PILSEN ROCK 2005 | La multitud de visitantes le dio a Durazno un particular colorido que contrastó con su habitual tranquilidad

La nueva capital del rock uruguayo

Una verdadera multitud además de campings improvisados en patios, plazas y hasta en algunas veredas le dieron a Durazno un particular colorido que contrastó con la tranquilidad habitual de la nueva "Capital del rock uruguayo".

La cerveza, en botellas o vasos, era lo que un día normal sería ver un mate. Caras rojas de aquellos que desde temprano preparaban el cuerpo y la cabeza junto a los otros que recién llegaban y estaban apurados a "entrar en calor".

Desde el jueves, caminantes de todos los puntos comenzaron a llegar y ocupar cada uno de los rincones libres de Durazno. Ya el sábado y domingo, a la vera de la ruta y a primeras horas de la tarde, cientos de rockeros y rockeras esperaban que se abrieran las puertas del Parque de la Hispanidad, mientras mataban el tiempo escuchando las pruebas de sonido de las bandas que darán inauguración al festival musical más importante del Uruguay.