Derechos
del comprador .En los últimos cinco años aumentaron
en casi 300% las consultas a Defensa al Consumidor. Las conciliaciones
se incrementaron en 1.000%.
La pesadilla del consumidor
La nueva ley generó
más conciencia pero los desprevenidos siguen abundando. La
educación es la clave.
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AUGE. Las ofertas y los buenos precios requieren de conciencia
a la hora de comprar. Las dudas pueden evacuarse al momento
por el 0800-7005
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CARINA
NOVARESE
La mujer compró
la tele y apenas la tuvo en sus manos salió disparando para
su casa. El vendedor apenas alcanzó a darle la boleta y ella
nunca preguntó por la garantía. Cuando llegó
a su casa le gritó a los nenes que vinieran a ver la nueva
tele. Nunca funcionó y nunca logró que el comercio
donde la había comprado se la cambiara o la reparara. Al
final terminó llamando al Area de Defensa al Consumidor y,
tras una conciliación, el negocio aceptó reponerla.
"La letra con sangre entra", dice hoy Marta Pérez, de 39
años, que sin embargo reconoce que su "estupidez" le hizo
perder tiempo y quedarse sin televisor por un buen rato.
Su problema es uno de
los más comunes entre los denunciados en el Area de Defensa
al Consumidor. Esto sucede a pesar de que la ley de relaciones de
consumo aprobada en el 2000 dedica todo un capítulo a definir
cómo debe ofrecerse la garantía de un producto o servicio.
Entre otras cosas establece que ésta no es lo mismo que el
recibo de compra.
Pero no todo el mundo
leyó la ley. Ni todos los consumidores ni todos los proveedores.
Aunque el Estado Uruguayo
cuenta con una Dirección del Consumidor ahora Area
de Defensa al Consumidor desde 1988, la conciencia de la población
sobre sus derechos es mucho más reciente, "tal vez de unos
cuatro años atrás", consideró la directora
del área, Beatriz Ramos. Las percepciones probablemente se
afirmaron aún más desde que en el año 2000
se discutió extensa y públicamente la ley. El hecho
es que las consultas realizadas telefónica o personalmente
al Area de Defensa al Consumidor aumentaron exponencialmente. Mientras
que en 1995 se registraron 2.004 consultas por diversos temas, en
1999 fueron 3.826 y en el 2000 saltaron a 5.741, un aumento de más
del 280% en cinco años.
Lo mismo sucedió
con las conciliaciones, la etapa siguiente a la consulta a la que
sin embargo no siempre se llega y en la que el organismo público
media entre las par-tes que concurren voluntariamente. Mientras
que en 1995 fueron 340 en 1999 legaron a 913 y en el 2000 se dispararon
hasta 3.381. Un incremento de casi el 1.000% .'
Con la nueva ley también
surgieron las llamadas audiencias administrativas, una instancia
en la cual el Area de Defensa al Consumidor puede citar a los proveedores
a solicitud del consumidor afectado y cuyo fin es llegar a un acuerdo
entre las partes. En caso de que el citado no se presente, se toma
como "presunción simple en su contra". En el último
trimestre del 2000 se realizaron 59 audiencias y en lo que va del
2001 ya se superó esta cifra.
EDUCATIVOS. Una vez
fueron los tiempos compartidos y ahora la moda del telemarketing,
"sorteos" mediante, se instaló en libros y cursos. En el
último año, la Liga de Amas de Casa, la primera asociación
de consumidores reconocida por el Area de Defensa luego de la aprobación
de la ley, recibió decenas de denuncias de consumidores que
firmaron y se arrepintieron o no pudieron pagar la obligación
que habían asumido a partir de este tipo de ofertas. Para
la presidente de la organización, Mabel Lorenzo, "por más
ley que haya los consumidores aún no tienen toda la información
que necesitan para sortear verdaderas trampas. La mayoría
ignora por ejemplo que hay cinco días de reflexión
después de la compra".
El sistema, con variantes,
consiste en llamadas telefónicas a los hogares. El primer
contacto suele ser una encuesta sobre seguridad ciudadana, violencia
o educación. Una semana después se produce una nueva
llamada en la cual le informan a la persona que "resultó
favorecida" con algún tipo de premio y que debe pasar a retirarlo
en determinada dirección, con su cédula de identidad.
Los premios suelen ser chequeras con descuentos (en varios de los
casos denunciados se denominan "chequeras doradas" e incluyen un
mes gratis en un club, descuentos en "ayuda para exámenes"
y en "orientación vocacional") o cursos con "didáctica
gratuita". A la hora de cursarlos el material cuesta lo mismo que
un curso regular.
Tras el regalo inicial
y una larga charla que generalmente realiza primero un vendedor
y luego su supervisor, muchas personas terminan comprando con tarjeta
o mediante la firma de un conforme. La operativa es legal, pero
muchas personas dicen verse "envueltas" y firmar obligaciones a
las que luego no pueden hacer frente. Para Lorenzo, "se trata de
un tema de educación del consumidor. A veces se puede reclamar
pero otras ya pasó demasiado tiempo y la gente realmente
se ve apremiada. Es necesario que las personas sepan cómo
deben hacer frente a este tipo de técnicas de venta".
Lucía García
Jubín, una jubilada de 66 años que vive sola y alquila,
fue una de las personas contactadas telefónicamente. "Me
preguntaron sobre la violencia y yo les contesté porque lo
viví en carne propia; Después me llamaron para regalarme
esa chequera y me dijeron que tenía que ir a retirarla a
una galería. Cuando entré me atendió una chica
muy amable y lo primero que hizo fue darme el regalo. Después
conversó durante rato y me pasó con otra señorita.
No me pregunte qué hicieron, pero yo caí. Reconozco
que yo fui la estúpida", relató. Al otro día
García recapacitó y "me di cuenta que no podía
pagarle, aunque fuera para el bien de mi nieto como me dijeron.
Tengo varias cuotas y no puedo". Tras asesorarse en la Liga de Amas
de Casa llamó a la empresa y pidió para devolver los
dos libros que había adquirido por 3.887 pesos. "Me dijeron
que no, pero cuando les dije lo de los cinco días, de mala
gana me mandaron a una dirección diferente a la que había
ido primero. Allí pude devolver los libros, con problemas,
pero no estaba el conforme. Tuve que ir de vuelta hasta el centro
para que me lo dieran y me trataron muy mal".
En el conforme que firmó
García hay un gran letrero que dice "ATENCION. Usted está
firmando un documento mediante el cual se compromete al pago total
de la deuda. NO SE ADMITEN DEVOLUCIONES". En el mismo conforme se
establece que "la falta de pago de las cuotas en las fechas indicadas"
determina automáticamente la mora, con un interés
moratorio del "max. legal" (sic).
EN CASA. Otra de las
formas de venta se basa en la actuación a nivel de escuelas
y centros educativos. Allí se les reparte a los niños
unos cupones que deben llenar con sus datos, para poder participar
de un sorteo de una bicicleta o una computadora, entre otras cosas.
Con esos datos las empresas abordan a los padres y les ofrecen diversos
productos.
Esto fue lo que sucedió
el año pasado en la localidad de Santa Rosa y en Las Piedras,
Canelones, donde varias personas compraron libros por valores comprendidos
entre los 2000 y los 6000 pesos en hasta 13 cuotas y luego no pudieron
hacer frente a estas obligaciones. El problema derivó en
varias denuncias ante la Liga de Amas de Casa.
En una de las cartas
firmada por once remitentes que no quisieron ser identificados,
se expresa que fueron visitados por un hombre que les dijo que sus
hijos habían salido favorecidos en un sorteo con una orden
de compra por valor de 1000 de descuento. Una de las denunciantes
dice que "me mostró los libros y como yo le comenté
que sin consultar con mi marido no podía decidir, me contestó
que tenía que resolver en ese momento porque él no
regresaba más a Santa Rosa".
Otra de las personas
que se presentó ante la Liga de Amas de Casa relató
una situación similar que terminó con la compra de
un atlas geográfico universal. Según su versión
abonó la primera cuota en el momento, "con el acuerdo de
que si por cualquier motivo me arrepentía de la compra, le
hacía la devolución del material sin derecho a reclamar
lo ya abonado". En el conforme que firmó se comprometió
a pagar 1.885 pesos en 13 cuotas. En la carta la mujer señala
que días después "otro revendedor de la misma editorial
(...) me ofrece el mismo Atlas con un precio contado de 758 pesos
o de 1.040 financiado". Expresa además que cuando pretendió
devolver el material, se le informó que no se aceptaba la
devolución y "que de no abonar me van a pasar al Clearing".
A raíz de estas
denuncias, la vicepresidenta de la Liga de Amas de Casa, Nelly Correa,
se entrevistó con la consejera de Primaria Gladys Pérez.
Según una circular de 1995,"todo promotor podrá concurrir
a los centros docentes con la autorización de su Dirección,
sin necesidad de resolución expresa del Consejo".
Tras la reunión,
la Liga de Amas de Casa recibió una nota en la que la consejera
informó que, luego de analizar el material que la organización
le facilitó, "no se encontró culpa de parte de los
señores maestros, no obstante ello, en Reunión Nacional
de Inspectores se alertó acerca del tema (...) Consideramos
que el público en general debe estar prevenido acerca de
este tipo de hechos muy lamentables, donde se juega con la buena
fe de la gente".
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