Mujica se lanza contra la prensa

ANTONIO MERCADER

José Mujica arremetió otra vez contra la prensa. De un saque se lanzó contra El País, y contra El Observador. Lo hizo de mala manera, con una agresividad indigna de su investidura. Lo peor fue el sarcasmo final contra ambos diarios expresado por Mujica de la siguiente, sorprendente manera: "La gran ventaja es que mi gente no sabe leer, dijo Artigas".

Esta es otra "boutade" presidencial porque Artigas, obviamente, nunca dijo nada por el estilo. Al contrario, son conocidos sus esfuerzos por editar en 1815 "El Periódico Oriental" a cuyo frente nombró al padre Larrañaga. El periódico puesto al servicio de la revolución tuvo corta vida, pero el intento del prócer demuestra que aquella gente leía. En suma, la mención a Artigas es apenas una broma de mal gusto.

En cuanto a la supuesta "ventaja" de la gente de Mujica -consistente en no saber leer- se sabe que en Uruguay no más de un 2% de uruguayos son analfabetos absolutos, o sea incapaces de descifrar las letras impresas en un diario. Pero el líder del MPP ganó la presidencia con un porcentaje de votos veinticinco veces más grande, de donde se deduce que su gente lee, es decir que se informa y forma opinión con la prensa.

Eso es lo que debería preocuparle al presidente: que los diarios cuentan las cosas que él hace y, sobre todo, las que dice. Que lo favorezcan o no, depende de él, no de los periodistas. Si ahora el apoyo a su gestión sigue cayendo es porque la gente de este país, incluida la suya, sabe de cosas que cada día gustan menos según las encuestas. Las del "Sordo" y las demás.

"La mejor ley de prensa es la que no existe", había proclamado Mujica al empezar su mandato. Hoy, en rotunda contradicción, prepara una ley que no augura nada bueno para la libertad de expresión. Tanto es así que quien se define como el diputado número 50, es decir, ese que le asegura la mayoría parlamentaria, le advierte que no votará ninguna norma que coarte esa libertad.

Se trata del diputado frenteamplista Horacio Yanes, miembro del Nuevo Espacio, quien anunció que no contarán con él si el proyecto de ley de medios vulnera la libertad de expresión. Añadió que esa postura la defenderá "ante el MPP y ante todo el Frente Amplio". Nótese que habla de "defender" y cita al MPP el sector de Mujica, de donde surgen constantes ataques a los medios (el último provino de Luis Rosadilla). Clarito lo de Yanes.

La embestida contra los medios y el gobierno no es tan grave como la que comandan en sus países los Chávez, los Correa y los Kirchner, pero hay amagos inquietantes en esa dirección. Por ejemplo, cuando se amplía el horario de protección del menor en la TV para reducir la difusión de la crónica roja. O cuando el ministerio del Interior clasifica como "reservada" gran parte de la acción policial y así evita que se use la ley de Acceso a la Información Pública para descorrer velos.

En un país en donde cada vez hay más secretos y en donde las cuentas del naufragio de Pluna se declaran "confidenciales" la prioridad parece ser que la prensa tenga pocos datos.

Pocos o ninguno como pasa con el caso del centenar de facinerosos, algunos de ellos enmascarados, que lanzaron bombas de tinta contra las fachadas de El Observador y Canal 4. Mal síntoma para una sociedad son los atentados contra los medios de comunicación. Eso es lo que debería inquietar al presidente y alertar aun más al diputado Horacio Yanes.