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El impresionante Estadio Monumental del Universitario de Lima es una obra más de Walter Lavalleja Sarries. El uruguayo es un triunfador. Lo avalan siete estadios más en toda América.

TRIUNFADOR. Walter Lavalleja Sarries con el fondo del estadio Monumental de Universitario en Lima. La obra, en su totalidad, es responsabilidad del uruguayo, que participó en la construcción de otros siete gigantes del mismo tipo en el resto de América

SILVIA PEREZ

Todo comenzó en el año 61, cuando Walter Lavalleja Sarries fue becado y realizó un posgrado sobre Administración de Empresas en la Universidad Getulio Vargas, en Brasil. Quienes egresaban de ese posgrado lo hacían con propuestas fijas para desarrollar, pero al uruguayo le interesaba especializarse en infraestructura deportiva y comercial para crear polos de desarrollo que pudiesen autofinanciarse. Pasó a integrar "Brasilar", una empresa brasileña que asesoró la construcción del Estadio "Beira Río" de Porto Alegre. Esa fue su primera experiencia.

La tarea de Sarries consiste en la promoción y asesoría general. Se ocupa de todo, desde el diseño hasta la estructura financiera y la comercialización de los palcos suites que permiten la autofinanciación de la obra: "es un conjunto total que comienza por la idea misma. Generalmente, los polos de desarrollo se construyen en lugares abandonados y carentes de lo mínimo, lo que le da a la obra un importante significado social. Ese aspecto, junto al del autofinanciamiento, es lo más importante".

El segundo estadio construido fue el de Alianza Lima: los peruanos fueron a buscar especialistas a Brasil y así surgió la posibilidad. En ese momento el uruguayo se mudó a Perú con su familia y allí nacieron dos de sus cuatro hijos. Después de esa experiencia Sarries dejó la empresa brasileña para la que trabajaba y creó la suya propia, denominada "Progreso International".

Durante este tiempo el empresario compatriota estuvo vinculado a la construcción de varios estadios, obras que están funcionando exitosamente: Beira Río, Alianza Lima, Barcelona de Ecuador, Emelec de Ecuador, Estadio Azteca de México, el Hernán Siles --hoy llamado Estadio Olímpico-- de La Paz, Bolivia, y actualmente están terminando el Estadio Monumental de Universitario de Lima, cuya preinauguración está prevista para el mes próximo. También colaboró honorariamente, como un aporte al Uruguay, en la remodelación del Campus de Maldonado para la Copa América del año 95. "En algunos de estos casos mi tarea fue exclusivamente de asesoría, mientras que en otros, como el de Alianza Lima, Barcelona de Guayaquil y este último de Universitario, mi responsabilidad ha sido total, he sido el que parió la idea. El asunto es que hasta los años 50 los estadios eran construidos por los gobiernos, pero después su necesidad de atender rubros prioritarios como la salud, la educación y la pobreza, hizo que estas obras quedaran en manos privadas. Como los clubes no tenían cómo hacerlo surgió en Brasil el sistema de autofinanciamiento mediante la comercialización de asientos vitalicios y palcos suites. Generalmente, lo más importante que tienen los clubes es su poder de convocatoria, pero eso es etéreo e intangible. Esa fuerza, ese poder se puede transformar en algo tangible, en obras sociales. El viejo concepto de estadio ya no existe, hoy son escenarios multiuso, estadios--teatro con utilización permanente. Se usan para partidos, espectáculos, espacios culturales, música, cine, patios de comida, video virtual etc. Todo eso hace que la inversión se justifique y que el estadio nunca esté ocioso".

La empresa "Progreso Internarional" de Walter Lavalleja Sarries se asocia en cada país con una empresa local prestigiosa y de esa forma trabaja con los profesionales de cada lugar y da trabajo a la gente.

En el caso de Universitario de Lima está asociado con la empresa Gremco que preside el Ingeniero Yzy Levy. La inversión es de 44 millones de dólares, el estadio tendrá una capacidad de 80.000 espectadores y todo un récord: 1.200 palcos suites, todo autofinanciado: "se ha creado un polo de desarrollo fundamental que ha permitido hasta prolongar la Avenida Dr. Javier Prado, la más importante de la capital peruana, en beneficio de la región. El Estadio Monumental nace con un par de cosas adicionales; aparte de ser el escenario del Club Universitario, se ha creado una empresa TGU, (Telefonica Gremco U) cuya finalidad es operar el estadio y comercializar la publicidad estática. Se crea la Casa Monumental para afiliar socios del Monumental. Eso permitirá tener una masa de gente asociada al escenario, no al club. No tienen porqué ser hinchas de Universitario. Esos socios pagan una cifra por mes que va desde los 5 dólares y tienen derecho a disfrutar de cuanto espectáculo se realice en el nuevo estadio. Esa gente puede optar por otros servicios, siempre por el mismo precio: servicios médicos, atención para los niños, seguro de vida, sorteos, servicios culturales y programas de salud e higiene entre otros. Esto ya se hizo en Ecuador, en el Barcelona con la Casa Amarilla que tiene hoy más de 40.000 socios. La empresa que maneja todo esto es independiente del club, tiene con la institución un contrato y se basa en un concepto empresarial".

El nuevo estadio de Universitario le brinda trabajo a la gente de la zona y no sólo durante su construcción, sino también de por vida. Contará con un patio de comidas, una escuela pública integrada para la zona y en cada ángulo locales para bomberos, radio patrulla y un puesto médico para los lugareños. También tendrá alojamiento para juveniles con su cancha propia y lo mismo para los mayores. Además, funcionará un club social integrado al estadio que contará con pista de atletismo, canchas de básquetbol y voleibol, frontón, piscinas etc. Pegado al estadio funcionará un centro comercial que estará unido con la parte de los palcos suites del estadio, lo que posibilitará que la familia pueda trasladarse desde el palco al shopping sin ningún tipo de inconvenientes. La seguridad es otro de los aspectos importantes del estadio que contará con excelente visibilidad y comodidades y donde las mallas han sido sustituidas por policarbonato, un material parecido al vidrio, pero irrompible. El Monumental tendrá una rampa en espiral que permitirá que los jugadores, actores y cantantes ingresen directamente hasta los camarines. También tendrá un podio con acceso desde la cancha y desde el palco oficial, idea que se le ocurrió a Sarries al notar la falta de un lugar así durante la premiación en la final del Mundial de Francia. Creatividad, que se dice.

Sarries destaca constantemente que sin el apoyo de su familia no hubiese podido concretar sus negocios y por lo tanto sus obras. Sobre todo el de su esposa Susana, hija del recordado periodista Adolfo Oldoine (Old). Uno de los más grandes anhelos y sueños del empresario es poder llevar adelante una de sus obras en Uruguay: "este es un tema vocacional, toda mi vida ha estado vinculada al fútbol. Hace 53 años que soy socio de Nacional. Mi tesis de graduación fue el proyecto del Parque Central y a lo largo de estos años le he presentado varias veces a Nacional, proyectos que he ido actualizando. Recientemente me han consultado Nacional, Peñarol y también la gente de CAFO, para remodelar el Estadio Centenario. Son estudios que están en proceso. Para mí sería un gran motivo de orgullo trabajar en mi país, y aunque se me han frustrado varios proyectos, no pierdo las esperanzas".