El
compromiso no conoce pausas
Lo
que El País hizo por entretener a la sociedad
Ya todos
lo saben: El País nunca se conformó con la única
tarea de editar un diario, labor que, por supuesto, ha sido fundamental
en sus 86 años y que implica un desafío cotidiano cuando
se encara con la responsabilidad de la que todos en esta empresa estamos
imbuidos. Pero no ha sido sólo el diario, El País lo ha
acompañado con libros, revistas, suplementos, fascículos,
álbumes de figuritas, guías, sorteos, etc., siempre en procura
de ser también un ámbito de entretenimiento para la sociedad.
LOS ALBUMES. Podría en esa recorrida recordarse los exitosos
álbumes de figuritas de la década del sesenta, que se comenzó
con Peñarol y siguió con Nacional, la historia del automóvil,
hombres célebres del mundo y otros que tuvieron a los personajes
de Walt Disney como protagonistas, entre muchos más. Fue con el
producido de algunos de esos álbumes que El País levantó
las escuelas rurales en Mercedes y Pavón, ya referidas en la página
anterior.
Los premios de esos álbumes fueron casas, apartamentos, autos,
viajes, artículos para el hogar y amoblamientos que en muchísimos
casos fueron solución extraordinaria para familias de bajos recursos.
En el recuerdo de quienes integramos esta empresa perdurarán por
siempre las interminables colas de lectores que con sus álbumes
en la mano desbordaban la plaza Cagancha para hacerlos sellar y así
acceder a los mutimillonarios sorteos, muchas veces hasta cortando el
tránsito por la principal avenida.
PREMIOS, VIAJES. En concordancia con algunas aerolíneas
y empresas se realizaron concursos donde se premió a los ganadores
con viajes a diversas partes del mundo, como cuando con Braniff se llevó
a 7 personas a las islas Hawaii, con LAN Chile y con Aerolíneas
Argentinas al mundo mágico de Disneyworld, con JAL a recorrer Oriente
y junto a una famosa mediería se organizó un concurso con
premios para viajar a México.
En cada Mundial de Fútbol El País organizó certámenes
para que algunos lectores viajaran a la máxima contienda deportiva.
Muchos recordarán como un hito en materia de premios aquel certamen
de 1982 llamado Gane con su nombre, que se acompañó
además con un célebre jingle y un spot con una murguita
femenina, que tuvo luego un par de reediciones. El juego era una especie
de bingo en el que diariamente se sorteaban letras y a medida que se llenaban,
los cupones debían mandarse a El País y, sorteados, podían
ganarse autos, entre otros premios.
¿Cuánto pesa el gallo? fue una pregunta que,
de responderse correctamente, significaba ganar magníficos premios,
como tanto otros concursos que tuvieron su último ejemplo en los
Diarios numerados, pronto para ser reemplazado con otra idea
creativa y provista, como siempre, de millonarias posibilidades.
MISS URUGUAY. El País fue el primer medio de prensa en promover
un certamen de belleza. Lo hizo nada menos que en el lejano 1930, organizando
el concurso que proclamó a la belleza uruguaya que nos representó
ese año en el concurso de Miss Mundo que se realizó
en Río de Janeiro. La iniciativa tuvo una formidable respuesta
del público enviando desde todos los rincones del país millares
de cupones seleccionando a las señoritas candidatas. La proclamación
se hizo en el teatro Solís y fue apoteósica, perdurando
por siempre en la memoria de este diario como uno de esos inesperados
sucesos que rebasan todas las previsiones.
MODA CARDO. Y de la belleza de la mujer también se ocupó
El País promoviendo la moda Cardo, inspirada en elementos de la
flora vernácula y motivos de la pinacoteca de Juan Manuel Blanes,
diseñada por Norma Suárez y que se hizo posible y se popularizó
porque nuestro diario entendió el significado de la iniciativa
y la apoyó abiertamente asimilándola a una expresión
cultural. Las presentaciones de la moda Cardo causaron un formidable impacto
y sirvieron para que muchos artesanos y obreros que se desempeñaban
en el área de la moda tuvieran un mayor desarrollo de su actividad
y llegaran al ámbito internacional.
¡TRUCO!. Uno de esos casos en que las expectativas fueron
rebasadas ampliamente ocurrió con el campeonato de truco, que reunió
nada menos que a 25 mil jugadores y tuvo una gran final televisada y relatada
en directo ante el interés que había despertado. Los miles
de jugadores se diseminaron por cientos de bares, clubes y boliches y
esa multitud, más allá de aspirar al triunfo y poner a prueba
su destreza en el juego, se entretuvo enormemente. Fue de esos éxitos
tan monumentales que hasta el propio El País se sorprendió.
CORRECAMINATA. El País fue el primero en reunir a miles
de aerobistas en aquellas recordadas jornadas aeróbicas por la
Rambla. Una multitud impresionante salió desde Trouville con el
propósito de oxigenarse, demostrar su preocupación por el
bienestar y la salud y llegar a destino para disfrutar de un espectáculo.
Fue una demostración más del poder de convocatoria de nuestro
diario.
PUBLICACIONES. Y claro, muchas publicaciones especiales acompañaron
la idea de entretener a la sociedad, de ser un adicional a la recepción
diaria del ejemplar. Algunas en forma de revistas, otras de suplementos,
a veces semanales y en ocasiones mensuales. Hoy son la revista Paula
en temas que atañen a la mujer pero también a la familia
y Sábado Show en lo que hace a determinadas ramas del
espectáculo. Arte y diseño repasa lo que su
título sugiere y Que pasa procura la nota de investigación.
Muchos años atrás estuvieron las revistas Reporter
y la humorística Lunes y más cerca en el tiempo
La guía del ocio para sugerir salidas nocturnas y Vital
para todo lo que tuviera que ver con la salud y el bienestar. El
País de los juegos para los fans de los crucigramas, Jardines
como orientación en la especialidad, Viajeros para
los aspirantes a turistas, en fin, han sido muchas las publicaciones destinadas
al entretenimiento de la sociedad uruguaya, sin contar otras que tienen
sobre todo un objetivo cultural o empresarial, como El País
Cultural y Economía y Mercado.
Lo cierto es que El País se ha preocupado siempre de que la sociedad
uruguaya tuviera sus espacios de entretenimiento, auspiciando así
eventos, organizándolos, utilizando las páginas del diario
u otros ámbitos físicos, entregando publicaciones especiales
y enriqueciendo todo con cuantiosos premios. Y la población ha
sabido valorarlo con respuestas masivas, mutitudinarias, que han probado
el inmenso poder de convocatoria que, por suerte, hemos mantenido intacto
en estos 86 años de existencia.
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