PILSEN ROCK 2005 | Buenos Muchachos y Hereford se llevaron los primeros aplausos del público. Los platos fuertes de la noche fueron las actuaciones de Abuela Coca, Trotsky Vengarán y La Vela Puerca

El rock uruguayo suena en Durazno

Mucho sol. Eso siempre es bueno para un recital de rock. Un megaevento de rock en realidad. Es que esto es lo que los miles de uruguayos (y de otras latitudes) disfrutaron desde las cinco de la tarde del sábado.

Cadáveres Ilustres dio inicio al Pilsen Rock 2005 en el segundo escenario ante los primeros fans que desde temprano desafiaron al calor para conseguir las mejores ubicaciones. Muchos gritos, fuegos artificiales y mucho, mucho agite. Banderas y mucha alegría en las miles de caras que ya van llenando el Parque de la Hispanidad."Vamos a superar las cien mil personas" dijo el intendente Vidalín en la carpa de prensa.

A continuación actuaron Doberman, Snake, Motosierra y los locales Graffolitas ante la gran masa que ansiosa esperaba la música que saciara las ganas de agitar y colmara las expectativas que acompañan al sacrificio que para la gran mayoría significó moverse hasta Durazno.

Buenos Muchachos y Hereford se llevaron grandes laureles por parte del público, que aplaudió como nunca las entregas de estos músicos que (al igual que todos los integrantes de las otras bandas) dejaron la vida sobre el escenario.

Pero los verdaderos platos fuertes del sábado todavía no habían llegado, aunque en el aire ya se respiraba su inminente llegada. "Tocan bien estos muchachos (por Hereford)", comentó Luis, un porteño de 35 años que visitaba el Pilsen y Durazno por primera vez. "Pero en realidad vine a ver La Vela y a ver si Trotsky es tan ´grosso´ como dicen algunos yoruguas en Buenos Aires".

Pero le faltó nombrar a Abuela Coca, quienes realmente dejaron a la gente acalorada y sudada, pero ese sudor que no es de cansancio, sino de saltar mucho, de cantar a garganta viva y de ganas de que esto siga por muchas horas más. Mucho reggae, con fusiones de rock, allanaron el camino para lo que se vendría.

Y es que Luis debe haber quedado sorprendido cuando se estaba preparando Trotsky para subir al escenario. Las corridas comenzaron, las banderas se agitaban como nunca, los fuegos artificiales ensordecían. Y sí. Los miles de gritos lo confirmaron. La banda liderada por Guillermo Peluffo es una de las más exitosas del Uruguay. Inclusive gente que expresó no tener nada de afinidad con el estilo y las letras, aceptó que hacía mucho tiempo, inclusive nunca, se había visto sobre un escenario uruguayo a una banda que derrochara tanta energía y que esta chocara con la que el público le enviaba a los músicos.

Pero este porteño de pura cepa esperaba la última banda, la que tocó hasta tarde en la madrugada, la que la mayoría de la gente acompañó hasta lo último, sacando de donde no tenían fuerzas para mantener la algarabía de un día que terminaba con la sonrisa de los miles de presentes.

Y eso fue La Vela, la mejor banda del día. La que arrancó con una fuerza que hacía erizar la piel. Fue agotador el recital. Es que esta banda pone lo que se tiene que poner, sabe qué darle a sus fanáticos (y aquellos que no tanto que por esta noche también lo fueron) y de qué manera darlo.

Un día de puro rock nacional que deja la seguridad de que mientras estas propuestas estén bien organizadas serán apoyadas por el público.