Una exposición retrospectiva de Dumas Oroño acaba de inaugurarse en el Subte Municipal (Centro Municipal de Exposiciones, Plaza Fabini, 18 de Julio esq. Herrera y Obes). La dimensión de la nueva visita a la obra del artista tacuaremboense, que en octubre celebrará sus 82 años de edad, es visible desde la conformación del equipo de especialistas que trabajó. Como curadora de esa muestra, titulada Por negaciones sucesivas, figura la crítica Olga Larnaudie, junto a la cual estuvieron Juan Carlos Mántaras (montaje), Renée Pietrafesa (música), Diego López (diseño gráfico) y Carlos Contrera, Juan C. Mántaras y José Pampin (fotografías).
Como señala Larnaudie, "el propósito de este trabajo es lograr que la obra de Oroño sea mirada hoy, y también con relación a ciertos tiempos del Uruguay...ya que él resume como artista, por sus opciones y por su estilo poco ortodoxo de ubicarse en ellas, aspectos esenciales de esas etapas de nuestra historia cultural que enmarcan su producción...", refiriéndose con ello a las décadas del 40 y el 50, mayormente. Por su parte, el propio Oroño agrega que "aprendimos a ver (y a leer) la pintura como una tradición, es decir como un lenguaje que se hace y se rehace por negaciones sucesivas".
Son esas negaciones las que han promovido los cambios y rupturas en las modalidades expresivas del arte contemporáneo y las que acompañan en varios sentidos la obra de Oroño expuesta en el Subte. Cabe señalar que Oroño nació en Tacuarembó en 1921 y se ha destacado a lo largo de su actividad plástica como pintor, grabador y ceramista, entre otros oficios de su múltiple desempeño. Con una beca para estudiar en Montevideo ganada en un concurso departamental, tuvo a principios de los 40 un pasaje por la Escuela de Bellas Artes que no le fue fácil aprovechar ("me costaba mucho viniendo de Tacuarembó, no encontré el clima adecuado", diría) e ingresó al Taller Torres García, comenzando a exponer sus xilografías juveniles a fines de 1944. Luego fue profesor de dibujo en Secundaria, fundó en San José el Museo Departamental, organizó salones de artistas del Interior y ejerció largamente la docencia en los campos del arte visual.
En 1963 hizo su primera exposición de calabazas buriladas y pintadas, que han sido una de las vertientes más notorias de su obra personal. Realizó retrospectivas de su producción en 1991 (Palacio Municipal) y 1995 (Museo Juan Manuel Blanes). Entre sus aportes a destacar figuran numerosos murales desplegados mayormente en Montevideo, así como propuestas en cerámica, mosaico y vitral, junto a lo cual este plástico mantuvo siempre un dinamismo adicional como cabeza de su taller de formación y como agente cultural en muchas oportunidades, todo lo cual figura en el libro dedicado a su trayectoria que fue presentado al público hace un par de años.
CRITICO. El espíritu siempre crítico del artista queda de manifiesto en el testimonio escrito por la curadora de la muestra. Larnaudie recuerda que "en la primera reunión preparatoria de esta muestra, Dumas empezó por cuestionar, desde el título, el texto que yo había escrito para el catálogo de la otra ‘Visión retrospectiva’ en la que trabajamos juntos en 1991. Me había referido entonces a un ‘equilibrio pendular’ para ubicar varias etapas de su obra. ‘Como si hubiera dos pintores, el de la norma y el que la subvierte sin negarla, porque los hechos —los de la vida, según él, no los de la pintura— lo empujan. De ahí ese ir y venir en su producción, ese transcurso que no es lineal, sino cíclico, con sus tiempos de retorno. Como muchas obras que quedan por largos períodos de cara a la pared...’ Mientras que él cree que ha sido fiel a una forma de entender el hacer pictórico, que lo mantiene, según afirma, en el mismo lugar".
La misma Larnaudie contesta a la objeción recordando palabras del artista. Pero más allá de la anécdota en sí, importa la actitud de Oroño, quien, por ejemplo, tiene obras reservadas hasta ahora del conocimiento público, a las que la curadora llegó casi como en un juego "entre tímido y provocativo". Esa actitud forma parte de la coherencia innegable del artista que ha actuado, según confesión propia, "con más dudas que certezas".
Por negaciones sucesivas podrá ser visitada hasta el 7 de setiembre, de martes a domingos de 16 a 20 horas, siendo la entrada libre.