|
CEPAL
| Sostiene que en la región se solucionaron ciertos problemas
y se crearon otros
Reformas incompletas y con resultado mixto
El documento establece
que en el proceso se exacerbaron algunos viejos problemas, como
los bajos niveles de empleo.
|
COSTOS.
La investigación sostiene que hubo perjuicios para
sectores de uso intensivo de mano de obra
|
Las reformas económicas
realizadas en América Latina en la década de los 90
han solucionado algunos problemas importantes, pero también
exacerbaron algunos viejos problemas, como los bajos niveles de
empleo, y crearon otros nuevos, por ejemplo la regulación
de los monopolios. Estas fueron las principales conclusiones de
una investigación realizada por los economistas Wilson Peres
y Bárbara Stoll.
Peres, jefe de la Unidad
de Desarrollo Industrial y Tecnológico de la Cepal, hizo
una presentación sintética de los contenidos de su
libro en las Jornadas de Coyuntura del Instituto de Economía
de la Facultad de Ciencias Económicas.
El especialista explicó
que trataron de hacer una evaluación de las reformas en nueve
países de América Latina (Argentina, Brasil, Chile,
Bolivia, Perú, Colombia, México, Costa Rica y Jamaica)
sobre tres variables: empleo, crecimiento del PIB y distribución
del ingreso.
A su vez, los países
fueron divididos en reformadores cautos y radicales. En el primer
grupo se encuentran Brasil, México, Colombia, Jamaica y Costa
Rica, mientras que en el segundo grupo se ubicaron Argentina, Chile,
Bolivia y Perú.
Agregó que en
la investigación se trataron exclusivamente las cinco reformas
de primera generación: la apertura comercial, la apertura
en la cuenta de capitales, la liberalización económica
interna, la reforma de tipo tributario o fiscal, y las privatizaciones,
y que la comparación se realizó tomando como base
el período 1950-1980.
Las conclusiones a nivel
global son que "el crecimiento del PIB ha sido modesto, mediocre,
la generación de empleo fue lenta, lo que con el aumento
de participación de la población llevó a un
crecimiento del sector informal y una caída de la calidad
del empleo, y en materia de distribución del ingreso en los
90 la situación no empeoró como en los 80, pero no
hay ninguna evidencia de que, al menos en los países considerados,
haya mejorado", sostuvo Peres.
CONDICIONES. Según
el investigador, uno de los factores que influyó en los resultados
de las reformas fueron las condiciones iniciales de cada uno de
los países.
Esas condiciones eran
diferentes para los dos grupos de países. "Los radicales
lanzan las reformas con una inflación media del 1.200%. Los
cautos, aún con Brasil que no es ninguna joya en la materia,
largan con una inflación de 170%". Además, "los reformadores
radicales empiezan con caída del producto en los años
anteriores a la reformas, mientras que los reformadores cautos lo
hacen con una tasa de crecimiento decente".
En cuanto a crecimiento
"los reformadores radicales crecieron más que los reformadores
cautos y más en comparación con su período
base", porque "tenían tal distorsión en sus economías
y tenían tal grado de baja gobernabilidad que cuando llega
el momento de la reforma, ésta se conjuga con el proceso
de estabilización macroeconómica y sobre la base de
condiciones iniciales malas tienen el buen resultado que se registró
en los 90", manifestó.
A nivel de la relación
entre las reformas y el desempeño microeconómico,
Peres dijo que "la liberalización comercial presionó
para aumentar la competitividad de las empresas, pero los sectores
intensivos en trabajo respondieron muy pobremente. Los sectores
que pierden en los países son siempre los mismos: ropa, cuero,
calzado, muebles y textiles".
Otra conclusión
del estudio fue que las privatizaciones y la liberación de
cuentas de capitales y de los regímenes de inversión
extranjera promovieron las inversiones y la modernización,
"y si uno tiene que hacer un resumen de a qué condujo el
esfuerzo, llega a que la inserción internacional aumentó
sensiblemente, el nivel de exportaciones creció, pero la
mejoría de la inserción internacional se consiguió
básicamente sustituyendo productores internos por importación
de insumos y de bienes de capital. Eso permitió exportar,
pero obviamente no se crearon cadenas productivas o se rompieron
las que ya existían".
|