Fuerte, Puerto de Mar porque en ello va encerrado todo un mensaje.

Al cumplir este miércoles proximo los primeros 100 años de la colocación de la piedra fundamental de la construcción del puerto de Montevideo es imposible soslayar el hecho que este puerto pensado y proyectado a partir de los años del siglo XIX, aun sigue en pie y funcionando como entonces. Bien es cierto que ya comenzó a quedar pequeño físicamente a causa de la propia dinámica comercial del país en primer lugar pero fundamentalmente por la exigencia regional de servicios que ha traído la contenerización, un fenómeno al que no han escapado los puertos del mundo. Tampoco aquellos constructores del puerto de Montevideo vivieron entonces la presión de la ciudad que hoy no se resigna a perder presencia en el escenario portuario. Es que la tentacion de levantar una torre residencial en el puerto, encima de las grúas, guinches y barcos es una fuerza económica irresistible, no hay que crear ningún entorno y escenario, ya está hecho. Mientras tanto hoy se nos plantea la necesidad de dar respuestas al nuevo planteamiento de la logística tomando aguas de la bahía a punta de relleno a un costo de varios centenares de dólares por metro cuadrado.

No vamos a creer que aquellos ingenieros de fines del siglo 19 proyectaron un puerto para 100 años pero no hay duda que fue un trazado para muchos años por delante. Y tanto fue así que sus muelles y profundidades han soportado la prueba de la expansión comercial del Uruguay como dijimos pero fundamentalmente desde hace casi treinta años del advenimiento de los contenedores que provocó una revolución en el mundo portuario lo que a su vez trajo el gigantismo de los barcos que pasaron de los 110 metros a los 250 y estó quedo marcado para el puerto de Montevideo a finales de los años 70, esfuerzo y vision que no se continuó.

Otro hecho que atrae nuestra atención es que a pesar que el proyecto nació con una profundidad de aguas a 7.50 metros los fundamentos del puerto de Montevideo, los pilares, se hincaron a 10.50 metros, lo cual permitió ir a una profundidad de aguas de 10 metros como ocurrió apenas inaugurado en 1909. Y no obstante haber transcurrido un siglo de su proyección seguimos marchando con nuestro puerto con algunos parchecitos pero con un ritmo de relojito, gracias a la actividad privada, que a partir de la ley de reforma portuaria de 1992, asumió el liderazgo de la operativa portuaria.

HISTORIA. Seguramente por proximidad e influencia y por rivalidades quien más inspiró a ésta banda y nos obligó a seguir el duro emprendimiento portuario, fue Bernardino Rivadavia, primer presidente de la Argentina que tuvo enorme sensibilidad por el comercio internacional y por los puertos y un primer proyecto de puerto para Buenos Aires, precisamente le pertenece. En 1822 vienen ingenieros hidráulicos de Inglaterra por el tema de los dragados debido a la costa muy baja de la Argentina, a fin de hacer viables sus costas y puertos y canales para la navegación. Y así fue que la primera obra portuaria fue inaugurada en 1889 por el vicepresidente Carlos Pellegrini, un proyecto de puerto que pertenecía a Eduardo Madero, un argentino que junto a su padre vivieron largo tiempo en Montevideo por aquellos años. Y en materia de puertos Pellegrini ofreció buenos consejos al Uruguay por aquellos años, para nuestro puerto como consta en la literatura portuaria.

También en bueno recordar que la construcción del puerto de Buenos Aires sufrió por años las mismas vicisitudes que atravesó la construcción del puerto de Montevideo, a través de numerosos proyectos interdictos, cancelados, modificados, impugnados y abandonados, con enormes costos de estudios técnicos de por medio, sin faltar las consultoras de entonces, que buenas libras de oro le costaban a nuestros países. Eran empresas constructoras de puertos alemanas, francesas e inglesas e ingenieros navales e ingenieros de puertos, ingenieros en Hidráulica que todos para trasladarse al Rio de la Plata cobraban suculentas sumas a estas regiones semisalvajes pero ricachonas en oro, prestigio que nos había dado España. En realidad el puerto de Buenos Aires demandó muchísimos años e inversiones y recién se terminó de construir al decir del Capitan Sgut hace muy poquitos años. Hay que admitir sin embargo que en gran medida los proyectos y obras que Argentina llevó a cabo para construir el gran puerto de Buenos Aires, estimularon a las autoridades de esta banda y así fue que desde los años 1867 comenzaron a darse los pasos necesarios para responder a la competencia y rivalidad con Buenos Aires. Fueron por cierto dos puertos diferentes, el de ellos con diques y esclusas, un laberinto para entrar, el nuestro sencillito nomás para facilitar la entrada de los barcos y amarrar a muelle casi con la mano.

Segun la historia, antes de construirse el puerto, cuando los barcos iban a Buenos Aires debían fondear a varios kilómetros de la costa porque el barro no los dejaba entrar y no había canales por aquellos tiempos. Ahí quedaban entonces los grandes veleros sin amparo alguno desafiando las inclemencias climáticas, mientras que cuando lo hacian en Montevideo entraban y fondeaban rápidamente en su bahía a escasos metros de su orilla quedando cada barco inmediatamente a cubierto de los vientos y temporales. Entonces, también hay que decirlo y así lo muestran las cartas de nuestra bahía, las profundidades que teníamos eran muchísimo mayores que las actuales.

Se cumplen 100 años de la de la fundación del Puerto

Este próximo 18 de Julio se cumplen los primeros cien años de la colocación de la piedra fundamental para la construcción del Puerto de Montevideo, monumental obra sudamericana que comenzó precisamente el 18 de julio de 1901. La ceremonia se llevó a cabo en lo que hoy es el comienzo de la escollera Sarandí y la rambla, allí comenzo la gran obra del puerto de Montevideo hace un siglo y se coloco la piedra fundamental donde estuvo hasta hace pocos años que se llevó a la sede de la actual administracion Nacional de Puertos en la planta baja. Ese dia con la presencia del Sr. Presidente de la Republica Dr. Juan Lindolfo Cuestas, los ministros e invitados extranjeros y representantes del cuerpo diplomático dieron rienda suelta a su imaginacion por lo que iba a ser la obra publica más importante del pais si no tambien de sudamerica segun se supo mas tarde. Primero se hizo la escollera Sarandi, llamada en los planos escollera Este y luego la escollera oeste dejando una boca de entrada para los barcos de 300 metros y las aguas protegidas del interior de la bahia para poder continuar con la propia construccion del puerto.