![]() |
![]() |
||
|
Murió
en paz y rodeado de afecto "Todos nos sentimos huérfanos esta noche", expresó ayer (sábado 2 de abril) el subsecretario de estado vaticano Leonardo Sandri ante una la multitud de 70.000 personas congregadas en la Plaza de San Pedro. Un instante antes, había dado a los fieles la infausta noticia: "El Santo Padre ha muerto" Entonces las miradas convergieron en la ventana de los aposentos papales en un tercer piso, donde el aliento de Juan Pablo II se había extingido minutos antes. Fue su deseo: no internarse otra vez y esperar sereno el fin en su habitación, en su gran cama blanca. Los fieles, que han acompañado estos días la agonía del Pontífice a los pies de su ventana, reaccionaron en su mayoría en silencio, aunque muchos prorrumpieron en llanto mientras algunos aplaudieron, siguiendo una tradición italiana de respeto a figuras importantes. Como es tradición, la campana mayor de San Pedro empezó a sonar y el mismo tañido de dolor se repitió en los cientos de iglesias diseminadas por todo el mundo, sobre todo en Polonia, su país natal. El papa Juan Pablo II, que condujo la Iglesia Católica durante 26 años, era consciente de lo inminente del final y poco minutos antes, alcanzó a pronunciar "amén", según informó el periódico italiano Corriele de la Sera. ANUNCIO. El papa falleció a las 21.37 hora local (16.37 en Uruguay), como consecuencia de una insuficia cardíaca y renal causada por una infección generalizada que lo aquejaba desde el jueves. El Vaticano dijo que los restos del Pontífice serían trasladados a la basílica de San Pedro a más tardar mañana por la tarde. La declaración no dio la causa precisa de la muerte. También mañana, se reunirá el Colegio de Cardenales en su primera convocatoria antes del proceso de elecciones secretas que se hará en los próximos días para escoger nuevo Papa. El portavoz del Vaticano, Joaquín Navarro Valls anunció el desenlace en un mensaje electrónico a los periodistas. "El Santo Padre murió esta noche a las 9.37 pm en sus aposentos privados. Se han puesto en marcha todos los procedimientos establecidos en la Constitución Apostólica", señaló. Después vinieron el vacío, las lágrimas, las oraciones y el recogimiento en la fresca noche romana, en la que muchos niños, en particular, se protegían del frío con mantas. El diario Il Secolo XIX, de Génova, informó que el Pontífice, con la ayuda de su secretario privado, el arzobispo polaco Stanislaw Dziwisz, escribió una nota a sus asistentes instándoles a que no llorasen por él. "Estoy feliz, y ustedes también deberían estarlo", decía la nota, según la información. "Oremos juntos con alegría". La versión fue confirmada. En sus últimos años, Juan Pablo II era la imagen de la fragilidad, acosado por dolencias que incluían la enfermedad de Parkinson. En febrero inició un rápido proceso de deteriorio con dos crisis respiratorias que obligaron a practicarle una traqueotomía el 24 de febrero. Nunca se recuperaría de la intervención. En la última Semana Santa, debió renunciar a presidir todos los ritos y sus apariciones estuvie- ron marcadas por el dolor de su agonía. Despedida marcada por la oración En sus últimos 97 minutos de vida, Juan Pablo II recibió por segunda vez la extremaunción y se celebró una misa en su nombre, dijo el sábado el Vaticano. La Santa Sede señaló que el secretario privado del Papa, el arzobispo Stanislaw Dziwisz, ofició la misa a las 20.00 junto con el cardenal ucraniano Marian Jaworski y otros dos prelados polacos. En el momento de morir, Juan Pablo estaba acompañado por sus dos secretarios, Dziwisz y monseñor Mieczyslaw Mokrzycki, además de Jaworski, el arzobispo Stanislaw Rylko, el reverendo Tadeusz Styczen, tres religiosas que asistían al Papa y su superiora, la hermana Tobiana Sobodka. El médico de cabecera del pontífice, el doctor Renato Buzzonetti, junto con otros dos colegas, los doctores Alessandro Barelli y Ciro DAllol, también se encontraban en la habitación del Papa. Inmediatamente después su muerte entraron en la habitación altos dignatarios que, según la tradición, habían de verificar el deceso: el cardenal Angelo Sodano, segundo en jerarquía en el Vaticano, así como el camarlengo, el cardenal Eduardo Martínez Somalo, quien queda a cargo de los asuntos internos del Vaticano hasta la elección del nuevo Papa. Asimismo entraron el arzobispo argentino Leonardo Sandri, el clérigo que se convirtió en la voz oficial del Papa ante el público, y el arzobispo Paolo Sardi, vicecamarlengo. Poco después acudieron a la habitación el cardenal Joseph Ratzinger, decano del Colegio de Cardenales, y el cardenal Jozef Tomko, un viejo amigo del Papa. El Vaticano agregó que las últimas horas del Papa transcurrieron en medio de "oraciones ininterrumpidas". Para el domingo a las 10:30 se anunció en la Plaza de San Pedro una misa en memoria del fallecido Papa, encabezada por Sodano. AP |
<< Volver |