Colonia triunfó 2 a 1 en la finalísima disputada en Paysandú y se consagró campeón

El Litoral es rojo

Colonia se sobrepuso a las ausencias de importantes jugadores y la consagración es merecida.

CAMPEONES. Colonia se quedó con el título del Litoral al ganarle la finalísima a Artigas 2 a 1 en un partido vibrante y emotivo presenciado por 4.000 personas

RAUL TAVANI

El bueno fue una verdadera finalísima, por el colorido de las tribunas, por la intensidad del partido y porque hasta el último minuto el resultado del encuentro resultó incierto.

El fútbol del Litoral siempre ha sido así, una verdadera fiesta del deporte, lógicamente, esta vez no estuvieron los tradicionales, como lo pueden ser Salto, Paysandú, Soriano o Río Negro, pero tanto Artigas como Colonia demostraron que tienen lo suyo, no solamente para ser finalistas, sino además para aspirar a cosas importantes.

Después de haber ganado un encuentro cada uno en la ronda de las finales, para el tercer y definitorio partido se abría una interrogante, ya que Colonia no podía contar con su máxima figura, Julio César Olivera, por estar suspendido ni tampoco con Fabiano Pereira, otro jugador trascendente para los dirigidos por Silva Cantera. Entonces, esa paridad de fuerzas parecía inclinarse, al menos en lo previo, a favor de Artigas. Por otro lado, también se decía en el ambiente del fútbol sanducero, que por las dimensiones que tiene la cancha del Estadio Artigas, el que se podía ver favorecido era Artigas, por la velocidad y habilidad de sus jugadores. Y no terminaba ahí la cosa, ya que en los anteriores encuentros, el golero de los rojos, Fabián Domínguez había sido figura y para este trascendente partido, no estaba bien físicamente ya que se encontraba lesionado, de todas formas jugó, pero ya en el primer tiempo quedó maltrecho y a duras penas pudo seguir en el encuentro.

Por lo tanto, ante todo lo que le sucedió a Colonia, la demostración de los dirigidos por Silva Cantera tiene mayor mérito aún, ya que si Olivera es medio cuadro y esta vez no estuvo y Domínguez jugó en inferioridad física y volvió a ser figura, quedó demostrado que el campeón fue el equipo y no las individualidades y además, significó una ratificación de virtudes del director técnico, ya que ante todos los inconvenientes, pudo armar el rompecabezas y luego logró que las piezas se movieran en la cancha procurando el mejor resultado, lo que a la postre, los llevó a lograr el título.

En el fútbol todo es importante, pero si un técnico tiene un mal arquero y los de adelante no la meten adentro, por mejor que se juegue, se termina perdiendo y Colonia fue todo lo contrario, ya que Domínguez se atajó todo y adelante, el goleador Gastón "Mono" Mignone, tocó pocas pelotas, pero hizo los dos goles de su equipo. El resto fue orden, disciplina táctica, entrega total hasta el último minuto del juego y una convicción monolítica para lograr el objetivo.

Artigas por su parte, fue un tremendo rival, el cual cayó con la cabeza levantada, faltando 5' descontó y se puso 2 a 1, creó múltiples jugadas de gol durante todo el segundo tiempo, en la primera etapa estrelló un remate en el horizontal del arco rival e incluso, cuando su propia hinchada se retiraba del estadio por entender que estaba todo liquidado, los hizo volver y se tuvieron que quedar hasta el final y eso no es poca cosa, pero no alcanzó.