Discurso de Guillermo
Pérez Rossel
Coordinador
de EL PAIS digital
La Galería Degli Uffizi convoca a los amantes
del arte desde 1581 sin que a nadie se le ocurra la
barbaridad de sustituirla por un edificio más
moderno.
Tampoco a nosotros se nos ocurriría clausurar
al MUVA I porque diez años después la
tecnología ofrece mejores recursos. Allí
quedará como recuerdo de un sitio concebido en
html y con las capacidades de computadoras y transmisión
de datos habituales para los usuarios en 1997. Lo instalamos
en el kilómetro cero de Uruguay, casi como un
símbolo del camino que nos faltaba recorrer.
Hoy nos convoca la inauguración del MUVA II,
construido con la máxima tecnología disponible
por casi todos en estos momentos.
Pero antes queremos recordar un museo que resultó
pionero en su estilo y permitió exhibir arte
uruguayo en cualquier lugar del mundo, a toda hora y
con la mayor aproximación a la realidad física.
No queríamos un catálogo de arte en Internet,
queríamos repetir la experiencia entrañable
de recorrer un museo paseando por sus salas. Al hacerlo,
comprobamos que Internet agregaba utilidades y podía
enriquecer al visitante.
Nuestro primer Museo Virtual sorprendió a muchos.
Gustó a tantos y tan calificados visitantes,
que merecimos reconocimiento internacional. A la vista
están algunos de los más de sesenta premios
y distinciones internacionales que logró lo que
ahora bautizamos como MUVA I.
A pocas semanas de inaugurarlo, recibimos decenas de
felicitaciones procedentes de Japón. Al investigar
comprobamos que dos mil japoneses habían ingresado
ese día al MUVA; muchos continúan haciéndolo
hasta hoy. La CNN había transmitido en muchos
países un reportaje que nos habían hecho
y que despertó interés a mundial.
Todo comenzó cuando en 1996 la Prof. Alicia
Haber nos hizo notar que Montevideo merecía un
nuevo museo, moderno y suntuoso. Una obra así
insumiría unos 50 millones de dólares
en la realidad física pero mucho menos en la
realidad virtual.
El Arquitecto Eduardo Scheck asumió instantáneamente
el desafío y nos pusimos en marcha con varios
objetivos simultáneos. Todo debía ser
total y definitivamente uruguayo. Se nos preguntó
reiteradamente cuál empresa extranjera nos había
construido ese sitio web y la consideramos una pregunta
agraviante: los uruguayos podemos mucho más de
lo que creemos.
Otro de los objetivos era el de compartir el arte que,
al encontrarse en colecciones privadas y en los talleres
de los artistas, no figuran sino ocasionalmente en muestras
públicas.
Trasladar y asegurar las obras es otro costo que lamentablemente
Uruguay puede asumir en contadas ocasiones.
Corresponde destacar la generosa actitud de innumerables
coleccionistas y artistas que cedieron obras para la
contemplación virtual en 14 salas de un museo
de seis plantas, concebido por el Estudio Mezzotoni-Scheck
y "edificado" si así se puede calificar,
por el Ing. Leonardo Setaro y el Diseñador Mario
Buchichio.
En el MUVA I pueden verse muestras de Pedro Figari,
José Cúneo, Alfredo de Simone, Torres
García, Eduardo Yepes, José Gurvich, Luis
Solari, Jorge Damiani, Manuel Espínola Gómez,
Jorge Abbondanza, Julio Alpuy, Javier Bassi, Pilar González,
Rodolfo Arotxarena, Panta Astiazarán y Carlos
Costa.
Hay dos muestras colectivas: una de ellas dedicada al
"arte actual uruguayo" y otra a "miradas
femeninas", ambas con piezas de numerosos artistas.
Repetir la experiencia de un museo físico implicaba
que el visitante tiene que poder girar sobre sus pies,
avanzar, retroceder, escoger una pieza y aproximarse
primero a un metro y luego más para apreciar
la textura, la pincelada,
en fin "SENTIR"
la obra, penetrar en ella.
En muchos sentidos, Internet es inferior a la realidad,
pero en otros la supera y Alicia Haber demostró
hasta qué punto. Análisis, biografías
de los autores, formidable uso del hipertexto y generosa
derivación hacia las críticas y comentarios
de otros expertos, transforman lo que pudo ser una recorrida
lineal, en un documentado estudio sobre los artistas.
Lo estamos viendo en español, pero ambos museos
están duplicados también en inglés,
la "lingua franca" de estos tiempos.
¿Qué queda por decir que muchos de ustedes
no hayan ya apreciado y lo que es mejor, también
hayan apreciado personas que ignoraban que en este país
hay un arte cuya calidad y cantidad no guardan proporción
con su demografía? A ese arte estuvo y está
dedicado el MUVA I, como también lo está
el MUVA II, acerca de cuyas particularidades se referirá
a continuación la profesora Alicia Haber. Muchas
gracias.
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