El
huracán Andrew
Si bien la llegada del huracán Andrew fue prevista por
los expertos, éstos nunca imaginaron la imponente fuerza de este
fenómeno natural que produjo daños materiales como ningún
otro en la historia de los Estados Unidos. El huracán arrasó
la ciudad de Miami en la madrugada del 24 de agosto de 1992, con vientos
de hasta 240 kilómetros por hora. Varias manzanas del condado de
Homstead al sur de la ciudad se vieron sometidas a los fuertes
vientos durante horas, sufriendo el mismo efecto destructor que la bomba
de Hiroshima. Para alivio de la industria turística de Miami, Andrew
desvió a último momento su trayectoria y en lugar de lanzar
su vórtice sobre Miami Beach, lo hizo sobre el área menos
turística de la ciudad, para desgracia de millares de trabajadores
que vieron destruidas sus casas y autos. El saldo en víctimas fue
muy bajo teniendo en cuenta las características del huracán,
pues sólo murieron 26 personas; los daños materiales, en cambio,
fueron cuantiosos. |